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¡¡LEE ESTO PRIMERO!!

C08: Pieza de Go


No era de extrañar que el Emperador Wen siempre lo mirará con una luz diferente, diciendo que este hijo provenía de los cielos, no solo sabía escribir y luchar, sino que también sabía astronomía y geografía, lo cual era raro. Zhao Guowei supuso que, si no fuera por los varios hijos mayores que tenía por delante, el Emperador podría haber coronado a Huangye como Príncipe Heredero.

¡Tenía que apostar por este tesoro! Pero el Noveno Príncipe era tan inteligente, ¿podría estar a su merced en el futuro?

Zhao Guowei no podía dejar de pensar en eso, que ni siquiera le encontró sabor a la deliciosa comida en la mesa.

Después del almuerzo, Zhao Guowei pidió jugar una partida de Go (tablero chino) con Huangye con el pretexto de que había escuchado que el Noveno Príncipe era un excelente jugador.

Aunque Zhao Guowei era un artista marcial, no era muy bueno escribiendo, pero le encantaba jugar al go y era un buen jugador, tanto que incluso los jugadores de go del palacio eran derrotados por él.

"¿Cómo me atrevo a hacer el ridículo frente al 'Gran Maestro Zhao'?" Huangye sonrió levemente, su apariencia también era una de las más destacadas entre todos los príncipes reales.

El general Zhao se preguntó ¿por qué si había visto muchos hombres y mujeres hermosas, su corazón aún palpitaba ante esta sonrisa? El Emperador Wen era conocido como un monarca apuesto, y la Princesa del Reino Qinglu también era conocida por su belleza, y como hijo de los dos, Huangye era verdaderamente el más hermoso.

"He hecho reír a Su Alteza, el llamado Gran Maestro Zhao es solo un nombre falso" Dijo Zhao Guowei, inclinándose con ambas manos para ocultar su malestar.

Después de que se colocó el tablero de Go tallado en jade y se hizo una olla de Bilouchun (té), Zhao Guowei pensó que Huangye aprovecharía la oportunidad para preguntarle por qué había venido al Palacio Luoxiang. Por supuesto, no era tan simple como comer y jugar al Go cuando llegó al harén.

Sin embargo, Huangye no dijo nada, se concentró en sus pensamientos y se centró en su primera pieza negra.

Infectado por su influencia, Zhao Guowei también enderezó su mente y jugó el juego en serio. Las piezas negras son realmente agresivas, pero no están bien protegidas.

A medida que aumentaba el número de piezas, las piezas blancas de Zhao Guowei eran tan anchas y poderosas como un tigre, mientras que las piezas negras de Huangye ocupaban las cuatro esquinas grandes, pero eran débil en el centro, y si no tenía cuidado, perdería su mejor oportunidad para atacar.

Efectivamente, la impaciencia de Huangye hizo que cometiera un error, y Zhao Guowei aprovechó la situación, retirando seis piezas negras en rápida sucesión para extender aún más la ventaja.

La expresión de Huangye era claramente grave, pero su mano derecha seguía cayendo.

Zhao Guowei se veía orgulloso, con una sonrisa en su rostro. Pensando que un prodigio no era mejor que eso, aprovechó la oportunidad para abrir la conversación y charlar con Huangye sobre gobernar el país.

"¿Qué considera Su Alteza de ser un 'gobernante'?" preguntó Zhao Guowei tentativamente.

"Un gobernante es un todo. Y el que tiene todo el apoyo del mundo es invencible" respondió Huangye sin levantar la cabeza, sus largos dedos balanceando una pieza de go.

"Bueno, con la tierra y la gente, el emperador es naturalmente honrado sin medida". Zhao Guowei asintió y volvió a preguntar: "¿Cuál es la forma de 'ser un gobernante'?"

"Política, también justicia. Por lo tanto, la 'justicia' es la raíz del gobierno, y creo que una vez que haya un gobernante justo, el mundo estará asentado, esta es la forma de ser gobernante".

"¿Qué hay del camino del gobernante y sus súbditos?"

"Un gobernante hace que sus súbditos sean corteses, y sus súbditos le sirven con lealtad". Huangye levantó la cabeza, sus ojos oscuros mirando a Zhao Guowei, y dijo de manera significativa: "General Zhao, si un gobernante trata a sus ministros como sus manos y pies, entonces sus ministros lo tratan como su corazón".

"¡Bien! ¡Qué buena mano, pie y corazón!" Zhao Guowei dio un golpe a la mesa y se rio a carcajadas, "Estoy agradecido con el Noveno Príncipe por pensar muy bien en mí, y si necesita ayuda en el futuro, ¡haré todo lo que pueda para ayudarle!”

"General Zhao, con esta palabra suya, puedo estar seguro". Huangye no se resistió a la lealtad de Zhao Guowei y bajó la mano: "En este juego, pierdo".

"¿Oh?" El general Zhao miró hacia abajo y vio que Huangye había perdido una parte de su mundo, y estaba aún más feliz, pero su boca aún dijo: "Para nada, es Su Alteza quien me lo ha cedido".

Los dos disfrutaron de un té más aromático y bocadillos palaciegos, y era casi de noche antes de que Zhao Guowei se levantara para despedirse de la princesa Ping y Huangye.

Zhao Guowei acababa de salir del palacio Luoxiang cuando la sonrisa de su rostro desapareció y puso cara de pocos amigos, pero en el fondo estaba exultante.

El viaje no había sido en vano. Huangye parecía ser inteligente, pero era un erudito, y lo que dijo sobre gobernar el país fue principalmente del Shuowen, no valía la pena mencionarlo.

(N/T: El Shuowen Jiezi es un diccionario chino de la Dinastía Han de comienzos del siglo II d.C. escrito por el erudito Xu Shen)

Es un buen jugador de go, pero es impaciente y no sabe cuidar de sí mismo. En cuanto a la princesa Ping, era una concubina que había perdido el favor del harén, no había que temer. En ese caso, podía recomendar con seguridad al noveno príncipe al emperador.

Zhao Guowei caminó unos pasos más rápido, fue al Palacio Luoxiang en lugar del Palacio Fenghe porque no quería que lo vieran en contacto con el Noveno Príncipe, como decía el refrán, el secreto del cielo no debe ser revelado.

Después de que Zhao Guowei se fuera, Huangye solo miró en silencio el tablero de go en blanco y negro, este juego era muy peligroso, dejó que el general Zhao ganara, pero sin que él se diera cuenta.

Se suponía que Zhao Guowei estaba aquí para buscar un camino, y sin duda sería mejor si pudiera atraer a un gran general de la corte para que lo ayudara, pero si era demasiado inteligente y sentía que tenía la intención de exponer el juego, la situación se volvería muy desfavorable.

Zhao Guowei no sabía que cada momento que pasaba con él, Huangye tenía la guardia alta. Tenía que estar preparado y ser inteligente pero no demasiado, y todo tenía que hacerse correctamente para superar a este viejo zorro de Zhao Guowei.

"Ye’er." La princesa Ping llamó el nombre de infancia de Huangye y preguntó en voz baja: "Vi cómo has hecho al general Zhao tan feliz y jurado servirle, eh, pero tu forma de 'ser un gobernante' no debería ser así ¿verdad?"

"Ah." Huangye se rio suavemente, antes de revelar el comportamiento apropiado de un chico de quince años: "su señoría también".

"¿Oh?"

"¡Un emperador, es uno que debería ser honrado sin medida y unificar el mundo!" La mirada de Huangye ardió cuando se dirigió a su madre consorte.

"Bien dicho.” La Princesa Ping dijo con emoción: "La familia real del Hijo del Cielo es la familia más honorable y noble, la base de la dinastía desde la antigüedad. Si sólo tienes 'rectitud', no podrás ocupar el trono. Tu abuelo era demasiado 'correcto' ¡y por eso acabó con un reino diferente!"

¿Cómo podía no dolerle el corazón a la princesa Ping cuando se enteró de que su padre había muerto en la batalla y que su madre y más de diez hermanos no se habían salvado? Pero por el bien de su bebé, tenía que seguir viviendo.

El Emperador Wen había incumplido su promesa y había tomado Qinglu, ¡y ella quería que su hijo, la última gota de sangre de Qinglu, heredará el trono del Gran Reino Yan!

La princesa Ping se había esforzado mucho en cultivar a Huangye y había sacado un libro secreto de artes marciales, "El duelo de la espada incomparable", que le dio su padre antes de casarse con el Gran Reino Yan.

Este era el tesoro de Qinglu. Cuando Zhao Guowei llevó a sus tropas a invadir el palacio de Qinglu, había enviado a sus hombres a buscarlo muchas veces, pero todo fue en vano. Nadie sabía que este manual divino estaría en el harén de la Gran Yan, en manos de la suave y delicada princesa Ping.

Fue una lástima que la princesa Ping no supiera artes marciales y que el libro estuviera escrito en una antigua técnica de espadas, por lo que solo pudo enseñarle a Huangye a reconocer las palabras en él, que estaban en el texto de Qinglu.

Afortunadamente, Huangye era talentoso y estaba dispuesto a practicar duro, por lo que a la edad de tres años supo cómo montar a caballo y a los cinco, ¡la danza de la espada ya estaba en su espíritu!

Cuando Huangye fue mayor, la princesa Ping no podía estar con su hijo tan a menudo como quería, tanto que ni siquiera podía verlo una vez al mes.

Pero madre e hijo estaban tan conectados que a veces no se necesitaban muchas palabras para entender lo que su madre quería para él. No estaba dispuesto a quedarse atrás de sus hermanos, ¡y juró que sería el emperador del Palacio Imperial!

Era solo que ahora no podía ser demasiado agudo y se encerraba para sí mismo, Zhao Guowei solo pensaba en él como un joven que pensaba que era inteligente, antes de tomar la iniciativa de acercarse.

Huangye tomó una pieza negra y la puso en la duodécima fila, inmediatamente volteando el juego al revés.

"¡Je, así que parece que el que gana eres tú!" Fue esta pieza negra la que cortó todo el chi del blanco, y la pieza negra pudo resucitar de entre los muertos y apoderarse del mundo.

Incluso la princesa Ping estaba asombrada de lo joven y bueno que era en el juego.

"... Si un rey trata a sus súbditos como sus manos y pies, entonces sus súbditos lo tratan como su corazón." Dijo Huangye de repente: "Estas dos palabras son genuinas".

"¿Mmm?" La princesa Ping estaba algo desconcertada.

Huangye no dio más detalles, pacientemente retiró las piezas del juego, una por una en la caja de madera. Las personas que lo rodeaban eran como estas piezas, si estaban bien ordenadas, podrían matar y unir al mundo.

Sin embargo, el bando de Huangye carecía de gente en la que se pudiera confiar. Los cuatro guardias personales, aunque leales, siempre carecían de estrategia y audacia, y a Zhao Guowei sólo se le podía utilizar, no confiar en él.

Sin piezas, ¿cómo se puede jugar al Go?

Huangye entendía que era hora de reclutar una amplia gama de sabios, pero no quería ser demasiado extravagante, para no atraer las sospechas de los hermanos reales.

En este punto, solo podía esperar el momento adecuado, después de todo, no se encontraría gente con conocimientos tan fácilmente...

Pero Huangye nunca esperó que, en un futuro lejano, se enamoraría de ese importante "peón", y que la interacción del amor y el poder real, la elección entre la rivalidad y la belleza, ¡le acompañarían en su turbulenta vida!

 

NOTA DE TRADUCTORA:

Oh, vaya, vaya. Guapo e inteligente, nada más porque el primer capítulo me diste una impresión mala, te daré una oportunidad ahora xD

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