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C14: La idiotez en su máxima expresión
Cuando finalmente se presentó el informe, Su Shiyu no mencionó nada sobre Chu Mingyun, ni sobre el sospechoso Príncipe de Huainan.
El
Príncipe de Huainan era una persona increíblemente poderosa entre los señores
feudales. Jiangnan era un lugar próspero, y la extravagancia a la que se
entregaba en el estado feudal no tenía nada que envidiar a la de la familia
real. Era altivo y orgulloso, con excelentes soldados bajo su mando. No importaba
si las acusaciones de Tan Jing eran verdaderas o falsas, era imposible acabar
con el príncipe sólo con las palabras de Tan Jing. Así que, en lugar de alertar
al enemigo, ¿por qué no revelar primero lentamente todo el panorama?
Sin
embargo, Li Yanzhen convocó a Su Shiyu al Estudio Imperial.
Cuando
llegó, Chu Mingyun también estaba presente. Le acababa de ofrecer una copia de
un mapa y sonrió al verlo. Su Shiyu encontró tranquilamente su mirada y asintió
como saludo.
"He
leído el informe. ¿No es el castigo a Tan Jing un poco demasiado severo?" dijo
Li Yanzhen.
"De
acuerdo con la ley, además de la decapitación y la confiscación de sus bienes,
todos sus parientes también serían degradados a ciudadanos comunes y se les
prohibiría servir a la corte durante tres generaciones. Este humilde súbdito ya
ha tenido en cuenta las circunstancias", respondió imperturbable Su Shiyu.
"También
he oído hablar de los acontecimientos que giran en torno a Tan Jing y su esposa
estos días. Ya que su amor es tan profundo, ¿por qué no degradar sus rangos y
desterrarlos en su lugar? Conservando sus vidas", dijo Li Yanzhen.
"Tan
Jing es culpable de graves delitos. ¿Cómo se podría inculcar la autoridad si
estos asuntos se tratasen con descuido?" Su Shiyu lo miró.
"Al
final, sólo es una persona lamentable". Li Yanzhen suspiró.
"¿Acaso
la gente común que murió a manos de Tan Jing no era también gente
lamentable?" Su Shiyu dijo con calma: "Independientemente de lo
conmovedora que sea la historia, está mal. El Censorado ha juzgado a
innumerables criminales y todos tienen sus propias historias y razones. Si
todos dieran pena, ¿dónde estaría la autoridad? ¿Y cómo se podría conceder la
paz al país?"
(N/T:
Este man me agrada...)
“... Veo
que el amado súbdito Su sigue siendo tan terco", dijo impotente Li
Yanzhen.
"Su
Majestad", dio Su Shiyu. "¿Está pidiendo clemencia en nombre de los
criminales?"
“... Esta
es la única parte de ti que no soporto". Li Yanzhen dudó en responder. Giró
la cabeza para apartar la mirada de Su Shiyu, sus ojos se posaron en Chu
Mingyun, de pie a un lado con una cara que decía: esto no es de mi incumbencia.
"Bien, amado súbdito Chu, ¿cuál es tu opinión?"
Chu
Mingyun se tomó su tiempo para inclinarse, sin prestar atención a la mirada de
Li Yanzhen mientras decía: "Este humilde súbdito está de acuerdo con lo
que ha dicho Su Excelencia".
Su
Shiyu lo miró con sorpresa.
Chu
Mingyun continuó imprevistamente: "El rigor de la ley depende de cómo se ejecute".
Y así
se decidía el caso de Tan Jing. Al día siguiente, fue llevado al Mercado del
Oeste para ser ejecutado en público.
Tan
Jing se arrodilló en el recinto de la ejecución, levantando la vista hacia todo
lo que le rodeaba. Los rayos de luz eran los adecuados, todo estaba
floreciente. Observó los rostros enfadados de la gente común bajo el escenario
y, de repente, sintió que su corazón estaba en paz. El estruendo, las voces
indistintas a su alrededor, las maldiciones que pasaban volando por delante de
él llevadas por el viento, pero no oía nada. Cuando empezó a recorrer este
camino sin retorno, ya había previsto este momento.
Bajó
la cabeza y pensó en diez años atrás, cuando aún era pobre. Pensó en la época
en la que por fin se puso la toga oficial, en los momentos en los que charlaba
y conversaba con los amigos mientras se deleitaban con el vino. Pensó en sí
mismo, que rebosaba de ambición, pensó en... la mujer junto al estanque de
lotos que le miraba con cariño bellamente.
"A-Xiu"
No se
dio cuenta de que había cerrado los puños, murmurando con voz ronca: "... No
tengas miedo".
Tú
eres el única que vivirá, no tengas miedo.
Con tu
estado mental actual, no tardarás ni un día en olvidarme.
No
tengas miedo.
En la
mansión, la criada guiaba a la esposa de Tan Jing, que había estado
inconsciente los dos últimos días. En la mesa había una rica comida. La
sirvienta trajo un plato de sopa para ponerlo delante de ella.
"Señora,
es hora de comer".
A-Xiu
se quedó mirando el asiento vacío de enfrente. Se giró para mirar a la
sirvienta.
"¿A-Jing?"
"¿No
se lo dije antes? Su Excelencia ya no vendrá a casa. Señora, disfrute de su
comida a solas", dijo la sirvienta.
"A-Jing...
" A-Xiu miró el asiento vacío en trance.
La
sirvienta empujó el cuenco de sopa hacia ella, la miró y le dijo: "Si la
señora quiere ver a Su Excelencia, bébase esto rápidamente".
(N/T:
ah, maldita...!!!)
Parecía
que no la oía, murmurando "A-Jing" repetidamente.
La
sirvienta miró el cielo exterior y calculó el tiempo en su corazón. No podía
evitar sentirse un poco nerviosa. Se volvió para mirar a la tonta que aún se negaba
obstinadamente a moverse, y luego presionó rápidamente su mano sobre su hombro,
levantando el cuenco con una mano.
"A-Jing,
A-Jing... "
La
tonta se dio la vuelta para mirarla y de repente le agarró la ropa. La
sirvienta captó la pena en sus ojos y se quedó momentáneamente aturdida. A-Xiu
la soltó y luego se agarró el pecho, inhalando dos bocanadas de aire fresco con
nerviosismo antes de volver a levantar la cabeza para dejar que unas lágrimas
transparentes cayeran por su rostro. "A-Jing..."
“... ¡A-Jing,
A-jing!" Dejó escapar sollozos espasmódicos, una y otra vez, mientras
pronunciaba el nombre de Tan Jing. Sus emociones eran cada vez más inestables.
La
sirvienta se sentía un poco impaciente, pero aun así apretó los dientes para
hablar con suavidad: "¿Quiere la señora ver a Su Excelencia?"
El
cuerpo de A-Xiu no pudo evitar temblar. Miró fijamente a la sirvienta. La
sirvienta le puso el cuenco en las manos.
"Beba
esto. Bébase esto, luego podrá volver a verlo".
A-Xiu
dejó caer lentamente su mirada sobre el plato de sopa que tenía en sus manos. Splip
Splip. Sus lágrimas caían en la sopa.
"¡Es
mediodía!" El oficial que supervisaba la ejecución gritó: "¡Lleven a
cabo la ejecución!"
Con un
gesto de la mano, la orden fue lanzada al suelo señalando la ejecución. La
reluciente hoja de ejecución cayó y el cadáver se desplomó pesadamente en el
suelo. El rojo carmesí se extendió lentamente por la tabla de color marrón,
goteando en el polvo y el suelo.
Su
Shiyu retiró la mirada que había mantenido en el cielo, y se volvió para
observar a Du Yue corriendo hacia él.
Du Yue
se detuvo bruscamente frente a él. Jadeando, dijo: "Primo Hermano... ¿me
estabas buscando?"
"Si",
dijo Su Shiyu, abriendo las cortinas del carruaje. Después de que Du Yue se abrió
paso, Su Shiyu continuó: "Hay un paciente que te requiere. Hoy, sígueme a
la mansión de Tan Jing para echar un vistazo a la situación, luego nos
dirigiremos a mi mansión y echaremos un vistazo a su estado".
"¿Tan
Jing?" Du Yue lo pensó arduamente. "¿El que se supone que será
ejecutado hoy?"
"Sí".
"Primo
hermano, ¿incluso estás confiscando propiedades en persona?" Du Yue le miró
con respeto. "No es de extrañar que Qin Zhao dijera que siempre estabas
ocupado, negándote a que jugara contigo".
"Resulta
que hoy estoy libre". Su Shiyu lo pensó un momento y luego dijo: "En
los días habituales, tampoco estoy demasiado ocupado. Puedes venir cuando
quieras; no hace falta que le hagas caso".
Poco
después, llegaron. Los oficiales y soldados ya los tenían rodeados. Su Shiyu se
bajó del carruaje y los funcionarios encargados de confiscar las propiedades de
Tan Jing se apresuraron a darle la bienvenida.
"¿Qué
ha pasado?"
"Ah...
" Los funcionarios se limpiaron el sudor de la frente. "La esposa de
Tan Jing ha muerto".
La
mansión estaba vacía. Una mujer estaba sobre la mesa, con espuma sanguinolenta
brotando de la comisura de los labios. Su cadáver se había enfriado.
La
expresión de Su Shiyu se congeló. En silencio, estudió la habitación. Todos los
funcionarios trataban de explicarse, diciendo que todo sucedió antes de que
ellos llegaran.
Du Yue
caminó en círculo mientras se pellizcaba la frente. Su mirada se posó
finalmente en el cuenco vacío junto a la mano de A-Xiu. Se adelantó para mojar
las yemas de los dedos en la sopa sobrante y olerla. De repente, sus ojos se
iluminaron y justo cuando quiso llamar a Su Shiyu, su vista captó el rostro de
A-Xiu y se detuvo. Du Yue se inclinó y examinó de cerca.
Su
rostro era verde, pálido y marchito, con un aspecto vagamente ceniciento. Su
mano sobre la mesa era flaca y huesuda.
"Primo
hermano". Du Yue se inclinó más cerca.
"¿Fue
envenenada?" preguntó Su Shiyu.
Du Yue
asintió con la cabeza y dijo: "Primo hermano, ¿podría preguntar dónde
están colocadas sus medicinas habituales? Quiero echar un vistazo".
Los
sirvientes de la mansión les condujeron al armario medicinal lleno de frascos
de cerámica, pero todos estaban vacíos. Du Yue abrió y examinó cada uno de los
frascos antes de encontrar por fin un poco de polvo negro en uno de los frascos
del rincón. Lo examino seriamente durante un rato, su rostro se volvió
lentamente solemne.
"¿Pasa
algo con la medicina?" preguntó Su Shiyu.
Du Yue
parecía albergar conflictos internos antes de lanzarle una mirada. Su Shiyu se
dio la vuelta para ordenar a la gente que se fuera, y luego continuó:
"Habla, sea cual sea la verdad que descubriste".
"Esta
cosa... se considera medicina, pero si esto es con lo que se llenó toda la
botella, entonces la porción la haría tóxica".
“..."
Su Shiyu trató de entender lo que quiso decir.
"Bueno,
esto es en realidad opio. No tenemos mucho de esto aquí. Incluso para mí, sólo
lo he visto unas pocas veces en la casa del Maestro. He oído que es
especialmente caro" dijo Du Yue "Es un poco similar al Polvo de Cinco
Minerales [1]. Ingerir demasiado haría que uno se sintiera volátil o
incluso adicto. Si se les negara, incluso perderían el control y caerían en la
locura. Por lo que me has descrito del estado de la señora, creo que no es una
enfermedad. Es por esto".
La
mirada de Su Shiyu se oscureció lentamente y dijo: "Lo que quieres decir
es... Ella no estuvo enferma. ¿Alguien se valió de su locura para persuadir a
Tan Jing de que este veneno era una medicina para manipularlo?"
"¿Ah?"
Du Yue sacudió la cabeza. "No tanto así. Pero si el Primo Hermano lo dice
así, es más o menos la verdad".
"Este
opio del que hablas, ¿podría crecer en las regiones de Huainan?" preguntó Su
Shiyu.
"Hay
muchas cosas venenosas en las Regiones del Sur. Esta cosa vino de ese lugar
para empezar".
Mientras
Su Shiyu escuchó esto, recordó la mirada de Tan Jing cuando mencionó a su
esposa en la prisión. De repente, soltó una carcajada silenciosa y luego dio un
ligero suspiro:
"La
idiotez en su máxima expresión".
...
NOTA
DE AUTOR:
Es
posible que quieran decir algo ante la aparición del opio.... Pero en realidad,
desde la dinastía Qin, el opio ya existía. Tiene una larga historia como toxina
wei, polvo de cinco minerales fue más popular durante los períodos Wei y Jin.
Todos los literatos estaban enamorados de él. Es bastante similar a la
metanfetamina.
GLOSARIO:
[1] 五石散 una droga psicoactiva
venenosa popular durante los períodos de las Seis Dinastías y la Dinastía Tang
de China.
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Que triste final para esa pareja
ResponderBorrarEsa revelación... tremendo plot twist, tsk :(
ResponderBorrar¡Qué tristeza! ¿Pero por qué no consultaron con otros médicos?
ResponderBorrar