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C24 - Fuertes Vientos A Las Afueras de la Capital


En este episodio, el Pavo Real Feng y Xiao Cui no aparecieron

La mansión estaba escondida en la ciudad y fuera de la vista de todos sin que nadie se diera cuenta.

Sus puertas estaban cerradas la mayor parte del año, sólo ocasionalmente una pareja de ancianos medio sordos salía de la finca para comprar verduras y carne.

Cuando los vecinos preguntaron, descubrieron que la persona que vivía en la mansión fue diagnosticada con enfermedades graves, por lo que no podían salir de ahí. Bajo la simpatía de los demás, y el temor de que tal enfermedad fuera contagiosa, después de algún tiempo, nadie se atrevió a preguntar más.

Quienquiera que viviera dentro de esa mansión finalmente alcanzó algo de paz sin nadie que le molestara.

Ahora, ya era tarde y el silencio reinaba en la noche. Todas las casas habían apagado sus velas y dormido; así que la casa, enclavada entre ellas, se había vuelto más tranquila todavía.

Qiao Xian y Zhangsun Bodhi se escondieron cerca de la esquina e intercambiaron miradas.

Zhangsun preguntó moviendo los labios: “¿estás segura de que este es el lugar?”

Qiao Xian no quería conversar con él. Impaciente, saltó al tejado.

Zhangsun sacudió la cabeza por detrás, pero la siguió de todas formas.

Los dos cayeron sobre el tejado en silencio. Doblando su cintura, Qiao Xiao casi había levantado una teja, pero su mano fue sostenida por Zhangsun.

Este último indicó hacia arriba en la luna, y Qiao Xian detuvo instantáneamente sus movimientos.

La luna y las estrellas brillaban luminosamente esta noche. Si la mansión estuviera envuelta en la oscuridad, la luz que brillaba desde arriba los habría delatado. Tal vez la gente común no lo hubiera notado, pero un hábil artista marcial ciertamente habría sido alertado.

Aunque Qiao Xiao no percibió a nadie en la mansión, aun así, fue cautelosa. Mejor prevenir que lamentar.

Qiao Xiao descendió para echar un vistazo y descubrió que una de las ventanas tenía un agujero. Había un pilar junto a ella, así que podía ocultar tanto su sombra como la de Zhangsun, permitiéndoles asomarse al interior de la mansión.

¿Había alguien en la mansión?

Qiao Xian se escondió bajo el árbol y le hizo un gesto.

Zhangsun observó discretamente el lugar y le dio una respuesta sorprendente: Había alguien.

La cara de Qiao Xian se volvió sombría.

La persona de la mansión estaba separada de ellos por una simple pared. Si no podían sentir su presencia dentro, simplemente significaba que eran bastante hábiles.

No era un asunto fácil.

¿Podría ser que supieran que venían, y se hubieran preparado de antemano?

En ese momento, un ruido metálico sonó desde detrás de la mansión.

Era increíblemente débil, pero no podía evadir los oídos de Qiao Xian y Zhangsun.

Y por supuesto, tampoco podía escapar del que estaba dentro de la mansión.

"Todos habéis venido, ¿por qué actuar con tanto secreto?"

La mujer de la casa solariega resopló ligeramente, aunque no velaba su sutil ira, su tono era encantador y delicado. Hacía que uno quisiera ver su cara.

Qiao Xian y Zhangsun intercambiaron miradas y se desplazaron hacia la oscuridad, queriendo ver a la tercera persona revelarse.

"¡Sal!" La mujer de la casa solariega no pudo oír una respuesta y volvió a gritar, su voz fría y aguda como cuchillos.

Detrás de la mansión había un suave estruendo. Una sombra negra emergió, abrió la ventana y entró, comenzando una batalla con la mujer de la mansión.

Los oídos de Qiao Xiao estaban alerta; ella escuchaba atentamente. La batalla tuvo lugar a poca distancia, así que sólo pudo oír que la mujer de la casa solariega usaba algo parecido a un látigo como arma.

La otra persona usó una espada; sonó e hizo vibraciones, llevando una intención de matar. Cada movimiento que hacía apuntaba a los puntos fatales de la mujer. Aunque la mujer no podía aprovecharse de ello, por ahora, se las arregló para escapar de todos esos ataques.

Pero este tipo de escenas no suelen durar mucho tiempo; si no se equivocan, la mujer finalmente parece haberse quedado sin paciencia, y su fuerza debilitándose, parecía el momento apropiado para quitarle la vida.

Por supuesto, Qiao Xian y Zhangsun no podían dejar morir a la señora Miao. Aún tenían que interrogarla sobre el caso, así que ambos se apresuraron a entrar en la mansión sin dudarlo.

La mujer estaba luchando con un hombre enmascarado. Qiao Xian descubrió entonces que no usaba ningún látigo, sino que usaba su faja.

No se sabía de qué estaba hecha esa faja blanca; era suave pero firme; ni siquiera una espada podría cortarla por la mitad. El hombre enmascarado usó una técnica de asesinato - cada movimiento que hacía lo exponía abiertamente; simplemente se concentraba en quitarle la vida al otro.

Si no fuera por el arma en su mano, la mujer ya habría caído ante su espada.

Cuando Qiao Xian y Zhangsun entraron corriendo, la expresión de la mujer cambió como si dos enemigos más hubieran aparecido. Distraído, el hombre enmascarado apuntó su espada hacia el punto entre sus cejas.

Naturalmente, Qiao Xian y Zhangsun no permitieron que esto sucediera.

Zhangsun disparó un abalorio budista hacia la sien del hombre enmascarado, mientras Qiao Xian sacaba su espada para cortarle la muñeca.

Quien sabía que el otro ni siquiera se preocupaba por su propia vida y continuaba avanzando, decidido a matar a la señora Miao.

Cuando la espada casi aterrizó, la señora Miao se inclinó hacia atrás con los dedos de los pies en punta de pie en una posición imposible, evitando la hoja que de otra manera hubiera cobrado su vida.

La espada del hombre enmascarado pasó justo por delante de ella.

En cuanto a lo que la espada atrapó, los filamentos cayeron al suelo. La señora Miao sólo sintió que su cuero cabelludo le picaba de dolor y extendió la mano para tocarlo, evitando que quedara expuesto.

Como la espada acababa de cortarle una parte del pelo que incluso su cuero cabelludo sangraba, si hubiera dependido de los dos recién llegados para ayudarla, y no hubiera intentado salvarse, su cadáver ya estaría en el suelo.

El hombre enmascarado mostró una mirada de ira a través de sus ojos, viendo que había fallado y que tantos otros presentes le estaban obstaculizando; cada movimiento suyo se volvió aún más feroz y mortal.

Zhangsun disparó una cuenta tras otra, apuntando a la espada del otro. El enemigo no pudo evitar retroceder, lo que le impidió acercarse a la mujer.

Qiao Xian temía que la señora Miao aprovechara la oportunidad de escapar, así que dejó a Zhangsun con el hombre enmascarado y fue tras ella, con la intención de capturarla.

En ese momento, la señora Miao separó sus labios para hablar, con un tono severo.

Pero Qiao Xiao no pudo entender sus palabras y se negó a ir más despacio.

La señora Miao dio una extraña mirada, cambiando a chino:

"¡¿Quién eres?!"

Qiao Xiao: "Alguien que puede ayudarte a salir de esto; si no quieres morir, síguenos".

La señora Miao resopló: "Hay mucha gente que me quiere muerta, pero aun así he vivido hasta ahora".

Mientras hablaban, Zhangsun no quiso pelear más con el otro; así que rápidamente sacó un mortero corto, y con un golpe de muñeca, creció de una pulgada a algo tan largo como dos pies, golpeándolo contra el pecho del hombre enmascarado.

El hombre enmascarado contraatacó con su espada sin dudarlo, pero Zhangsun había infundido toda su fuerza interior en el golpe. La espada no sólo no la bloqueó, sino que se partió por la mitad, hiriendo también al hombre enmascarado.

Zhangsun Bodhi quiso apoderarse de él, para poder averiguar quién en el mundo quería quitarle la vida a la señora Miao; pero el hombre enmascarado, viendo que su misión había fracasado, inmediatamente mordió una píldora de veneno en su boca y murió en el acto.

Qiao Xian le dijo a la señora Miao: "Has visto lo poderoso que es este hombre. “Las Trece Historias” de Yunhai no sólo posee un artista marcial tan hábil como él. Si se ha ido, hay alguien más para reemplazarlo, pero podemos garantizar su seguridad."

Los hermosos ojos de la señora Miao brillaban: "¿Quién eres? ¿Por qué debería creerte?"

Qiao Xian: "Por esto".

Sacó una ficha de su manga. Cuando la señora Miao miró de cerca, tenía escritas cuatro palabras: Kaihuang Zuoyue

La ficha parecía de oro, pero no lo era. Una mirada y uno podría decir que era algo importante.

Qiao Xian: "Somos súbditos de la Agencia Zuoyue bajo el Emperador del Imperio Sui; nuestros cargos equivalen a los de los seis ministerios. No importa el peligro que corran, si se alían con la Agencia Zuoyue, pueden estar seguros."

La señora Miao preguntó sospechosamente: "Sólo sabía que el Emperador envió a la Agencia Jiejian para investigar. Nunca he oído hablar de la Agencia Zuoyue."

Qiao Xian: "La Agencia Jiejian fue establecida por el Emperador. La Agencia Zuoyue fue establecida por la Emperatriz. Actualmente, el Emperador y la Emperatriz están hombro con hombro en la corte. ¿Esto, estoy segura de que has oído hablar de esto?"

Viendo que Qiao Xian trataba pacientemente de convencerla, supo que la otra persona no era alguien que vino aquí para matarla, así que se relajó, dando vueltas a su pelo con el dedo, hablando de manera relajada.

"Pero a los que he ofendido no son comparables a ustedes"

Qiao Xian: "El Comandante de la Agencia Zuoyue es similar al del Ministro de Justicia. En este momento, está dentro de Ciudad de Liugong. Si acepta cooperar con nosotros y encontrar el Jade del Lago del Cielo; incluso si mata al embajador de Khotan, nuestro comandante puede garantizarle que su vida no correrá peligro, y le enviará lejos. Por lo que entiendo, sería mejor que eligieras confiar en nosotros, en lugar de ser cazada después."

La señora Miao sólo podía parpadear. Aunque la hemorragia en su cuero cabelludo se detuvo, la herida aún parecía seria. Sólo porque era extremadamente hermosa, permitía pasar por alto la herida incómoda.

"Así que, en ese caso, ¿ya conoces mi relación con Yuchi?"

¿Yuchi? ¿Yuchi Jinwu? ¿El embajador de Khotan que murió?

Qiao Xian y Zhangsun intercambiaron miradas, y ambos se las arreglaron de repente para conectar todo, pero sus caras no traicionaron sus pensamientos.

"Eso es correcto. Somos conscientes de ello."

La señora Miao: "Bien, entonces. Te lo diré. El que asesinó al embajador de Khotan y el que robó el jade son la misma gente. En este momento, está dentro de la ciudad."

Qiao Xian: "¿Cómo se llama y dónde está ahora?"

La señora Miao: "Él es..."

Pero antes de que pudiera terminar, ¡desapareció en un instante!


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