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C02: Fuertes Vientos A Las Afueras de la Capital
Cui Buqu
Investigar
todo lo que sucedió durante una noche en un clima tan terrible, era realmente
arduo.
El
lugar del desafortunado incidente no estaba lejos de la ciudad de Liugong, por
lo que la noticia del asesinato del embajador de Khotan mientras se dirigía
hacia allí se extendió por toda la ciudad.
El
magistrado del condado estaba asustado, aterrorizado de que lo involucraran.
Casualmente
en este momento, desde la capital, llegaron algunas personas por orden del
Emperador de recibir al Embajador Khotan.
¿Quién
podría haber adivinado que antes de poder recibirlo, se habían encontrado con
un caso de asesinato?
El
magistrado del condado de la ciudad de Liugong estaba temblando de miedo, en
una pose servil, él solo quería desechar la responsabilidad como una papa
caliente.
Sin
embargo, lo que lo sorprendió fue que este importante huésped de la capital no
era fácil de tratar. No dijo nada al respecto, pero aceptó el caso y sacó
a la gente a investigar.
El magistrado
del condado, Liu Lin, levantó la cabeza y observó cómo el viento se calmaba
gradualmente y la nieve amainaba. Él exhaló un suspiro.
Como magistrado
del condado de la ciudad de Liugong, sería difícil para él evitar asumir la
responsabilidad si la Corte Imperial quisiera investigar la muerte del
embajador de Khotan fuera de su ciudad.
Mientras
reflexionaba sobre ello, no tenía idea de qué bandido era tan audaz como para
asesinar al embajador de otro país. Pero por así decirlo, nunca había oído
hablar de ningún bandolero audaz en Liugong.
Los
ladrones de poca monta no se habrían atrevido a intentar crear una escena tan
grande….
Mientras
pensaba volteaba el cadáver para echar un vistazo.
Todos
los guardias estaban ocupados barriendo la nieve que se había acumulado,
revelando entre siete y ocho cadáveres que estaban enterrados debajo.
La
mayoría de ellos tenían las mismas heridas que el cadáver anterior, les había
rajado la garganta, herida que les quitó la vida.
Solo
el hombre vestido lujosamente en el carruaje de caballos tenía un agujero
perforado en el pecho.
Liu
Lin naturalmente se inclinó para sacar un cuchillo de la nieve y exclamó
abruptamente: "¡Un cuchillo largo de los Göktürks!"
"¡Aquí
también hay un cuchillo largo!" otro agente gritó.
Mientras
levantaban el cuchillo, todavía había sangre en él. Este era un arma que
había matado a muchas personas.
¡¿Podrían
ser los Göktürks quienes lo hicieron?! Liu Lin se sintió asombrado.
Cuanto
más lo pensaba, más probable era que sintiera que era una teoría posible.
Todos
sabían que, si los Göktürks y el Gran Sui se involucraban en una guerra, los
que estaban al margen tampoco se atreverían a dormir en paz.
Durante
mucho tiempo, los Göktürks estaban disgustados por el hecho de que Khotan
decidió huir y esconderse bajo los estandartes de la dinastía Sui, por lo que
podrían haber aprovechado esta oportunidad para asesinar al embajador para
provocar una disputa entre Khotan y la dinastía Sui, volviéndose países
enemigos.
Mucha
gente había llegado a la misma conclusión que Liu Lin.
En
este momento, el caso estaba llegando a su climax, listo para concluir y
determinar la causa y la razón del asesinato del embajador, pero Liu Lin no
pudo prepararse para el próximo dolor de cabeza que vendría: si los Göktürks aparecieron
cerca la Ciudad de Liungong, podrían haberse escabullido dentro de ella.
El
gremio de Linlang recientemente quería celebrar su evento de subasta anual
en Liugong. La gente de todas partes, los ricos, pugilistas de todos los
clanes y sectas, se reunirían allí.
Sin
embargo, en este momento, tenían que lidiar con un caso de asesinato.
Ya
podía prever el destino que le esperaba. Si no manejaba bien sus deberes y
permitía que la responsabilidad de que los Göktürks se infiltraran en la ciudad
se cerrara sobre su cabeza, estaría condenado.
Pensando
que pronto podría perder su trabajo, Liu Lin pudo ver una premonitoria nube
negra ante sus ojos. Sintió que sus manos y piernas se debilitaban.
Entre
los subordinados del invitado importante, había un joven con el apellido de
Pei. Salió del carruaje, sosteniendo un pequeño cofre.
El
modelo de ese cofre era cada vez más popular en la capital en los últimos
tiempos. Era pequeño y tenía tres cajones. Detrás del tercer cajón,
ocho columnas estaban presentes.
Era
conveniente poner cosas como cosméticos y pequeños manjares
dentro. Colocarlo en el carruaje era realmente conveniente y amado por las
mujeres. Algunas mujeres adineradas incluso colocaban joyas y tesoros
caros en ellos.
Pei
Jingzhe sostuvo el cofre en sus manos. Aunque no era tan lujoso como los que
se verían en la capital, todavía estaba hecho de buena madera y elaborado con
excelsitud. Mirando más de cerca, incluso se podía ver el grabado de una
mujer vestida con ropa tradicional de Khotan bailando.
El
tercer cajón fue sacado.
En el
primer cajón se colocaron duraznos y albaricoques secos. En el segundo,
algunas joyas y adornos para el cabello. Descubrieron algunas placas
utilizadas por las mujeres cuando abrieron el tercer cajón. Había patrones
de peces, insectos, estrellas y lunas recortados con una lámina dorada.
Parecería
que había mujeres entre esta compañía, pensó Liu Lin.
Esto
no era sorprendente. Según los rumores, el embajador del Reino de Khotan
era un pariente de su rey. Era perfectamente natural para ellos traer una
concubina o dos cuando salían del reino.
Sin
embargo, fue lamentable que antes de que pudieran presenciar la grandiosa
ciudad de Daxing, hubieran perdido la vida.
“Busca
si hay cadáveres femeninos”. Al mismo tiempo, el hombre también habló.
Cuando
dio la orden, todos lo escucharon de inmediato, desmontando sus caballos para
armar en la búsqueda.
El
costoso abrigo que anteriormente pertenecía al hombre, en este momento, fue
desechado en el suelo en medio de la nieve. Liu Lin observó con angustia y
murmuró para sí mismo, antes de llamar su atención y unirse a la búsqueda.
Entre
esta compañía, a excepción de los guardaespaldas montados, había cuatro
carruajes presentes. Los embajadores de Khotan compartieron uno. Uno
fue usado para llevar provisiones. Otro contenía tributos destinados al
Emperador Sui.
El
último, un carruaje más pequeño, debe haber sido para las sirvientas del
embajador. Pronto descubrieron dos cadáveres enterrados en la nieve cerca
de ese carruaje. Se observó la misma herida profunda en sus gargantas que
reclamó sus vidas.
Las
dos criadas eran bastante hermosas. Liu Lin pensó que ambas podrían haber
sido los calentadores de cama del embajador y sus sirvientes.
Pero
cuando el hombre se arrodilló, su nariz casi tocó a una de las doncellas
fallecidas, casi como si fuera a besarla. Al observar rasgos tan hermosos
cerca de la cara de un difunto que tenía manchas verdes y negras, Liu Lin no
pudo evitar temblar.
Pero
al hombre no pareció importarle mucho y permaneció en esa
posición. Examinó el cadáver de cerca, olisqueando todo el camino e
incluso extendió la mano para desabrochar el vestido del cadáver con los
dedos.
¡Se
veía exactamente como un hombre pervertido! El joven que antes parecía muy
tranquilo tampoco podía soportar la vista delante de él y gritó: "¡Lang
Jun!"
"¿A
qué le gritas?" El hombre respondió y caminó hacia el otro cadáver y
se arrodilló una vez más, olisqueando por un largo tiempo antes de declarar:
“Hay otra mujer. Búscala.”
“¿Había
alguien más aparte de ellas?” Liu Lin estaba aturdido.
El
hombre, un poco impaciente, explicó: “Dentro del carruaje, olí un aroma que no
encontré en el cuerpo de estas dos mujeres. Entonces, hay otra mujer
alrededor. ¡Encuéntrala!"
Todos
se movieron rápidamente para buscar, pero al final, solo lograron descubrir
veintiún cuerpos; aparte de los dos cadáveres femeninos, el resto eran
hombres.
El
hombre habló con Liu Lin: “Deja un equipo aquí para asistir a la escena del
crimen. Trae el resto de los cuerpos de vuelta.”
Entonces,
¿ya está hecho?
El rey
de Khotan querría investigar el asesinato de su embajador aquí. Si los
cuerpos fueran removidos y el sol volviera a salir, toda la evidencia sería
eliminada. Entonces, ¿cómo iban a investigar el caso?
Liu
Lin parecía confundido. Quería preguntar, pero no se atrevió a hacerlo,
por lo que solo pudo mirar a Pei Jingzhe y le dio algunas pistas con algunas
miradas.
Pei
Jingzhe suspiró. Cogió el costoso abrigo que había tirado al suelo y se
preparó para un buen regaño.
“Lang
Jun, ¿nos vamos? ¿No haremos algo con los carruajes y los caballos?”
El
hombre le volvió a preguntar: "Dime, si te quedas aquí, ¿qué más se puede
hacer?"
Liu
Lin estaba tartamudeando mientras interceptaba: "¿No deberíamos traer los
carruajes y las armas de vuelta para tener una evidencia sólida? En el
futuro, si la gente pregunta, al menos tenemos algo que mostrarles ".
El
hombre respondió: "No hay necesidad de carruajes, pero las armas se pueden
volver a unir con los cuerpos".
No se
explicó mucho cuando se subió a su caballo y se dio la vuelta. Su túnica
blanca ondeaba en el viento mientras se iba. Los hombres restantes se
miraron, sin saber qué hacer.
Los
agentes ubicados en pequeñas regiones no estaban tan entrenados y capacitados
como los de la capital. Para compararlos con hombres de la Oficina
Jiejian, se podrían decir cosas aún menores.
Pei
Jingzhe solo pudo quedarse atrás y darle instrucciones a Liu Lin sobre cómo
limpiar la escena del crimen. Un equipo de hombres enviaría los cuerpos y
las armas de regreso a la ciudad antes de regresar a la mansión Qiushan.
La
mansión Qiushan estaba situada en el sureste de la ciudad de Liugong y estaba rodeada
de montañas y cuerpos de agua, ofreciendo una sensación de tranquilidad entre
la inquietud.
La
esposa del magistrado del condado Zhao pertenecía a una familia muy rica entre
los lugareños; así, esta mansión había sido el regalo de bodas de su
esposa.
Cada
asueto de primavera traía a su familia allí para vivir unos días. Esta
vez, antes de que el embajador de la capital aún no llegara, ya había asignado
sirvientes para ordenar la mansión. Una vez que llegara el invitado
importante, podrían llevarlo aquí directamente.
Si el
huésped se sintiera cómodo, también tendría menos problemas que enfrentar.
Pei
Jingzhe disfrutaba bastante de estar en la mansión Qiushan, especialmente
cuando la nieve no se había derretido por completo y las ramas y las hojas
nuevas ya comenzaban a brotar. Tenía una elegancia que no podía encontrar
en la capital, por lo que cada vez que lo visitaba, su estado de ánimo
automáticamente mejoraba.
Incluso
si supiera que el estado de ánimo del Segundo comandante de la Oficina Jiejian
sería malo durante los próximos días.
La
campana de cobre se balanceó debajo de la cornisa, y el hombre sentado en el
pórtico reclinado, parecía perezoso, pero sus dedos eran hábiles mientras
enrollaban una carta antes de insertarla en un tubo de bambú.
Pei
Jingzhe no pudo evitar aligerar sus pasos, pero las pestañas del otro hombre
temblaron como si ya hubiera notado su presencia.
"Envía
algunos hombres para investigar a la mujer que el embajador trajo con él"
dijo Feng Xiao mientras pasaba el tubo de bambú que contenía la carta a Pei
Jingzhe.
El
condado de Qiemo era un lugar situado entre la ciudad de Liungong y el Reino de
Khotan. En la superficie, pertenecía a la dinastía Sui. Sin embargo,
los Göktürks y la Dinastía del Sur estaban en guerra con el condado de
Qiemo. Por lo tanto, no habían pensado mucho en este lugar.
Desde
las llanuras centrales hasta las regiones occidentales, el condado de Qiemo era
un lugar que inevitablemente tenían que pasar. Después de mucho tiempo,
este se había convertido en un lugar para reponer los suministros. Gente
de todas partes del país se reuniría allí para tomar un respiro.
La
Oficina de Jiejian había colocado una fortaleza allí desde hacía mucho tiempo
para que pudieran enviar cartas con información convenientemente.
Pei
Jingzhe, que tomó el tubo de bambú, no pudo evitar preguntar: "¿Tiene una
pista sobre este caso en este momento?"
Feng
Xiao tomando un documento lo arrojó hacia él.
Pei
Jingzhe atrapándolo torpemente lo abrió. El nombre del embajador era Yuchi
Jinwu, el sobrino del Rey Khotan. En la carta, el Rey Khotan expresó su
sinceridad y admiración por la dinastía Sui, con la esperanza de que pudieran
formar una alianza y ayudarse mutuamente a derrotar a los Göktürks.
La
verdad finalmente se supo: el Rey Khotan había querido que la dinastía Sui los
ayudara a lidiar con los Göktürks, pero también temían que la dinastía Sui les
imponga su gobierno.
Entonces,
por un lado, el Rey Khotan se esforzó por formar una relación con la dinastía
Sui, pero, por otro lado, también desconfiaban de la dinastía Sui.
El
edicto real solo estaba destinado al emperador de la dinastía Sui, pero dado
que el embajador estaba muerto, para resolver el caso, se había convertido en
parte de la evidencia; por lo tanto, fue confiado a su cuidado.
El
asesinato de Yuchi Jinwu y su compañía no fue por riquezas ni
pertenencias. Sin embargo, el edicto imperial todavía se dejó en el
carruaje. Todo estaba en su lugar.
Pei
Jingzhe cerró el pergamino real y después de terminar de leer le habló a Feng Xiao:
“Lang
Jun, un Khotaniano fue asesinado dentro de las tierras Sui. Esto traería
vergüenza al orgullo de la dinastía, además de crear un enfrentamiento entre
Khotan y la dinastía Sui. Esto parece algo que harían los Göktürks ".
Feng
Xiao alzó una ceja: "Vinieron a nuestras tierras y asesinaron a
alguien. ¿Por qué tuvieron que usar un cuchillo turco? Si hubieran
usado una espada hecha en las llanuras centrales, no tendríamos una pista para
trabajar ".
Pei
Jingzhe se tocó la barbilla, “Los Göktürks siempre han sido impulsivos y
violentos. Si hubieran asesinado a plena luz del día, no sería
inusual. Aparte de eso, ahora los Göktürks y las llanuras centrales están en
guerra. Entonces, si se hubieran llevado las armas, ¿lo hubiéramos sabido?”
Feng
Xiao: "¿No te diste cuenta que, en ese carruaje, faltaba algo más?"
Pei
Jingzhe pensó un tiempo largo. El pergamino real, que era la evidencia más
importante, todavía estaba allí. ¿Qué más podría haber faltado? Los
tributos traídos por el embajador de Khotan también estaban allí ...
De
repente, una luz de conocimiento cruzó por sus ojos, “¡La lista de
tributos! No encontramos ninguna lista sobre los tributos”.
Feng
Xiao dejó escapar un 'Mn' como si sintiera que Pei Jingzhe no estaba
completamente fuera de toda esperanza.
Pei
Jingzhe se había acostumbrado desde hacía mucho tiempo a los modales extraños
del Segundo Comandante, por lo que se sorprendió recibir la aprobación de Feng
Xiao.
Añadió,
además: “El asesino se llevó la lista de tributos, ¿podría ser que se llevaron
uno de los tributos y no quisieron que lo supiéramos? Pero entonces solo
tenemos que preguntarle al Rey de Khotan, y todo estará claro”
Feng
Xiao: “El tiempo que lleva viajar de aquí para allá sería suficiente para hacer
muchas cosas. Tráeme el cofre que encontraste antes.”
Pei
Jingzhe obedeció y sacó el cofre, abriendo cada cajón.
Feng
Xiao: "Algo falta".
Pei
Jingzhe parecía sorprendido. No se había dado cuenta de que faltaba algo,
aunque había buscado varias veces.
Pero
si se atrevía a decir ese pensamiento en voz alta, sin duda sería
regañado. Entonces, Pei Jingzhe solo respondió honestamente:
“Pido
disculpas por mi lentitud. Lang Jun, por favor, ilumíneme ".
Feng
Xiao, "Cosméticos".
Las
personas que podían permanecer al lado del Segundo Comandante nunca serían
demasiado estúpidas. Pei Jingzhe conectó de inmediato los puntos.
“Hay
carillas en el cofre, por lo que también debe haber lápiz labial y
perfume. Pero el perfume y la fragancia en el carro no son del mismo aroma
que se encuentra en esas dos criadas. Por lo tanto, debería haber habido
otra mujer; de hecho, es probable que sea una querida concubina de Yuchi
Jinwu. ¿Fue secuestrada? No, eso no está bien. El cofre no estaba
desordenado. Todo estaba perfectamente colocado. Cuando se la
llevaron, seguramente no fue a la fuerza...”
Cuando
llegó al final de su análisis, exclamó: "¡¿El asesino es la mujer
desaparecida?!"
Feng
Xiao se dobló las mangas, “Puede que no lo sea, pero ciertamente está
relacionada con el caso. El asesino usó cuchillos turcos, pero podrían no
ser los Göktürks. Investiga el asunto e infórmame en tres días.”
Pei
Jingzhe se inclinó levemente, "Sí".
... ..
Tres
días no es mucho tiempo, pero tampoco es poco tiempo. Los días pasaron
indolentemente y fue arduo pasar a través de ellos.
Pei
Jingzhe conocía los gestos de Feng Xiao. Tres días significaban
exactamente tres días. No soportaría una demora de ni una
hora. Entonces, por orden de Feng Xiao, envió palomas mensajeras y al
mismo tiempo envió hombres a caballo.
Las
palomas que envió en Qiemo se encontraron con una tormenta de viento y nunca
regresaron. Afortunadamente, había preparado planes de respaldo. Al
tercer día, los hombres que envió regresaron con cartas.
Feng
Xiao habló con los ojos entrecerrados: "Habla, habla".
Pei
Jingzhe respondió con sinceridad: “Yuchi Jinwu vino a las llanuras centrales
hace unos años; conoció a una mujer en la ciudad de Liungong con el
apellido de Qin. Después de muchas asechanzas, la tomó como su concubina y
la llevó de regreso a Khotan.”
“Yuchi
Jinwu atesoraba a la doncella Qin. Cada vez que venía a las llanaruas
centrales para ofrecer tributos, la traía consigo. Después de que el grupo
viajero fue aniquilado, es muy probable que fue esta doncella Qin quien
desapareció”.
Feng
Xiao, "¿Eso es todo?"
Pei Jingzhe
continuó: “En cuanto a dónde vive esta doncella Qin, lo hemos
investigado. Fue un largo viaje hasta allí, pero he logrado encontrar
algo. Sus padres ambos fallecieron; así, ella vivía en la casa de su
tía. Después de que ella se fue con Yuchi Jinwu, su tía también se mudó
con ella.”
“Según
sus vecinos, ella es muy religiosa. Antes de casarse, siempre iba al
Templo del Buda de Jade y al Templo Daoísta de Zixia. Todos los meses, el
primer día lunar y el decimoquinto día lunar, ella iba allí a rezar”.
Feng
Xiao finalmente abrió los ojos, "¡Ja! ¡Después de hablar durante
tanto tiempo, esta fue la única información útil!
Pei
Jingzhe respondió, sintiéndose ofendido, “¡Entonces, también necesito terminar
de decir la primera parte antes de poder continuar con la última parte! El
Templo del Buda de Jade ha sido muy bien recibido y generalmente siempre está
lleno, pero el Templo Daoísta Zixia es un poco especial. Ha sido
abandonado durante bastante tiempo. Rara vez verías un alma allí. Si
esta dama Qin quería rezar, ¿por qué no buscar un templo más animado?”
Feng
Xiao permaneció callado, por lo que Pei Jingzhe continuó: "Hace dos meses
el Templo Daoísta de Zixia recibió un nuevo Maestro. Inmediatamente
después, se llenó de nuevo. Todos dicen que las artes curativas del Templo
Zixia son excelentes, y el nuevo Maestro del Templo allí es generoso y
amable. Mientras haya una llamada de auxilio, él la responderá”.
Feng
Xiao, "¿Cuál es el nombre de este nuevo Maestro del Templo, y cuál es su
origen?"
Pei
Jingzhe, “Su apellido es Cui, su nombre completo es Cui Buqu. Escuché que
es un taoísta viajero, aunque su origen real sigue siendo desconocido"
Cui
Buqu. (1)
¿Rehusarse
a ir a dónde? ¿Y por qué?
La
tierra debajo de los cielos es vasta, ¿hay un lugar prohibido ir?
Feng Xiao
saboreo el nombre con su lengua, la esquina de sus labios se curvó hacia arriba
en una sonrisa.
De
hecho, esto es muy interesante.
…
GLOSARIO
1.-
Cui Buqu: Cui es un apellido. Buqu ( 不去) literalmente significa
'rehusarse a ir' o 'no ir'. Es una forma muy inusual / extraña de nombrar
a alguien de esa manera.
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