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C04 - Fuertes Vientos A Las Afueras de la Capital
Mi nombre es Feng Xiao, vengo de la Agencia de Jiejian
El
asesino estaba decidido a lograr lo que había venido hacer.
Antes
de que la espada atravesara las cejas de su objetivo, ya estaba imaginando la
victoria de tener la cabeza del otro en sus manos.
Esta
espada podría romper el oro y cortar el jade. Incluso si los
huesos fueran fuertes, no eran nada en comparación con el acero inflexible
de la espada.
El
asesino anteriormente no quería tratar con este individuo personalmente: una
vida vulnerable y frágil. Sin embargo, no podía rechazar las órdenes de
sus superiores. Si este hombre enfermo no muere, entonces sería él
quien muera.
Si
nada salía mal, en el momento siguiente, la espada perforaría el lugar entre
las cejas de esa persona con sangre fresca rodando por la herida, goteando como
un pequeño río por su nariz.
La
cara de esta persona estaba tan pálida como un fantasma. Sin duda, había
estado enfermo por muchos años. Pero como el color de la sangre y su piel
pálida contrastarían entre sí, sin duda sería una vista para admirar.
El
asesino pensó en secreto para sí mismo: había visto este tipo de escenas
demasiadas veces. Fue solo porque el aspecto de esta persona Cui no era
malo, que se sintió inquieto por las consecuencias de terminar su trabajo.
Sin
embargo, todos sus planes fracasaron en el siguiente segundo.
Los
ojos del asesino se agrandaron cuando miró la mano que salió de la nada.
Esta
era una mano indudablemente firme: sus uñas limpias y elegantes, los huesos
perfectos y saludables. El color de la piel era uniforme y claro.
Si
hubiera sido cualquier otro día, el asesino habría cortado tal mano y la
admiraría durante unos días antes de tirarla..
Pero
por ahora, no tenía el deseo de admirar la mano porque se había convertido en
una maldición para él.
¡Con
un movimiento de dos dedos, le partió la espada por la mitad!
El asesino
se quedó boquiabierto en su incredulidad, pero fue rápido en sus acciones.
Confiar en sus instintos era algo innato para aquellos cuya vida pendía de un
hilo. Y así, se las arregló para evitar un puño dirigido hacia él.
Además,
esto era sólo el comienzo. Su adversario estaba vestido de blanco,
persiguiéndole sin descanso. Con sólo sus manos, podía pelear con el asesino en
igualdad de condiciones, a pesar de que éste sostenía una espada.
Inicialmente,
la gente había abarrotado el templo, pero ahora todos habían huido. Los únicos
que quedaban eran los jóvenes Taoístas, pero incluso ellos tuvieron que correr
para esconderse detrás de un pilar.
Cui
Guanzhu estaba muerto de miedo, sentado donde estaba, incapaz de moverse.
Con
sólo una mirada, el asesino sabía que no ganaría contra el hombre ante sus
ojos.
Con
este pensamiento en mente, el asesino apretó los dientes y tomó una decisión.
Usó la
espada rota y la lanzó contra el hombre usando una décima parte de su fuerza.
Al menos, podía retrasar a su adversario y ganar tiempo para sí mismo.
Pero
este tiempo no era suficiente para escapar, así que el asesino se lanzó sobre
la persona sentada en el suelo.
Era
tan rápido como una sombra. Cui Guanzhu
abrió los ojos, presionando ambas manos en el suelo. Quería levantarse, pero
debido a que su cuerpo no respondió después del choque, no pudo evitar al
asesino a tiempo.
"¡Traidor!
¡Hoy, ciertamente morirás!"
No
estaba seguro de si eran sus acciones o esas palabras, pero el rostro Cui Guanzhu
se puso más pálido, incluso soltando algunas toses.
De
repente, el asesino ya no podía moverse. Volviendo su mirada hacia abajo, vio
que una espada rota había atravesado su pecho. La sangre goteaba, y en esa gota
de sangre, había palabras de burla pronunciadas contra él, no permitiéndole
morir en paz.
Usando
un pie, Feng Xiao hizo rodar el cadáver del asesino hacia un lado. Mirando la
mancha de sangre en el suelo, tomó un desvío a su alrededor y se presentó ante
el Maestro Taoísta Cui que aún no se había recuperado de su shock.
"¿Eres
Cui Buqu?"
Se
puso de pie, alto y poderoso, con la espalda contra la luz, mirando como si
estuviera interrogando a un prisionero.
Los
jóvenes Taoístas finalmente volvieron a sus sentidos y salieron corriendo de su
escondite.
Cui
Buqu tosió unas cuantas veces y se puso de pie mientras los jóvenes le ayudaban
a levantarse. Llevaba una simple túnica, con la mirada fija en el adversario.
"Sí,
soy Cui Buqu. Estoy muy agradecido por salvarme. Por favor, dígame, ¿puedo
preguntarle su nombre?"
Feng
Xiao caminó unos pasos adelante, subiendo al estrado. El sol brilló sobre su
cabeza, resaltando sus hermosos rasgos.
Cui
Buqu había viajado por todas partes. Había conocido a más personas que el
número de granos que comía, pero Feng Xiao se las arregló para que perdiera la
concentración por un segundo.
El
otro tenía ojos agudos como si pudieran materializarse delante de él y quemar
dos agujeros en su cuerpo. Cui Buqu podía sentir esa misma sensación en él.
"¿Puedo
preguntar si algo de lo que he hablado está fuera de lugar? Si es así, sigo
agradecido por su oportuno rescate".
Feng
Xiao, "¿Por qué quería matarte?"
Cui
Buqu sacudió la cabeza: "No tengo ni idea de quién es".
Feng
Xiao, "Antes de morir, afirmó que eras un traidor".
Cui
Buqu, "Sin duda nunca lo he conocido. Tampoco sé por qué dijo eso, tal vez
me confundió con otra persona."
Feng
Xiao sonrió débilmente, "El Templo Zixia no es el único templo de la
ciudad, y tú tampoco eres el único Taoísta. ¿Por qué no confundió a otros, sino
a ti?"
La tez
de Cui Buqu palideció, "Entonces deberías preguntarle. ¿Cómo lo
sabría?"
Feng
Xiao respondió fríamente: "Es absurdo preguntarle a una persona muerta.
Por lo tanto, sólo puedo preguntar a los que todavía están vivos.
¡Guardias!"
Tan
pronto como habló, siete u ocho hombres rodearon todo el patio.
Dos
hombres se adelantaron y capturaron a Cui Buqu, así como a todos los jóvenes
presentes en la zona.
No
hubo resistencia. Fue inútil.
Cui
Buqu dijo bruscamente: "¿Quiénes son ustedes? ¿cómo pueden capturar
naturalmente a quien quieran? ¿Se ha vuelto el Imperio Sui tan anárquico?"
"Tienes
razón. Mientras sospeche de alguien, puedo capturarlo. ¿No quieres saber quién
soy?"
Feng
Xiao dio un paso adelante, sosteniendo el mentón de Cui Buqu antes de levantarlo
para mirarlo a los ojos.
"Sólo
diré esto una vez, así que recuérdalo bien. Mi nombre es Feng Xiao. Vengo de la
Agencia Jiejian."
…..
Cuando
el emperador Sui subió al trono, creó los tres departamentos y los seis
ministerios.
Aparte
de eso, sintió que las Llanuras Centrales y los Göktürks estaban en un estado
de caos. Así que, para asegurar su poder, estableció la Agencia Jiejian, junto
con los seis ministerios; ellos sólo responderían ante él. A pesar de que sus
tareas eran altamente confidenciales y pocas personas las conocían, la Agencia
Jiejian tenía un inmenso poder en la medida en que se les permitía actuar
primero antes de buscar la aprobación del emperador.
Dentro
de la Agencia Jiejian, había una Piedra de Cuchilla regalada por el propio
Emperador Sui. Aquellos que no tenían ningún puesto en la corte, a veces,
incluso los propios príncipes, no se les permitía entrar en la Agencia Jiejian
sin antes quitarse las espadas. Tal era la importancia de la Agencia Jiejian.
El
incidente del asesinato del embajador de Khotan en la llanura central tuvo una
prioridad especial. Temían que la gente de la corte conspirara entre ellos, así
que asignaron un embajador especial de la Agencia Jiejian para recuperar la
realeza de Khotan.
Debido
a esto, Feng Xiao fue enviado aquí, pero no esperaba llegar un paso más tarde:
la realeza de Khotan fue asesinada en las afueras de la Ciudad de Liugong; una
mujer que estaba con él desapareció, así como una lista de tributos.
El
culpable había robado la lista de tributos; la persona también debío haber
tomado un artículo registrado en ella.
Khotan
poseía muchos jades hermosos y joyas raras. Cualquiera que fuera ese valioso
objeto, tenía algo que ver con el jade. Feng Xiao trabajaba en la Agencia de
Jiejian y conocía muchos asuntos mundanos extraños.
Sabía
del Jade del Lago del Cielo del Reino de Khotan. Sospechaba que era el tributo
perdido que buscaban.
Sin
embargo, esto sólo complicó el caso.
El
culpable había planeado esto durante bastante tiempo. Tal vez podrían haber
sido los Göktürks, pero también podría ser alguien que mezcló a los Göktürks
sólo para crear una cortina de humo.
El
hombre enviado a Khotan aún no había enviado una respuesta, así que Feng Xiao
dirigió su atención a la Ciudad de Liugong, sobre el Taoísta que se hizo famoso
a los dos meses de mudarse aquí.
"¿Puedo
preguntar qué alianza es la Agencia Jiejian en la provincia de Jianghu? Soy un
hombre sin poder ni dinero, y rara vez me relaciono con gente del mundo de
Jianghu. ¿Qué he hecho para ofenderte?"
Cui
Buqu fue llevado a la mansión Qiushan. El otro hombre no lo interrogó
duramente, y no lo encerró... por supuesto, no era necesario. Cui Buqu era una
persona común y corriente sin habilidades en artes marciales.
Se
sentó frente a Feng Xiao, cara a cara. Entre ellos, había incluso una taza de
té caliente, casi como si dos amigos se pusieran al día con los viejos tiempos.
Cui
Buqu había estado en shock hace unos momentos, el hecho de que casi lo mataran
se sintió como un sueño.
Feng
Xiao le dijo perezosamente, "Como discípulo del Palacio de la Academia
Liuli en la provincia de Fangzhang, ¿no tienes ni idea de lo que es la Agencia
Jiejian?"
Sacó
un colgante de jade del tamaño de dos dedos y lo arrojó ante Cui Buqu.
“Esto
fue encontrado debajo de tu almohada. Me imagino, Maestro Cui Guan,
¿Qué ya puedes dejar de fingir inocencia?”
El
Palacio de la Academia Liuli en la provincia de Fangzhang era una alianza
independiente. Sus discípulos no se involucraban en asuntos mundanos de
Jianghu. Algunos de ellos también ocupaban su lugar en
las llanuras centrales, viviendo como vagabundos entre los hombres
comunes.
Lo más
importante era que los discípulos del Palacio de la Academia Liuli sabían
prácticamente todo bajo los cielos. Como Cui Buqu era discípulo del
Palacio de la Academia Liuli, incluso si la agencia de Jiejian era
una agencia secreta, era imposible que no hubiera escuchado nada al
respecto.
Cui
Buqu suspiró.
“Para
ser sincero, he oído hablar de la Agencia Jiejian, pero soy un hombre simple y
no trato con funcionarios imperiales. Fingí ignorancia para salvarme de
muchos problemas. Además, estás equivocado. No soy discípulo del
Palacio de la Academia Liuli. Sin embargo, conozco a un anciano, un
huésped del Palacio Qingli, que estudió con la familia Chunqiu y me enseñó
durante años. Me dio el colgante de jade por razones prácticas, para que
pudiera visitarlo libremente.”
Feng
Xiao levantó las cejas. “¿Así que eres un discípulo? Eres
taoísta y aprendes a jugar como tal con palabras, ¿no sientes que has
avergonzado a tus antepasados?”
Cui
Buqu respondió honestamente. “¿Qué opción tengo? Los taoístas también
necesitan comida para sobrevivir. Si mi discurso no es lo suficientemente
convincente, ¿cómo tendría el Templo Taoísta Zixia la gloria que tiene hoy?”
Feng
Xiao, "¿Quién es Qin Miaoyu?"
Cui
Buqu, "¿Quién es ese?"
Feng
Xiao, “El embajador de Khotan fue asesinado. Su concubina: Qin Miaoyu
ahora está desaparecida. Antes de casarse, era ciudadana de la Ciudad de
Liugong. Le encantaba visitar el Templo del Buda de Jade y el Templo
Taoísta de Zixia. Hace dos meses, llegaste al Templo Taoísta de Zixia y lo
devolviste a su gloria. A juzgar por tus habilidades, podrías haber ido a
cualquier templo que quisieras, pero ¿por qué el Templo Taoísta Zixia?”
Era
agresivo mientras hablaba, y su cuerpo seguía avanzando, se inclinó cerca de
Cui Buqi, su aliento golpeando su cara, de modo que Cui Buqu frunció el ceño
ligeramente, y quería retroceder, pero fue sostenido por sus hombros.
"El
aroma de las flores de ciruelo". La nariz de Feng Xiao estaba cerca
del cuello del otro hombre. Él habló en voz baja: "Este era el mismo
olor en el carruaje de Yuchi Jinwu. ¿Cuál es tu relación con su concubina? O
digamos que te hiciste pasar por mujer y lo asesinaste."
Cui
Buqu se rio, “Mírame. Incluso si me disfrazase de mujer, nadie lo creería,
¿verdad? Si usas el atuendo de una mujer, puede que te sienta más
bien que a mí. En cuanto a su aroma de flor de ciruelo, hoy había mucha
gente en el templo. Ni siquiera recuerdo con cuántas personas he hablado,
así que, ¿Por qué es tan extraño que tenga ese aroma?”
Feng
Xiao lo fulminó con la mirada.
Aunque
el otro hombre rechazó limpiamente todas sus responsabilidades y fingió
inocencia, Feng Xiao actualmente no tenía ninguna evidencia en su contra.
La
forma en que reaccionó Cui Buqu fue demasiado tranquila. Fue un poco
sospechoso.
¿Qué
hizo Cui Buqu antes de venir al Templo Taoísta de Zixia, y de dónde
vino?
¿Cómo
compartía una relación con un miembro del Palacio de la Academia Liuli de la
provincia de Fangzhang?
Todo
estaba confuso y tenía poco sentido.
"Parece
que Cui Guanzhu insiste en negarse a confesar..."
Feng
Xiao lo apartó, permitiendo que el otro hombre fuera tomado por sorpresa,
antes de darse la vuelta.
Se
limpio la ropa como si temiera que el polvo en el cuerpo de Cui Buqu manchara
su ropa.
"¿Sabes
por qué te traje a esta mansión?"
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