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¡¡LEE ESTO PRIMERO!!

Capítulo 56



Colgando el teléfono, el señor Xiao entrecerró los ojos y miró fríamente a Ding Xiaowei, Ding Xiaowei le mostró una agradable sonrisa falsa.

-        Señor Xiao, ¿no está cansado de estar de pie? venga, siéntese, hace unos días que no nos vemos, sólo hablemos.

El Sr. Xiao también sonrió.

-        Realmente no tengo tiempo, Maestro Ding, descanse bien, quién sabe si este es su último buen sueño.

Ding Xiaowei se sorprendió.

-        Señor Xiao, no bromee.

El señor Xiao sacudió la cabeza y suspiró.

-        En realidad, ¿por qué querría ponerle las cosas difíciles? Ees… Oiga, no hablemos de eso, tengo que llamar a Zhou Zhixing por la noche, así que puede decirle unas buenas palabras y fingir lástima. Si todo va bien, ustedes no tendrán que sufrir, entiéndalo.

-        Comprendo – Ding Xiaowei asintió, abrazando inconscientemente con más fuerza al niño.

El señor Xiao dijo a la persona que estaba a su lado:

-        Tráeles algo de comer – Tras decir esto, salió.

Yiyi le miró con ojos llorosos.

Ding Xiaowei le consoló:

-        No tengas miedo, seguro que Zhou Zhixing vendrá a salvarnos.

El niño se frotó los ojos y agachó la cabeza.

Ding Xiaowei acarició suavemente su pálido rostro, se apoyó en la fría pared y se quedó mirando la puerta.

Encerrado en este sótano, cada segundo es muy largo y duro, Ding Xiaowei no sabe lo que le esperará a él y a Yiyi.

Una vez quiso hablar con el señor Xiao, pidiéndole que al menos devolviera al niño. Realmente pensaba que la familia Zhou no tomaba en serio a Yiyi, y que no tenía sentido retenerlo, así que mejor dejarlo marchar. Sin embargo, sintió que el Sr. Xiao estaba un poco desorientado, sus ojos no estaban bien, y definitivamente no se podía confiar en él.

A la hora de comer, alguien les envió comida, pero no tienen mucho apetito, aun así Ding Xiaowei obligó al niño a comer un poco.

El día transcurrió así, y por la noche no vino nadie, y se quedaron dormidos.

A la mañana siguiente, temprano, les despertó el ruido de pasos y voces.

Los ojos de Ding Xiaowei aún no se habían abierto del todo, fue levantado bruscamente del suelo.

-        Vamos.

Ding Xiaowei inconscientemente se soltó de la mano y dijo:

-        ¿Qué estás haciendo? ¿A dónde vamos?

-        No digas tonterías, date prisa y vamos.

Ding Xiaowei sostuvo a Yiyi en sus brazos, y fue arrastrado fuera del sótano, y luego metido en un coche.

Sólo entonces vio Ding Xiaowei que se trataba de una zona residencial para ser demolida, rodeado de seis o siete edificios anticuados, ahora parece básicamente abandonados, sobre todo vacío. Este lugar, incluso si él gritaba pidiendo ayuda, nadie podría ser capaz de oír.

Los tres coches aparcados acaban de arrancar, y luego frenaron, el cuerpo de Ding Xiaowei golpeo duro la punta de la nariz casi en el respaldo de la silla.

Levantó la vista y vio que con su coche en el centro, siete u ocho coches habían surgido de la nada de las tres entradas y salidas que les rodeaban, y en un abrir y cerrar de ojos, estaban rodeados por ellos.

Ding Xiaowei nerviosamente abrazó a Yiyi e inconscientemente se encogió hacia la puerta del coche.

El señor Xiao, que estaba sentado en el coche junto a ellos, salió del coche, con aspecto nervioso, y los secuestradores que había contratado también le siguieron.

Unos coches emergidos también rozaron la puerta, la gente en el coche tuvo que salir.

Ding Xiaowei vio a Zhou Zhixing de un vistazo, y a su lado había un hombre de unos cincuenta años, con un ligero parecido entre sus ojos y los de Zhou Zhixing.

Esta escena hacía que pareciera un tiroteo entre gánsteres, casi como si hubieran sacado sus pistolas, Ding Xiaowei no pudo evitar maldecir en su corazón.

El grupo del señor Xiao estaba rodeado por veinte personas a la vez, el nerviosismo y el miedo se pueden palpar. No son secuestradores profesionales, y están especialmente mal preparados. Ni siquiera llevan armas blancas, así que cuando vieron a esos tipos, se quedaron estupefactos.

La expresión en la cara de Zhou Zhixing era tan sombrío como si fuera a llover.

-        ¿Dónde están?

Las piernas y el estómago del Sr. Xiao temblaron.

-        ¿Cómo lo hiciste, cómo nos encontraste?

Zhou Zhixing le miró como si fuera una hormiga y preguntó con voz fría:

-        ¿Dónde están?

Ding Xiaowei se mostró especialmente colaborador, abrió él mismo la puerta del coche y salió de él con el niño en brazos:

-        Aquí, aquí.

El hombre que estaba junto a Zhou Zhixing vio a Yiyi, sus cejas se relajaron, y gritó con voz temblorosa:

-        Yiyi, ¿estás bien?

Yiyi seguía en estado de shock, demasiado asustado para hablar.

Zhou Zhixing vio la gasa que envolvía su cabeza y su rostro empeoró aún más:

-        Xiao MinDe, subestimas demasiado a la familia Zhou. Enviarte a la corte ya es mi tolerancia para ti, ¡tienes la vida para irte con el dinero de la familia Zhou, pero tampoco tendrás vida para gastarlo!

El sr. Xiao inmediatamente perdió el aliento, sus piernas se debilitaron, y cayó al suelo.

Zhou Zhixing dio tres pasos en dos, hacia Ding Xiaowei, dijo con urgencia:

-        ¿Qué te pasó en la cabeza?

Ding Xiaowei se quejó:

-        Me noquearon – Sabiendo que estaba a salvo, finalmente no tuvo que fingir frente al grupo de secuestradores, y estaba en un estado de ánimo mucho más cómodo.

Zhou Zhixing le acarició la cabeza, su nerviosismo no se ocultaba en absoluto.

Delante de tanta gente, Ding Xiaowei estaba avergonzado, apartó suavemente su mano.

-        Está bien, no lo toques.

Zhou Zhixing tomó a Yiyi de los brazos de Ding Xiaowei y se lo entregó al hombre de mediana edad.

-        Papá, Yiyi debería estar bien, sólo asustado.

El jefe de la familia Zhou se apresuró a tomarlo y preguntó con voz desconsolada:

-        Yiyi, ¿te duele en algún sitio? No tengas miedo, está bien.

Ding Xiaowei no pudo evitar mirar dos veces al padre de Zhou Zhixing.

Zhou Zhixing dio instrucciones a esas personas para que se ocuparan del asunto, luego le arrastró del brazo y le metió en su coche.

Ding Xiaowei no pudo evitar preguntar:

-        ¿Cómo nos has encontrado?

Zhou Zhixing le dirigió una mirada extraña:

-        No te enfades.

-        Habla.

-        Dondequiera que esté tu celular, puedo encontrarlo.

-        Mierda, sigues jugando con la tecnología.

Zhou Zhixing cerró la puerta del coche y le besó con fuerza en la cara.

Ding Xiaowei se siente incómodo, este cristal del coche es transparente, Zhou Zhixing no es demasiado bueno para ver la situación.

A Zhou Zhixing no le importa demasiado. Anoche no pegó ojo, y cuando encontró la ubicación de Ding Xiaowei, esperó cerca. No se atrevió a entrar, sólo podía esperar a que salieran, era más seguro estar en terreno abierto.

Estaba tan ansioso que el corazón estaba a punto de salírsele del pecho, si realmente le pasaba algo a Ding Xiaowei... Realmente no se atrevía a pensar en ello. Ahora que realmente podía confiar en Ding Xiaowei, no sería reacio a renunciarle para nada.

Después de suficientes besos, el coche arrancó.

Ding Xiaowei preguntó entonces:

-        Tu padre es bastante bueno con Yiyi... – Al terminar la frase, no pudo evitar añadir una frase irreflexiva - ¿Es real o falso?

Zhou Zhixing se rio:

-        Yiyi es el único descendiente que ha dejado mi hermano mayor, ¿qué te parece?

Ding Xiaowei se sorprendió:

-        En realidad, es de tu hermano. ¿Lo has verificado?

-        Lo hice hace mucho tiempo, pero no puedo decirlo, no importa al mundo exterior o a los parientes en casa, no puedo decirlo. Mi padre no se atreve a acercarse demasiado a Yiyi en casa, mientras mi abuelo siga vivo, mi padre no se atreve ni a mirarle cuando hay familiares cerca. De hecho, le duele mucho en su corazón.

Ding Xiaowei sintió su corazón un poco mejor.

-        Así que la familia Zhou tiene todavía alguien sincero a Yiyi.

Zhou Zhixing sonrió suavemente, y casualmente emition un "Mmm".

Ding Xiaowei se relajó y se derrumbó en el sillón reclinable.

-        He estado muerto de miedo estos dos últimos días. Tenía miedo de que el sr. Xiao se volvería loco y nos hiciera algo.

Todo el cuerpo de Zhou Zhixing también se relajó un poco, guiñándole un ojo y dijo:

-        Tu problema no ha terminado todavía.

-        ¿Qué quieres decir?

-        Vino tu madre.

A Ding Xiaowei aún le temblaban las piernas antes de entrar por la puerta.

Cómo iba a explicarle a su madre que estaba viviendo con un hombre, y que la habitación estaba decorada como la nueva habitación de un joven matrimonio, con ambiguos ambientes por todas partes.

Su madre era tan anticuada, si se enteraba de que tenía una aventura con un hombre, no sabía si lo mataría a hachazos.

Zhou Zhixing sonrió y le consoló:

-        No tengas miedo, la tía no lo sabe.

-        ¿Qué le dijiste?

-        Dije que somos amigos, que vivimos juntos temporalmente.

Ding Xiaowei dudaba profundamente de que se pudiera confiar en su madre, después de todo, la casa acababa de ser decorada, si se utilizaba para que dos amigos varones vivieran juntos, sería demasiado inapropiado.

Ding Xiaowei había esperado innumerables reacciones de su madre cuando lo vio, pero nunca esperó esto.

En cuanto abrió la puerta, el sonido del mahjong (un juego como el domino) le hizo enmudecer.

Cuando abrió los ojos, su madre estaba jugando al mahjong con tres de los guardaespaldas de Zhou Zhixing, y sonreía feliz.

Ding Xiaowei llamó cautelosamente:

-        ¿Mamá?

Su madre estaba demasiado ocupada y no oyó el primer llamado.

Ding Xiaowei levantó la voz:

-        ¡Mamá!

Sólo entonces reaccionó la madre Ding:

-        ¿Qué? ¿Xiaowei? ¿Has vuelto? Oye, ¿qué te ha pasado en la cabeza? ¿No te habías ido de viaje de negocios? ¿Por qué tienes la cabeza envuelta en una gasa? No habrás tenido un accidente de coche, ¿verdad?

-        Ah, no, ayer llovió, ¿no estaba el camión en lo alto? Se cayó.

-        Aaay tan descuidado, ¿es grave?

-        No es grave... No es grave ... – Ding Xiaowei miró a su madre en blanco, tratando de ver algo en su expresión.

Lingling salió corriendo de la habitación interior, e inmediatamente saltó sobre él, gimiendo.

La señora Ding se sobresaltó:

-        ¿Qué le pasa a la niña? ¿Por qué lloras? ¿Echas de menos a tu padre?

Ding Xiaowei, por supuesto, sabía por qué lloraba, al ver que se llevaban a su padre, debía de estar aterrorizada. Pero la niña es realmente obediente, Zhou Zhixing no dejó que le dijera a su abuela, ella realmente no dijo nada.

Él Ding Xiaowei en su vida pasada no supo cuántas virtudes hizo para tener una buena hija tan obediente y cariñosa.

Le dolía la nariz y abrazó fuertemente a Lingling.

La señora Ding se rio:

-        Sólo han pasado dos días y echas tanto de menos a tu padre, ¿y qué? Lingling y tú deberían ponerse al día, yo aún no he terminado. Xiao Zhou’a, es muy interesante que hayas encontrado a estos niños. Jeje, es muy interesante – Dijo y corrió alegremente de vuelta a la mesa, continúo jugando al mahjong distraídamente.

Ding Xiaowei parecía estupefacto, y preguntó a Zhou Zhixing en voz baja:

-        ¿Cómo conoces el pasatiempo de mi madre?

Zhou Zhixing se rio.

-        Lo ha dicho la propia tía. Le dije que estaba ocupado estos dos días, que no tenía tiempo para llevarla a jugar, y ella siguió diciendo que si tuviera a alguien con quien jugar a esto, sería genial.

Ding Xiaowei no pudo evitar reír y llorar.

Se duchó, se cambió de ropa y consoló a Lingling, asegurándole que no volvería a ocurrir y que Yiyi volvería a casa en dos días, y sólo entonces la niña se sintió aliviada.

Cuando llegó la hora de comer, Zhou Zhixing los llamó y preparó la mesa para la cena.

La señora Ding se lo pasó bien, y después de despedir a la gente de Zhou Zhixing, se acercó feliz a comer, y no paraba de elogiar a Zhou Zhixing:

-        Xiaowei, mira a Xiao Zhou, este chico es guapo, educado y bueno en las tareas del hogar, si tú fueras la mitad de bueno que él, no tendrías que preocuparte por no poder encontrar esposa.

Ding Xiaowei lanzó una mirada incómoda a Zhou Zhixing.

La sra. Ding dio un mordisco a las verduras.

-        Bueno, este brócoli está delicioso, el picante es el adecuado. Xiaowei, tú también aprende algunas cosas, hoy en día las mujeres también se preocupan de si los hombres saben cocinar algunos platos para reconfortarlas, si no tienes nada que hacer puedes aprender un poco de Xiao Zhou.

Ding Xiaowei bajó la cabeza y no se atrevió a mirar a su madre.

Por el contrario, Zhou Zhixing dijo:

-        Tía, no te preocupes, seguro que le enseñaré cuando tenga tiempo.

La madre de Ding sonrió y asintió.

Dormir por la noche se convirtió en un problema.

Acababan de mudarse, sólo el dormitorio principal y el dormitorio de Lingling y Yiyi estaba arreglado, la habitación de invitados aparte de la cama y la colcha, no hubo tiempo para preparar nada más, no parecía que estuviera destinada a estar ocupada.

La sra. Ding echó un vistazo y dijo:

-        Ustedes dos duermen en la habitación principal.

Ding Xiaowei dijo vagamente:

-        Ah, sí, ¿no has estado ocupado estos últimos días? Aún no has ordenado mi habitación.

La sra. Ding le dio Zhou Zhixing una mirada.

-        Siento molestarte con Xiaowei. Es tan duro que no tienes que ocuparte de él. Puede dormir en el sofá.

Zhou Zhixing dijo:

-        Tía, está bien, soy amigo de Ding Gē, está bien permanecer juntos por unos días, sus muebles serán entregados en unos días.

-        No, no está bien, es difícil que dos hombres quepan en un dormitorio, Xiaowei, no ocupes el espacio de los demás, duerme en el sofá.

-        Ah, de acuerdo – Ding Xiaowei se sintió culpable, realmente deseaba no poder quedarse en la misma habitación con Zhou Zhixing en este momento.

Zhou Zhixing los miró con una sonrisa en la cara y no dijo nada.

Por la noche, Ding Xiaowei llevaba una colcha al sofá, pero la sra. Ding estaba sentada en el salón, como si le estuviera esperando.

Ding Xiaowei se sorprendió:

-        Mamá, ¿por qué no estás dormida?

La cara de La sra. Ding estaba un poco cansada.

-        Mamá quiere hablar contigo.

Ding Xiaowei tiró la colcha en el sofá y se sentó, sin saber por qué, pero estaba un poco nervioso.

-        No te informé de antemano sobre esta visita... No enviaste dinero a tu familia, así que quería ver cómo te iba. Quería que viniera tu padre, pero se está volviendo perezoso y no quería moverse, así que he venido yo sola.

-        Si no vienes, iría a verte dentro de un tiempo, ¿para qué molestarse?

-        Estoy feliz de corazón, mi hijo ha crecido, cómo no iba a venir a verle – La sra. Ding sonrió – Si realmente has ganado algo de dinero, ¿por qué quieres vivir con otra persona, no es como si no tuvieras tu propia casa? Si no te gusta la casa pequeña, no te apresures a enviarnos dinero, cómprate una casa para ti, no necesitamos dinero.

-        Bueno, podemos cuidarnos mutuamente si vivimos juntos, y vamos a comprar la casa vieja...

-        ¿Cuándo te mudaste?

-        ... Hace tiempo.

-        ¿Han estado durmiendo los dos en el mismo dormitorio? – La sra. Ding miró a Ding Xiaowei, una mirada que hizo que Ding Xiaowei se sintiera avergonzado de no tener nada que ocultar.

-        Bueno... No tuve tiempo de comprar muebles...

-        Realmente no tuviste tiempo, o no lo planeaste en absoluto.

El corazón de Ding Xiaowei dio un vuelco, sin atreverse a mirar a su madre.

Los ojos de la madre enrojecieron y se dio la vuelta:

-        Ni siquiera te atreves a decirle la verdad a tu madre. Lingling me ha dicho que llevan mucho tiempo viviendo juntos, no sólo un día o dos. Lingling le trata como a su madre.

Ding Xiaowei exclamó nerviosamente:

-        Mamá, yo...

De repente, la sra. Ding le miró con ojos severos:

-        Soy vieja, pero no estoy tonta. La última vez que vine a verte, ese chico Zhan al que seguías era... ese tipo de persona. Tenía miedo de que trajera malas influencias, pero después te casaste con Rong Hua, simplemente te dejé ir, pero no esperaba que te divorciarás sólo medio año después, y ahora estás viviendo con este Zhou, ¿crees que tu madre es estúpida?

Ding Xiaowei con ojos también rojos, se atragantó:

-        Mamá, lo siento.

La sra. Ding lloriqueó:

-        No espero que me encuentres una buena nuera, tú al menos, al menos una mujer de verdad. Por muy imbécil que seas, no puedes tontear con un hombre – Tras decir esto, la sra. Ding se secó las lágrimas.


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