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¡¡LEE ESTO PRIMERO!!

C119 - Tiannan Eterno


Es una lástima que Cui Daochang nunca dijera tales cosas

Después de que Feng Xiao dejara la sala de piedra, se dirigió a donde Fan Yun había señalado antes, caminando hacia la sala del centro.

El camino allí era sinuoso; los callejones principales y ocultos se cruzaban entre sí. Hasta ahora, no había logrado comprender todo todavía. Además, no había pasado mucho tiempo desde que se unió a los Trece Pabellones de Yunhai. Fan Yun y el resto todavía desconfiaban de él, así que no había ninguna información que pudiera dar.

En su camino se encontró con unas cuantas sirvientas. Estas personas conocían su identidad y siempre se paraban a saludarlo, pero eran ahorrativas con sus palabras. Si Feng Xiao se paraba a preguntar sobre su identidad y su pasado, tampoco hablaban demasiado. A juzgar por su acento, eran una mezcla de las regiones del sur y del norte. De hecho, no eran sus primeros días aquí, porque su piel estaba pálida, prueba de no haber visto la luz del sol durante mucho tiempo. Era muy probable que desde que este lugar fue reformado en una fortaleza, estas sirvientas ya hubieran ocupado este lugar.

Incluso Feng Xiao pensó que estas personas se parecían increíblemente a los cadáveres vivos, con una sensación de aire húmedo y viscoso persistiendo en ellas, no parecía que pudieran ser corrompidas. Las examinó durante mucho tiempo, pero no encontró ninguna abertura.

Como no había entradas, sólo podía fijar su objetivo en otro lugar.

Según su propia percepción y la discusión con Cui Buqu, Feng Xiao decidió que esta cueva natural se cultivaba de forma casi circular. Todo tipo de caminos sinuosos fueron excavados desde el salón central. Si uno fuera a salir, tendría que pasar a través del conjunto de brújulas giratorias gemelas por el que entraron.

Cui Buqu le había enseñado vagamente a pasar por la matriz. Según él, la aguja era el corazón de la brújula, cambiando infinitamente con las 28 constelaciones. El creador de la matriz sólo necesitaba cambiarla un poco y podía enviar a la gente a un dolor de cabeza, atrapados en su interior y perdiendo el sentido de la dirección.

Ahora, como él recordó, la forma en que Fan Yun permitió a Feng Xiao atraer a Cui Buqu aquí merecía ser recordado. Era consciente de que este discípulo suyo conocía su camino en el conjunto de brújulas giratorias gemelas; ¿tenía la intención de prestar la fuerza de Cui Buqu y Feng Xiao para combatir los trece pabellones de Yunhai?

Si eso era cierto, ¿entonces en qué lado del poder estaba Fan Yun? ¿La Dinastía del Sur, o Goguryeo?

Feng Xiao se apoderó de sus pensamientos, decidido a no pensar en Fan Yun en ese momento.

No salir significaba no ver el sol naciente y la luna poniente. Significaba no saber si era temprano en el día o tarde en la noche. Tenía un reloj de arena en su habitación, pero era demasiado perezoso para volcarlo y le resultaba demasiado problemático salir de la cueva. Feng Xiao estimaba en su corazón que debía ser la mañana del séptimo día del séptimo mes justo en este momento.

También significaba que el Señor del Pabellón llegaría aquí hoy y se reuniría con todos los demás.

Hasta el día de hoy, no habían conocido al Señor de los Trece Pabellones de Yunhai; teniendo en cuenta la disposición de Yu Xiu y Yuan Sansi, incluso si cayeron en una alianza para lograr los mismos objetivos, el Señor del Pabellón debe haber sido alguien con las mismas habilidades. Al menos superándolos en las artes marciales, o al menos más tirano.

Feng Xiao contó hacia atrás de la lista de los principales maestros que conoció una vez.

Muchos de los grandes maestros ya no estaban interesados en la búsqueda de poder de la política mundana; en cambio, habían puesto sus miradas en terrenos más elevados, explorando el reino de las artes marciales. Al igual que Cui Youwang de ese año, si no hubiera fortalecido a la fuerza sus artes marciales, no habría experimentado la desviación del qi. Él todavía habría vivido cómodamente en el mundo mortal a estas alturas.

Aparte de estas personas, no quedaban muchas más.

Feng Xiao incluso sospechaba que este asunto estaba relacionado con el Emperador Chen de la Dinastía del Sur. Sin embargo, el actual Emperador de la Dinastía del Sur era abyectamente pobre y gastaba extravagantemente, invirtiendo en canciones y bailes. No importaba cómo lo percibiera, no parecía una persona que pudiera lograr algo tan grande.

Mientras caminaba, su enfoque regresó cuando el brillo cayó sobre sus ojos. Ya había llegado al salón de huéspedes.

La gente que estaba conversando entre ellos se dio vuelta. Uno de ellos lanzó una mirada de sorpresa y se acercó rápidamente.

"¡Yuntian, te he extrañado tanto en el viaje!"

Feng Xiao movió la comisura de sus labios antes de sonreír: "Cuánto tiempo sin vernos, Joven Maestro Lin".

Si Cui Buqu también pudiera decir palabras como "Te he extrañado tanto" entonces...

En su mar de recuerdos, el rostro pálido y blanco de Cui Buqu estaba teñido de rojo, obligado por sí mismo a derramar estas palabras de vez en cuando. No sólo Feng Xiao no sintió la piel de gallina por ello, sino que la comisura de sus labios se acurrucó ansiosamente.

Era una lástima que Cui Daochang nunca dijera tales cosas.

El que se acercaba era el número siete de los trece pabellones de Yunhai, el joven maestro Lin de la hacienda Yandang.

Fue el destino ese año cuando Feng Xiao y Lin Wei se conocieron. Inicialmente, sólo se trataba de una sensación de que la actitud disoluta de esta persona era bastante inusual, así que lo investigó en secreto. Y en verdad, descubrió que lo que se escondía detrás de Lin Wei no era sólo su temperamento alegre. A menudo torturaba a sus sirvientes, azotándolos con alambres de hierro si estaba disgustado. Cada mes los cuerpos que salían de su villa no eran sólo uno o dos.

La familia Lin vino originalmente a las regiones occidentales para hacer negocios de seda y porcelana. Sin embargo, después de que Lin Wei tuvo éxito, la finca Yandang comenzó a involucrarse en negocios de armas y metalurgia. Se pudo ver que esta persona no era tan simple como se presentaba en la superficie.

Cuando se volvieron a encontrar en la capital, Lin Wei vio casualmente el "accidente" de Feng Xiao, y después de algunas investigaciones, finalmente expuso su propia identidad y lo invitó a unirse a los Trece Pabellones. Feng Xiao tiraba y empujaba, permitiendo que las corrientes fluyeran. Lin Wei ya estaba interesado en Feng Xiao para empezar, por lo que en ese momento, sintió que estaba más cerca de él que otras personas de su entorno, así que, sin saberlo, lo demostró con sus palabras.

"Después de no reunirse por tanto tiempo, Yuntian, su gracia permanece tan inquieta como siempre." Lin Wei sonrió, con la amargura oculta en su interior "Ya que eres uno de los nuestros, ¿por qué sigues llamándome 'Joven Amo'? Sólo llámame por mi nombre de cortesía: Huaya"

(N/T: me suena a Guaya, una fruta, ¡y da la casualidad de que también se le llama mamoncillo a la fruta así que esto no es coincidencia! xD)

"¡Me he acostumbrado a ello, no puedo cambiarlo!" Feng Xiao se rio, dirigiendo su mirada al que estaba detrás de él "¿Este debe ser el Jefe Ning?"

Ning Shewo se adelantó lentamente, juntó las manos y se inclinó: "Feng Gongzi es como su nombre, tan radiante como un jade".

Tenía más de cincuenta años, su figura un poco regordeta. Sin embargo, la piel de sus manos estaba más curtida que el resto de su cuerpo. A simple vista, uno podría decir que fue entrenado en un tipo específico de artes marciales y no se le podía tomar a la ligera.

Lin Wei vio a Feng Xiao y Ning Shewo hablando entre ellos, el primero no le prestó atención, no pudo evitar mostrar su disgusto.

Yu Xiu habló de repente: "No le gusta estar cerca de ti, así que ¿por qué molestarse en ser cariñoso?""

La expresión de Lin Wei se hundió. Miró a Yu Xiu y se rio repentinamente:

"Antes de que ese ojo tuyo se cegara, podría haber estado dispuesto a hablar más placenteramente contigo. Es una pena que tu persona ya no esté a la altura de tu nombre. Me pregunto si fue por esta razón que el Príncipe Jin abandonó la pieza de ajedrez que tenía de ti."

Yu Xiu se rio fríamente.

"Tú eres un manga cortada. ¿Crees que todos los que están bajo el cielo son similares a ti? Si no fuera por el Señor del Pabellón, ya te habría matado."

Entre todos los presentes, algunos de ellos manejaban el transporte acuático en el Sur, algunos de ellos movían los hilos entre la casta rica de la Dinastía del Norte; Fan Yun era rico en conocimientos, Yu Xiu incluso se atrevió a hacerse pasar por un Göktürk Khan, creando un episodio de caos sin esfuerzo. Aunque su plan fue arruinado por Cui Buqu y se convirtió en un forajido, todavía era un súbdito del Príncipe Jin, una persona de dentro del palacio. Se concedió que él sabía muchas cosas que sucedían en el palacio.

En el tema de las formaciones de batalla, estas pocas personas fueron suficientes para levantar una feroz y tempestuosa tormenta. Con suficientes preparativos, no les era imposible sustituir una nueva dinastía de la antigua.

Si Feng Xiao y Cui Buqu no estuvieran involucrados, podrían haber tenido éxito.

Sin embargo, estas personas eran originalmente héroes dispersos por todo el mundo. Aunque se habían reunido para lograr los mismos objetivos, ninguno estaba dispuesto a someterse al otro.

Cuando Yu Xiu estaba todavía al lado del Príncipe Jin, había sido un equilibrio de gracia y valor sólido, elegante y tranquilo. Ahora que hubo un gran cambio en su identidad, ya no reprimía su temperamento. No sólo estaba disgustado con Lin Wei; unas cuantas veces cuando su línea de visión se cruzaba con Feng Xiao, éste podía ver claramente en los ojos entrecerrados del otro la intención no oculta de matarlo.

Yu Xiu nunca olvidó su odio de aquella época, pero Feng Xiao no era alguien con quien fuera fácil llevarse bien, y ahora que se había unido a los Trece Pabellones de Yunhai, no era alguien a quien pudiera matar sólo porque quisiera. Así que, había transferido todo el resentimiento que había en él antes a Cui Buqu.

"¡Está bien!" Antes de que Lin Wei pudiera responder, Fan Yun ya había hablado para hacer las paces, "Ambos son señores de los Trece Pabellones, aunque haya desacuerdos entre ustedes, deben ser descartados. Hoy el Señor de los Pabellones nos ha convocado a este lugar para hacer los arreglos para lo que viene."

El interés llegó a su punto máximo en todo el mundo.

Fan Yun agregó repentinamente mientras su mirada observaba sus alrededores.

"¿Dónde está el Maestro Cuatro?"

Estaba preguntando por Yuan Sansi.

Yu Xiu dijo: "Después de anoche, desapareció".

Feng Xiao sonrió.

"Lo he visto".

Cuando vio que todos se habían vuelto para mirarle dijo la última parte de la frase: "En la puerta de Fong Xiaolian".

Todos dieron una mirada comprensiva.

Sólo Fan Yun le dio una mirada, de las que dicen mucho.

Hablando del diablo, vino.

"¡Feng Xiao, bastardo!"

En el momento siguiente, la figura de Yuan Sansi apareció en el salón de invitados interior.

Obviamente escuchó las palabras de Feng Xiao, extendiendo una mano para agarrar la otra.

Feng Xiao tranquilamente usó el abanico en su mano para detenerlo.

Sin embargo, con cada movimiento que Yuan Sansi hacía apuntaba a matar, sin dejar ningún espacio. Ambos estaban a punto de pelear en el salón de huéspedes interior, pero nadie se adelantó para interrumpir. En cambio, se alejaron para darles espacio para luchar, sin parpadear mientras la batalla ocurría, queriendo ver quién era superior.

Feng Xiao muy obviamente no tenía la intención de luchar una batalla real con él. Trajo la lucha en dirección de Fan Yun a propósito, usando la oportunidad de esconderse detrás del cuerpo de este. Al no ser consciente de que se había convertido en un escudo de la nada, Fan Yun se vio obligado a extender la mano y poner fin a ello.

"¡Habla bien si tienes algo que decir!"

"¡Fong Xiaolian está muerta!" Yuan Sansi exclamó enfadado.

Todo el mundo estaba conmocionado.

Para que una belleza como ella falleciera así, incluso Lin Wei, que nunca se interesó por las mujeres, no pudo evitar sentirse furioso y arrepentido.

"¡¿Cuándo sucedió?!"

Fong Xiaolian estaba en el puesto número trece, el último. A pesar de que sus artes marciales fueron clasificadas en último lugar, otras personas no pudieron hacer lo que querían con ella. Además, ¿quién habría matado voluntariamente a una belleza sin igual como ella?

Yuan Sansi miró a Feng Xiao.

"La noche anterior, oí que ambos se reunieron en privado en su habitación y al día siguiente ella está muerta. ¿Cuáles es tu excusa?"

Feng Xiao dio una mirada de inocencia.

"¿Qué explicación tengo que dar? Si estuviera involucrado de alguna manera con Fong Xiaolian, ya estaría furioso. ¿Cómo me vería tan animado? Por ahora, deja de lado si había rencores entre Fong Xiaolian y yo; Hermano Yuan, tu habitación no está cerca de la mía, ¿cómo sabrías que Fong Xiaolian y yo nos reunimos en privado? Incluso si deseas incriminar a alguien, seguramente esta no es la manera."

Se volvió hacia Fan Yun.

"Soy el Representante del Señor del Pabellón. Yuan Sansi es el Maestro Cuatro. ¿Cómo se trataría esta insubordinación?"

Yuan Sansi mostró una risa fría.

"¡Un Representante del Señor del Pabellón como tú ni siquiera ha sido declarado por el Señor del Pabellón! Ayer por la noche, el Maestro Fan y yo hablamos hasta tarde en la noche, así que no volví a mi propia habitación. Justo ahora cuando lo hice, estaba muerta en mi puerta. La cicatriz de sangre en su cuello era como la cuerda de un guqin. No creas que no sabría que has obtenido el guqin Yu Yin en el condado de Boling, usando sus cuerdas como arma. ¿Quién crees que fue si no fuiste tú?"

Feng Xiao habló de forma extraña: "¿Has pasado la noche con el maestro Fan? ¿De qué han hablado los dos durante toda la noche? Maestro Fan, ¿dice Yuan Sansi la verdad?"

Fan Yun habló con desgana: "En realidad, no se puede decir que hayamos hablado toda la noche. Después de medianoche, el hermano Yuan ya se había ido."

Yuan Sansi estaba furioso y sorprendido.

"Obviamente me fui sólo cuando estaba cerca del amanecer. Fan Yun, ¿realmente fuiste comprado por este pequeño bastardo?"

Fan Yun frunció el ceño.

"Hermano Yuan, cálmate. Hay más en la muerte de Fong Xiaolian de lo que se ve a simple vista. Por ahora, el asesino está indeterminado. No es demasiado tarde para tomar una decisión una vez que el Señor del Pabellón haya llegado. Vayamos y echemos un vistazo a ella primero."

Los demás no expresaron ninguna opinión. Fan Yun estaba en el medio y Yuan Sansi tampoco habló más. Miró fijamente a Feng Xiao antes de salir.

Después de no haber dado ni dos pasos, Yuan Sansi se detuvo de repente, su cara se congeló.

"¿Qué olor es ese?"

Lin Wei gritó: "¡Fuego!"

Sin esperar a que los demás respondieran, el sonido de la carrera de los guardias vino del exterior, gritando por ayuda sobre el fuego.

El corazón de Feng Xiao se desplomó cuando pensó en un Cui Buqu dormido al que le habían tocado los meridianos de su sueño.

"¡Hablaremos de nuevo una vez que salgamos!" dijo Fan Yun con una voz solemne.

Al mismo tiempo que sus palabras se disipaban en el aire, el suelo temblaba violentamente, porque incluso las rocas de la cima de la montaña caían rodando.

Las expresiones de todos cambiaron.

Feng Xiao dejó de pensar, dio el primer paso y corrió.

La mirada de Yu Xiu lo captó y lo siguió.

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