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Capítulo 116: Ni se te ocurra enfadarte
El rey de Yu sonrió y dijo:
- Un encuentro casual es mejor
que una reunión planeada. Es casi mediodía, así que ¿por qué no vamos a un
restaurante y le invito a cenar?
Shen Qi soltó lentamente la
empuñadura de la espada mientras respiraba hondo:
- Tengo órdenes de Su Majestad
y no puedo retrasarme. Sírvase usted mismo.
- Por muy concienzudo que sea,
tiene que comer. Además, sé algo del caso que está investigando el prefecto
Shen y puedo proporcionar algunas pistas.
El rey de Yu había dejado
claro que quería invitar a Shen Qi a este banquete, y Shen Qi tenía que ir
aunque no quisiera. Shen Qi no tenía miedo de estar a solas con él, pero temía
perder el control y atacarlo sin pensar en las consecuencias.
Tengo que hacer algo, pero no
puedo actuar de forma imprudente. Soy bueno consiguiendo que otro haga mi
trabajo sucio, no puedo perder la cabeza aquí.
Shen Qi levantó las comisuras
de la boca, revelando una sonrisa fría:
- Su Alteza es demasiado
amable, me da vergüenza aceptar.
El rey de Yu dijo que iba a un
restaurante, pero el lugar del banquete era en realidad un jardín privado, y se
había contratado a un equipo de cocineros famosos a un alto precio. La mesa de
vino estaba colocada en una terraza junto al agua. Durante el banquete no se
cantó ni bailó. Se invitó a un joven y apuesto sacerdote taoísta a sentarse
bajo el pino verde y tocar la cítara a lo lejos, convirtiendo la extravagancia
y la imprudencia en un acontecimiento elegante.
Después del brindis habitual
por el anfitrión, Shen Qi preguntó directamente:
- ¿Qué pistas tiene el rey
sobre el caso? Por favor, acláreme.
El rey de Yu sorbió
tranquilamente su vino.
- En un pequeño bosque junto
al mercado oriental, el tejo fue plantado de la noche a la mañana. Si se
rastrillan las malas hierbas y las hojas caídas en el suelo, todavía se pueden
ver los rastros de la tierra rellenada apresuradamente. Los tres niños pequeños
de la familia Xin fueron atraídos por el vendedor ambulante que vendía espino
recubierto de azúcar hasta el borde del matorral. Vieron a alguien arrancando
ramas del tejo para alimentar al caballo, y dijeron que al caballo le
encantaba. Los niños, siguiendo su ejemplo, treparon y arrancaron una rama que
fue tirada al suelo, y regresaron a su propio establo. Estas son todas las
pistas que tengo, ¿adivina Shen tongzhi quién es el asesino?
La pregunta era sobre el
asesinato, pero la respuesta era sobre el accidente de equitación. Era
irrelevante, pero cada palabra dio en el clavo.
Shen Qi dijo con cara seria:
- El Ministerio de Justicia ya
ha concluido que el accidente de equitación del comandante Xin fue un
accidente. Si Su Alteza quiere reabrir el caso, puede planteárselo al señor
Wang, el ministro de Justicia. Yo no estoy a cargo de este caso, así que hablarme
de ello es como tocar música a una vaca.
El rey de Yu se rio a
carcajadas y saludó con desgana:
- En cualquier caso, aprecio
las habilidades de Shen tongzhi.
Lo que quería decir era que no
estaba de acuerdo con el carácter de Shen. Já, ¿es más noble tomar por la
fuerza y acosar a los demás que ser astuto? Shen Qi levantó su copa:
- Ambos son iguales.
Los dos hombres brindaron con
sus propios motivos ocultos.
El rey de Yu dejó la copa de
vino y las sirvientas que estaban a ambos lados de él se acercaron para servir
la comida. Una de ellas, una joven y hermosa chica, aprovechó la oportunidad
para coquetear con Shen Qi mientras servía la comida, deslizando sus delicados
dedos por su rodilla y subiendo por su pierna. La mano de Shen Qi se movió y el
plato de salsa que contenía el sashimi de pescado cayó sobre su falda. Él la
regañó:
- ¿Cómo puedes servir a los
invitados con un vestido sucio? Ve a cambiarte ahora mismo. ¡No te necesito
aquí!
La criada se sonrojó de
vergüenza y se inclinó apresuradamente ante su amo antes de irse.
El rey de Yu observó desde un
lado con una sonrisa fría.
- Esta criada es realmente
torpe, pero Shen tongzhi no tiene por qué ser tan duro.
La expresión de Shen Qi era
indiferente.
- Soy una persona tosca, no
comparable a la compasión de Su Alteza por las flores fragantes y el jade.
El rey de Yu dijo:
- En absoluto. Yo soy el
sinvergüenza, mi huang xiong es quien realmente aprecia a las bellezas. Y
a sus ojos solo hay una persona así. Ha trabajado tan duro en ello que me deja
muy atrás.
Shen Qi aún no había entendido
su significado, así que simplemente se quedó callado, esperando a que
continuara, para revelar sus verdaderas intenciones.
El rey de Yu, sin embargo, no
continuó con este tema, sino que cambió de tema:
- ¿He oído que Su yushi
desapareció en Shaanxi?
El hombre desapareció hace
nueve días, y la noticia solo llegó a la capital hace tres días a través de un
informe secreto del jinyiwei. ¿Cómo se enteró el rey de Yu si el emperador no
lo anunció al público? ¿Podría ser que también hubiera un ojo y un oído suyo en
el séquito de los jinyiwei?
Shen Qi lo encontró
improbable. La lista de asistentes había sido examinada dos veces por él y el
emperador, así que, si había una tercera persona con ojos y oídos, entonces la
influencia de esta persona dentro y fuera de la corte debía ser enorme y
omnipresente.
Era imposible que el rey de
Yu, que estaba atrapado en la capital y bajo la atenta mirada del emperador, lo
hubiera hecho. Quizás fue el inusual movimiento de los hombres jinyiwei lo que
se descubrió, y la información se extrajo de la boca del rey.
La seguridad de Qinghe es
importante, pero ¿qué tiene que ver con Zhu Xu? El
rostro inexpresivo de Shen Qi dijo:
- No sé nada de los asuntos
oficiales, y la corte no me ha notificado.
El rey de Yu se burló.
- Usted y Su yushi están
muy unidos. Cuando estaba gravemente herido y postrado en cama, ¿no estuvo él a
su lado día y noche cuidándole? Ahora dice: «No sé nada», lo cual es un poco
insensible. Shen Qilang, Shen Qilang, es demasiado pretencioso en todo lo que
hace, y debe haber algo sospechoso en ello. ¿De verdad tengo que enseñarle que
la verdad a menudo se revela por lo que intenta ocultar?
Shen Qi dijo con frialdad:
- Entonces la verdad de que el
papel no puede retener el fuego significa naturalmente que usted, Su Alteza, no
necesita que yo le enseñe.
El rey de Yu hizo un gesto con
la mano para que todos los asistentes del salón se retiraran y se acercó cada
vez más.
- Sé lo que sospecha, pero,
por desgracia, se ha estado dirigiendo a la persona equivocada desde el
principio. ¿Qué tipo de talento excepcional necesita que el emperador lo corone
personalmente? ¿Y qué tipo de ministro importante inquietaría tanto al
emperador que incluso su ejército personal se inquieta solo porque desapareció
durante unos días? ¡Cinco mil tropas de élite son suficientes para luchar
nuevamente contra el Loco Liao de Henan! Una larga y urgente marcha a Shaanxi
ha desperdiciado innumerables provisiones. En lugar de arriesgarse a la censura
de los funcionarios que conocen la verdad y atacarlo después del hecho, e
incluso arriesgarse a dañar la reputación del emperador, fue a la guerra por un
solo hombre, Su Qinghe. ¿Cree que mi huang xiong se ha vuelto loco?
Con cada palabra que decía el rey
de Yu, Shen Qi apretaba cada vez más los dientes. Cada palabra era como una
cuchilla afilada que le clavaba en el pecho, recordándole cruelmente que el
hombre que competía con él por el amor de la persona a la que amaba era alguien
supremo, alguien que tenía el poder de vida y muerte sobre la gente del mundo.
La otra persona ni siquiera necesitaba hacer nada, solo una mirada era
suficiente para reducirlo a una hormiga aplastada en el polvo.
Un estatus tan supremo e
incomparable, ¿qué clase de persona no lo querría?
Ser amable con las bellezas es
la medida del emperador, vestir púrpura y vestir oro es la recompensa del
emperador, no castigar a las personas por sus crímenes es la tolerancia del
emperador, y enviar tropas a miles de kilómetros para salvar a una persona es
naturalmente la gran gracia y virtud del emperador.
¿Qué es Shen Qi? Sin el visto
bueno del emperador, ¡ni siquiera puede salir de las puertas de la ciudad!
- Es una pena. La gente en
nuestra posición, como usted y yo, ni siquiera puede soñar con estar loca. Sin
el visto bueno del emperador, ni siquiera podemos dar un paso fuera de las
puertas de la ciudad – El rey de Yu suspiró – En ese caso, ¿cuál es la
diferencia entre usted y yo y los prisioneros de la cárcel imperial? Es solo
que comemos mejor y vestimos mejor, pero estamos igualmente privados de
libertad.
Shen Qi bufó burlonamente.
- Según el rey, nadie en el
mundo tiene libertad excepto el emperador.
- Pero los plebeyos al menos
pueden perseguir a sus amantes hasta que se cansen, y tanto si lo consiguen
como si no, no tienen que preocuparse por perder la cabeza. ¿Y usted? – El rey
de Yu se acercó a su oído y susurró: - ¿Se atreve a declarar solemnemente
delante de mi huang xiong, «Su Qinghe es mío, ni se te ocurra pensar en
él»?
Los dedos de Shen Qi se
crisparon como si temblaran, y luego se agarró con fuerza el dobladillo de su
túnica.
- Por supuesto que no se
atreve. Si fuera yo, tampoco me atrevería – El rey de Yu suspiró levemente: - ¿Y
qué si está lleno de hostilidad hacia mí? A los ojos de mi huang xiong, usted
y yo somos un chiste.
- Acaba de ponerle las manos
encima y se ve obligado a degradar y trasladar a la persona. Todavía no puede
molestarse en deshacerse de nosotros. Cuando encuentre a la persona que quiere,
los trasladará a la capital. Para entonces, será un caso de tigre protegiendo
su comida, y ni siquiera tendrá oportunidad de involucrarse. Despierte, Shen
Qilang, por no hablar de monopolizar, en el futuro, ¡tema que será difícil
incluso verle en privado!
Los ojos de Shen Qi brillaron
con una mirada asesina, como si estuviera sorprendido, pero también no
sorprendido. Su voz era ronca y aterradora:
- ¿Qué quiere decir con
«ponerle las manos encima»?
El rey de Yu sonrió, y había
un toque de lástima en su sonrisa, como diciendo: todos somos hombres,
¿necesito explicar esto en detalle?
El rostro de Shen Qi era de
madera, pero parecía como si miles de luces de espada estuvieran pulsando bajo
la piel. De repente, la luz y la sombra se juntaron, y la escena era
desoladora:
- El futuro es incierto, ¡y el
presente aún más!
Sin embargo, el rey de Yu no
estaba preocupado por esto. Agarró la petaca de la mesa y llenó la copa de vino
de Shen Qi.
- No estoy demasiado
preocupado por esto. Su yushi es una persona muy inteligente, y también
está bendecido con buena fortuna. Fue capaz de convertir la adversidad en buena
fortuna en la ciudad de Yan'an cuando se enfrentó a cientos de bandidos que
intentaban sacarlo de la cárcel. ¿Cómo pudieron unas pocas docenas de jinetes
tártaros hacer que fracasara?
- Oh, sí, recuerdo a un
asesino llamado Wu Ming, que decía ser su concubina. ¿Va a ir con usted a
Shaanxi?
- ¿Qué concubina? Solo es un
bandido – dijo Shen Qi con sarcasmo. – Era solo una broma. Si quiere tomárselo
en serio, depende de usted. ¿Por qué decirlo en voz alta y hacer el ridículo?
El rey de Yu no se enfadó,
sino que asintió con calma:
- Entonces iré con usted. He
luchado antes con el asesino y conozco su fuerza. Si lucha con todas sus
fuerzas, Su Qinghe estará bien.
Al ver que estaba tan seguro,
Shen Qi también se quedó en silencio y dejó de provocarlo.
El rey de Yu le dio una
palmada en el hombro y dijo con tono significativo:
- Una pelea entre la
agachadiza y la almeja beneficia al pescador.
(N/T: 鹬蚌相争,渔翁得利啊, yù bàng xiāng zhēng, yú wēng dé lì.
Significa que cuando dos partes discuten y no pueden llegar a un acuerdo, ambas
salen perdiendo y un tercero se aprovecha de la situación. Es de «Estrategias
de los Reinos Combatientes: Estrategia de Yan II» de Liu Xiang de la dinastía
Han Occidental.)
- En cuanto a mí, este rey,
también me gustaría hablarle con sinceridad. Yo también quiero mucho a Qinghe.
El día antes de que se fuera a la capital, lo recogí en tu puerta, solo para
decirle unas palabras y despedirme, pero descubrí su aventura con mi huang
xiong...
Los hombros de Shen Qi se
tensaron bajo su palma, como si estuviera a punto de levantarse y desenvainar
su espada al momento siguiente, pero al final se contuvo y no atacó.
- No sabes cómo defendió al
emperador en aquel momento, diciendo que el emperador había sido amable y
generoso con él, y que no le debía nada más que gratitud; que nunca había
sentido el más mínimo resentimiento hacia el emperador; que no había nada entre
ellos, ni siquiera un solo paso que hubiera cruzado la línea. ¡Esa pasión, esa
pasión que ocultaba la verdad, hizo que mi corazón latiera con fuerza!
- ¿Crees que nunca ha cruzado
la línea? – El rey de Yu resopló – Basta con mirar el apasionado entusiasmo de
mi huang xiong. De todos modos, no me lo creo.
Shen Qi lo miró fijamente como
un lobo feroz y siseó:
- Cuando terminó de hablar,
¿qué tipo de agravio le causó?
El rey de Yu miró el agua
fuera del balcón con una expresión compleja, y un atisbo de culpa emergió.
- Este rey…
Nunca dejo que nadie sufra en
mi cama. No solo no le dejé que me sirviera, sino que yo le serví a él. Le di
una gran alegría.
Por alguna razón, cuando
pensaba en la forma en que Su Yan lo miraba, todas esas palabras frívolas no
podían decirse.
Abrió y cerró la boca, la
volvió a cerrar y abrir, y finalmente escupió:
- Yo... le di una lección y le
di un poco de cena.
Por un momento, Shen Qi sintió
ganas de matar a alguien: la actitud del rey de Yu y esas palabras eran la
confesión más oscura bajo el sol, pero las entendió sin ningún obstáculo.
Ni siquiera esperó a
desenvainar su espada y, con todas sus fuerzas, golpeó el aire con la palma de
la mano.
El Rey de Yu estaba muy cerca
de él, incapaz de evitarlo, y sin proponérselo, extendió la mano y chocó con la
palma de Shen Qi.
La creciente energía verdadera
chocó con un estruendo, haciendo volar la mesa de la terraza y derramando
bebidas y platos por todo el suelo. La energía restante se extendió en todas
direcciones, causando ondas como olas rompiendo en la orilla y enviando mil
copos de nieve.
Las doncellas en el porche a
lo lejos gritaron, y los guardias llegaron apresuradamente con sus armas en la
mano.
Shen Qi no hizo caso e
intercambió tres golpes de palma más con el Rey Yu seguidos. No hubo trucos, ni
movimientos corporales, y todo consistió en usar la ira y el qi verdadero para
chocar de frente.
Sus órganos más internos
temblaban bajo el poderoso qi verdadero de la otra parte, y la sangre le
goteaba por las comisuras de la boca.
El rey de Yu no usó toda su
fuerza, ni usó su verdadera qi para protegerse. Un sabor dulce y a pescado
brotó en su garganta. Necesitaba este dolor para reprimir el remordimiento en
su corazón.
Los guardias se apresuraron a
la terraza y rodearon a Shen Qi, con sus espadas y lanzas apuntando hacia él.
Shen Qi bajó las manos, con los ojos rojos, mirando al rey de Yu con una mirada
mortal.
El rey de Yu tosió el coágulo
de sangre y se sintió un poco aliviado. Agitó la mano, un poco cansado, y dijo:
- Váyanse.
Los guardias estaban
inseguros.
El rey de Yu alzó la voz:
- ¡He dicho que se vayan!
Los guardias levantaron sus
espadas, retrocediendo cautelosamente unos pasos, y siguieron observando la
situación en el centro del patio con la respiración contenida.
Shen Qi no se movió. El rey de
Yu suspiró:
- Es mejor hablar las cosas.
Lo diré de nuevo: si la agachadiza y la almeja luchan, cada una puede seguir
confiando en sus propias habilidades. Si el pescador quiere atraparlas a todas
en una red, nadie podrá escapar. Piénselo detenidamente.
Se dio la vuelta y, tras dar
unos pasos, se detuvo de nuevo y dijo:
- El intento de asesinato en
el Palacio Oriental es una buena oportunidad – Dicho esto, se alejó a grandes
zancadas.
Los guardias del palacio
miraron a Shen Qi con incertidumbre, luego a la espalda del rey de Yu y
finalmente lo siguieron.
Shen Qi, con manchas de vino
en la ropa, se paró en la terraza vacía y se volvió para mirar el lago.
El viento no había dejado
rastro y la superficie del lago había vuelto a su calma, sin mostrar signos de
la conmoción.
Su corazón está abrumado por
la emoción, mezclada con muchos pensamientos caóticos y confusos. En este
momento, solo quiere aparecer frente a Su Yan de inmediato, mirarlo bien y
darle un buen abrazo.
Los dos están actualmente a
miles de kilómetros de distancia, sin noticias el uno del otro. Ambos tienen
tanto que hacer y no están satisfechos con la forma en que están las cosas.
¿Cómo se puede resolver esto? ¿Cómo se puede arreglar?
Cuando quiero hablar, no hay
nadie a quien recurrir más que a ti. Cuando mi amor no tenga límites, ¿cuándo
podré volver a beber de la jarra de vino?
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Q pecaito !!! Ya le dijo q tambien se lo fo...........lló 😏😉🔥🥵🔥😋🔥
ResponderBorrarY lo peor , la sospecha q sembró en su corazon ; de q el emperador tambien se lo fo..........lló y es su amado favorito 😬🙄🤦♀️. Con esos rivales , será dura la pelea .😬😎 Desde el momento en q pasó a ser persona del emperador 😬🙄🤦♀️