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¡¡LEE ESTO PRIMERO!!

Capítulo 3. Peligro



¡Que espada!

En el momento que deja su vaina, surge una sensación escalofriante. La colocó con frialdad frente a mi cuello y veo como algunos mechones de cabello se cortan cerca de mi oreja.

¡Solo una espada así sería adecuada! ¡Para ser la espada de un príncipe! Y para poder usar una espada así para acabar con mi vida, no la pediría de otra manera.

Escucho el ruido de los metales y los gritos de los hombres, pero nadie sale. Probablemente conozcan las maravillas de esta espada. Calmo mis nervios y miró directamente a la expresión de sorpresa de Murong Yu.

“¡Qué crees que estás haciendo!” grita y se acerca.

“¡No te muevas!” Advierto.

Escucho mi propia voz ronca y seca; lo miró como si mirara a través de su corazón.

Levanto la cabeza hacia el cielo y pronunció cada sílaba: “Yo, Han Xin no soy más que un mortal. No había querido enfrentarme a ti en una batalla ni he querido realizar ninguna proeza maravillosa. ¡Si tuviera que elegir, preferiría no ser de sangre real ni sobrino nieto de ninguna emperatriz viuda, ni sobrino de ningún ministro de personal!

Sostiene mi mirada, pero no responde.

“Pero escucha mis palabras Murong Yu, ¡Nunca traicionaría a mi país, así que no creas que obtendrás algo de mí!”

El sol es tan cálido, tan cálido que es embriagador. Pero mi corazón es tan frío, tan frío como la hoja que está a centímetros de mi cuello.

El contempla y dice mi nombre en voz baja: “Han Xin, solo baja la espada primero.”

Entrecierro los ojos. “Murong Yu, no tengo miedo, pero si tengo que pasar por un interrogatorio de nuevo, no creo que salga con vida. Desmembramiento a caballo o ser arrastrado hasta la muerte en el desierto… No quiero tentar a ninguno de ellos…”

Mi voz se apaga y siento mis brazos temblar, pero acerco esa hoja, centímetro a centímetro, sin vacilar.

Se muerde los labios mientras observa cada uno de mis movimientos.

Siento el gélido metal contra mi cuello, pero no tengo miedo.

Al ver ese par de ojos sombríos al alcance de la mano, se vuelven cada momento que pasa, digo mis últimas palabras: “Entonces solo deseo morir… con dignidad!”

Espero no avergonzar al nombre Han al morir por mi país de esta manera.

Siento que la piel se abre en rodajas. Solté una risa salvaje y puse más fuerza en la espada. El líquido tibio fluye suavemente hacia abajo.

Casi en el mismo momento, una lanza con borlas rojas atraviesa, golpeando l ahoja. Esquivo instintivamente lejos de la punta de lanza, la espada sale volando. Al instante, numerosas armas me inmovilizan contra el suelo.

Murong Yu arroja la lanza y me agarra la mandíbula. Su sonrisa se ha desvanecido.

“Nadie desafía mis deseos y eso te incluye a ti, Han Xin. ¡Se necesita mi permiso antes de que alguien muera por aquí!”

Aprieto mis labios con fuerza en un intento de reprimir mi furia.

“Sería una lastima llegar tan lejos si ni siquiera puedo someter a un oficial de bajo rango, ¿no es así? Continua mientras su mirada se vuelve mas fría cada segundo.

¿Qué quiso decir con eso?

Sus ojos negros como la media noche se burlan de mi.

Mi interior se aprieta.

Odio esas miradas.

Esas miradas que he tenido que tomar desde que tengo memoria.

Esas miradas que ni siquiera le darías. A una rata.

Me han vuelto a meter en la cárcel, pero esta vez he recibido un mejor trato. Un médico ha venido a revisar mis heridas en los últimos días y la comida ya no tiene moho.

Respiro profundamente y me sumerjo en el agua, sin preocuparme por el mundo, ni por Murong Yu ni por lo que han planeado para mí. Quiero decir, tener un balde de agua de baño después de largos días de interrogatorios para lavar la sangre seca y la suciedad enyesada es simplemente fantástico.

¿Pero los mataría calentar el agua?

Bastardos tacaños.

Me pongo algunas prendas limpias y me retiro el cabello mojado usando el agua como espejo, luego salgo por las puertas de la prisión y pasó a los guardias con una sonrisa, sintiéndome más fresco que nunca.

La luz de las velas parpadea y perfumes femeninos mezclados con alcohol y arena salen de la tienda de Muron Yu. Estaba tumbado en un Ta (Como un tipo de sofá-cama antiguo), con los ojos cerrados, un poco distraído. Unos mechones de cabello cuelgan perezosamente sobre sus hombros. Su piel muy clara se puede observar desde el cuello abierto de una túnica blanca como la nieve. Una mujer que apenas lleva nada le golpea la espalda levemente con una sonrisa seductora.

Entonces, esto es lo que proviene de alguien criado por la familia real. La belleza detrás de él ni siquiera se puede comparar con su exquisita tez. Tsk Tsk, si fuera un plebeyo, probablemente lo sería…Ahora no nos adelantemos. Por lo que parece, ya se han divertido mucho aquí.

Saliendo de mi ensueño, noto que ha abierto los ojos y sus labios se curvan ligeramente hacia arriba.

“He visto que disfruta un poco soñar despierto, Diputado General Han”, dice antes de tomar un sorbo de la taza de jade verde que le entregó la mujer.

Quería decir una respuesta inteligente, pero me quedé en silencio porque no se me ocurrió nada bueno.

El le da una mirada a la mujer y su sonrisa desaparece. Se baja de la Ta y sale de la tienda de campaña, gruñona.

“¿Qué parece ser el problema, diputado general?” pregunta después de dejar su taza. “¿Nada para mi hoy?”.

“No hay lenguaje común, me temo.”, respondo casualmente.

El da una risita divertida en respuesta antes de tomar otro sorbo y mirarme sin querer.

“Que hombre tan leal. Desafortunadamente, los otros prisioneros no lo han sido exactamente.”

Lo miró con cautela, parece presumido y deja su taza, pero permanece en el Ta.

“Mira atrapamos a otros soldados hoy. Uno Fue mucho más cooperativo que tu; solo unos azotes y nos dijo todo,” presume.

¿Otro soldado? espera a que le ponga las manos encima.

“Mirarme no ayudará en nada”, se ríe divertido. “Solo quería informarle de la inevitable derrota de su arroyo de la colina del rio Souling”.

Se arregla un poco la bata, se baja de la Ta y se detiene frente a mí. Su mirada vaga sobre mí; su sonrisa ambigua. “Bueno, bueno, bueno, ciertamente te ves más elegante con algunas prendas nuevas.”

Me doy vuelta y evito su mirada.

“Eras tan hábil con tus palabras. ¿Por qué estás tan callado hoy? Honestamente, no estoy muy acostumbrado a eso.”

“¿Qué carajos quieres conmigo?”

Se detiene, sorprendido y luego se ríe a carcajadas mientras espero pacientemente.

“Después de toda esta tortura, esto es lo que querías, ¿verdad? ahora que has cumplido tu deseo, concédeme el mío. Simplemente deseo un final rápido.”

“Te recomiendo que escuches atentamente mis palabras por que no repito”, susurra mientras se inclina, “El arroyo de la colina del rio Souling caerá, a más tardar mañana por la noche. Acompáñame y contempla su destrucción, Han Xin.”

Su mirada me quema y hace que mis dientes rechinen entre sí. Se levanta e intenta irse con una expresión peculiar, pero yo lo agarro de la manga.

“Dime”, hablo, tratando de no mostrar mi preocupación, “¿Quién lo dijo?”

“Lo sabrás, bromea, “tarde o temprano”.

“Púdrete”.

Se da vuelta con una mirada arrogante.

“Creo que hay alguien más apropiado para eso que yo, han Xin”, comenta.

Las velas en la prisión arden deprimentemente, acentuando la inquietud y la desolación.

Me entierro furiosamente en el paquete de hierba. Una luz tenue entra por las ventanas. Este tipo de ambiente normalmente te da sueño, pero yo estoy extremadamente alerta.

Murong Yu, dijo a mas tardar mañana por la noche, pero si el General Zhou está allí, dudo que caiga tan pronto. A pesar de que la mayoría de las fuerzas están ubicadas en el paso de la colina del sur, el arroyo de la colina del rio Souling ha sido un punto cuidadosamente planeado y fuertemente vigilado.

Según mi conocimiento, si…

Mi cabeza cae. ¿Que importa lo que sé si estoy atrapado aquí?

Prefiero irme a algún lugar lejano y vivir una vida libre. Seguiré viviendo y dejaré este lugar vivo, me dijo en voz baja, dejare el Gran Rui vivo y seguiré viviendo por una vida libre.

Escucho algunos pasos desde la celda frente a la mía. Entrecierro los ojos y vislumbro una figura tenebrosa a través de la tenue luz del fuego que sale de un montón de hierba.

¡De ninguna manera! Ese parece…

La figura vacila y salta a la puerta de la celda.

“Han Xin” él me llama.

“¡Tu!”

Algo hace clic en mi cabeza.

Después de esperar a que ese tipo termine de llorar y se limpie los mocos, le grito: “¿ya terminaste?”

“Sí, sí”, dice.

Este tipo es Xie Zhen, el único hijo del Ministro de Defensa, Xie Yun. Solo tengo el título de un Playboy, pero este tipo es el verdadero. Beber, prostitución, juegos de azar; solo lo dice y lo hace. Con su padre allí para protegerlo, violó y mató a una mujer joven y fue sólo después que descubrieron que era hija de una familia influyente fue que su padre lo mandó apresuradamente al ejército para alejarse del escándalo. El karma es una perra ¿no?

Es obvio que han interrogado a Xie Zhen. No lo llamarías un desastre sangriento, pero definitivamente fue difícil de ver. Su cabello está todo enredado, las marcas de los látigos cubren su rostro y las marcas de color rojo violeta se asoman por los cortes en su ropa.

Me vuelvo impotente hacia el techo, de repente desanimado.

Dios mío, ¿Por qué este tipo tenía que estar aquí? ¿Qué hice para merecer esto?

Lloriquea y me mira patéticamente. “Así que te atraparon a ti también, he”.

Le doy un encogimiento de hombros en respuesta.

“¿Eres nada más tú?” Me acerco a la puerta de la celda y pregunto.

El niega con la cabeza. “Hay un par de hermanos encerrados también, pero solo a mí me golpearon.”

“Por su puesto, idiota, solo mira de que esta hecha tu armadura”, me quejo. “¿Dónde están?”

“Acabamos de llegar”, señala a la parte de atrás, “más allá, están todos allá.”

Luego me escanea de arriba abajo. “¿No dijiste nada, Han Xin?” pero entonces, ¿Cómo es que no estás herido? Mírame, mira todo esto.”

Pequeña perra. Probablemente te estabas divirtiendo con las azafatas del ejército cuándo me golpeaban…

¡Espera! Al ver esa cara patética suya, supuse una cosa.

“Dime, Xie Zhen, fuiste tu quien derramó los frijoles, ¿no?”

Solo quiero acercarme y susurrar a ese hijo de puta.

Empieza a temblar y el color desaparece de su rostro. Deja caer la mirada y permanece en silencio.

“Xie Zhen, pequeña mierda. Te juro que te matare si…

El mira hacia arriba, el rostro pálido como un fantasma, los labios crispados sin parar. “Me iban a matar, Han Xin. No pude soportarlo. Mi papa solo me mandó. Soy su único hijo. Si muero no habrá nadie que se ocupe de…- ¡Ahórrate tus tonterías!

Es muy desafortunado que estemos tan separados por que realmente quiero darle un poco de sentido común. Un par de buenas patadas en sus entrañas también serían agradables.

“Si esos bastardos Yan llegan a la capital, bueno, ¡puedes conseguir un poco de incienso e ir directamente a la tumba de tu Padre!”

Giro mi cabeza con rabia. Mi corazón parece caer por un abismo.

“Aunque no dije mucho. Solo les dije que hay un pequeño sendero doscientos Lí río arriba y que no está muy vigilado...- ¡Por que no les dijiste que todos iban a morir!

El baja y mira hacia debajo de nuevo. Durante un rato, el único sonido es el chisporroteo de la antorcha.

Después de un largo silencio, tartamudea, “E-entonces, han Xin, ¿Qué-qué hacemos ahora?”

“¡Tu madre!” Grito, acercándome al final de mi mecha.

“¡Si no te duermes pronto, te juro que iré allí y te golpeare hasta que lo hagas!” Grita un guardia desde la entrada.

Se vuelve de nuevo en silencio como si nadie hubiera dicho una palabra. No se forman pensamientos. Una ola de cansancio me golpea, me inclino y me duermo. Pero mi sueño es ligero y parece que escucho un habla ahogada y pasos de algún lugar afuera. Después de un tiempo, los ruidos se vuelven más claros y fuertes.

Me levanto y empujo contra la puerta, esforzándome por ver el pasillo. La antorcha se va apagar pronto y no ilumina mucho, ni siquiera se ven las figuras de los guardias. Luego me tiro al suelo y contengo la respiración, escuchando cualquier sonido. Parece haber algunos golpes esporádicos de cascos, tintineos, ruidos de armas y gritos. Miro por la pequeña ventana y vislumbro un cielo rojo ardiente.

Hago una doble toma.

¡Murong Yu esta apunto de comenzar la invasión!¡¿Qué debo hacer?! Entró en pánico como un gato sobre ladrillos calientes,

Mientras miro la cerradura de acero, se me ocurre una idea. Pero, de nuevo, ha pasado un tiempo desde…

Mira, el tío tenía una biblioteca llena de libros dónde solía esconderme cuando mis primos se metían conmigo. Solía pasar tardes enteras allí, leyendo. No tenía las llaves, pero aprendí a abrir cerraduras de algunos niños de la calle. Y así, esos libros me acompañaron durante mi patética infancia.

Miro nerviosamente hacia los guardias mientras me limpio el sudor frío. Al no escuchar nada fuera de lo común, me apresuro con las manos. La cerradura se cae con un suave clic. Dejo escapar un profundo suspiro y salgo de la celda después de no ver ningún signo de los guardias.

“Han Xin”

Mi sangre comienza a hervir, peor me doy la vuelta de todos modos, y los ojos de cachorro de Xie Zhen me miran con esperanza desde detrás de las rejas.

Oh, por llorar en voz alta.

Después de que el se mueve como una anguila mojada cuando le abro las puertas, me escabullo por la parte de atrás y también saco a los demás.

La llama en la pared parpadea y las puertas de la prisión permanece en las sombras. Justo cuando llegamos, aparece un guardia de la nada, pero todos lo derribamos al suelo antes de que tenga una oportunidad. Rápidamente agarro la antorcha de la pared y la tiro con una jarra del licor del guardia sobre un montón de heno seco. El heno seco, con la ayuda del alcohol, comienza arder furiosamente.

Si tenemos suerte, podemos escapar esta noche mientras Murong Yu planea un ataque. No tengo más tiempo para esperar, ¡es ahora o nunca!

No hay un alma fuera de la presión. La presión está ubicada cerca de la parte trasera del campamento Yan, la docena de nosotros simplemente comenzaremos a salir corriendo de ese infierno en la sombra de la noche.

Alguien grita “Fuego” detrás de nosotros y el infierno se desata en un instante. La gente viene corriendo con baldes de agua- ¡esperaremos que todavía tengamos la oportunidad de escapar!

La noche es atramentosa y la niebla impenetrable.

El caos ha sido lanzado muy atrás de nosotros y hay sonidos de agua más adelante. No puedo evitar sentir alivio; si hay agua podemos rastrearla hasta el campamento del Gran Rui.

Consigo que todos se detengan a descansar después de una gran distancia.

“Han… Xin, astuto… bastardo. Ya sabes… como abrir cerraduras”, aprieta Xie Zhen entre los pantalones después de que se deja caer en el suelo.

Demasiado cansado de correr, me limito a estrechar mi mano y jadeo furiosamente mientras me sostengo de un árbol. Después de un descanso adecuado les llamó.

“Vamos, si podemos llegar al campamento, podemos descansar todo lo que queramos.”

El grupo viaja a lo largo del río. Los bosques y la maleza son densos cerca de la orilla y bloquean bastante la luz de la luna, lo que agrega complicaciones a nuestra caminata.

“Entonces, oye Han Xin”, Xie Zhen se aprieta mi lado y me dice con cautela, observando mi reacción. Después de que regresemos, ¿podrías fingir que no escuchaste nada de lo que dije allí?”

“Por supuesto. No te voy a delatar,” le refunfuñe.

Parece como si acabara de ganar la lotería, así que agregué con amargura: “Vuelve y cuéntaselo todo tu mismo al General Zhou. ¿De que tienes que preocuparte con un padre como el tuyo?

Su rostro enteró se arruga.” ¡Todo el mundo sabe que el General Zhou es famoso por ser estricto! Incluso si no me corta la cabeza moriré por el golpe.

No me molesto en responder y seguí adelante. Después de un par de horas, el cielo ya está empezando aclararse y a borrarse la luna. Aquí el agua se divide en dos y nos obliga a detenernos.

Estoy realmente perplejo.

Entonces, nunca había estado aquí antes. Sólo sé que hay un campamento el arroyo de la colina del rio Souling y lo puedes encontrar si sigues el río. Pero esto…

“Xie Zhen!” Miro alrededor del grupo y lo sacó. ” ¿De dónde vienes? ¿Sabes qué camino tomar?

Da algunos pasos y examina los alrededores. “Sería el que fluye hacia el este, pero ¿sabes cuál es el este ahora?”

Lo considero y niego con la cabeza. La luna a desaparecido y el sol aún no ha salido, entonces, ¿en qué dirección estará el este?

Me doy la vuelta y veo una docena de rostros cansados mirándome. Me quedo en silencio y camino de regreso a dónde está Xie Zhen. Vemos el agua pasar a nuestro lado hacia un lugar lejano.

La vida o la muerte depende de esta única elección.

Después de mucho tiempo, Xie Zhen dice en voz baja: “Creo que deberías tomar la decisión, Han Xin.”

Apenas un momento después, el sonido de cascos apresurados resuena detrás de nosotros. En medio del caos un sonido agudo se eleva por encima del resto. Mirando hacia un lado, todo lo que veo es una sola flecha con dientes de lobo y plumas blancas.

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Nota: Así se ve un Ta en la antigua china, se usaba para dormir o sentarse.

Li: es una unidad de medida tradicional utilizada en el este de Asia, que mide alrededor de 323 m durante la dinastía Tang.

Se utilizaron principalmente cinco formas de castigo después de la dinastía Han:

1) Azotar con un palo de madera en la espalda.

2) Azotar con un palo de madera en el trasero (no tan severo).

3) Servicio comunitario (1-3 años).

4) Exilio.

5) Muerte.


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