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C75: Patético
Jun Shuying ayudó a Chu
Feiyang a levantarse. Chu Feiyang había pasado por un dolor intenso y había
perdido toda su fuerza, su cabello negro en la frente estaba empapado en sudor
y miserablemente pegado a su rostro pálido, solo logró poner todo su peso
corporal sobre el cuerpo de Jun Shuying.
Xin Yunshen y Gao Fang todavía
estaban de pie a un lado, Jun Shuying los miró y habló: "Llevare a Chu
Feiyang de regreso, ustedes no necesitan seguirme, la prioridad es encontrar
una cura para el veneno tan pronto como sea posible."
Xin Yunshen asintió, "Jun
Dàgē, solo cuida a Dà Shixiong, déjanos el resto a nosotros".
Chu Feiyang de repente se rio:
"¿Qué están haciendo?, solo estoy un poco cansado en este momento, no
hablen como si fuera un inútil.”
Jun Shuying lo miró disgustado:
"Solo mantén la boca cerrada. Dame un poco de paz ahora, no pienses en
hacer nada más, sin ti Chu Daxia, el Jianghu seguirá siendo el mismo
Jianghu".
Chu Feiyang inmediatamente
apoyó miserablemente la cara en su hombro y dijo lastimosamente: "Shuying,
llévame a mi habitación y descansa conmigo, todavía estoy un poco
incómodo".
Sabiendo muy bien que solo
estaba fingiendo, pero habiendo experimentado una experiencia tan desgarradora
e impactante, el corazón de Jun Shuying estaba atado al corazón de Chu Feiyang.
Incluso si él estaba fingiendo, el solo sabía.
Gao Fang entregó un pequeño
frasco de porcelana y dijo: '' Maestro, esta es la sangre de la señorita Ying
en este momento. Ella está empeñada en ayudar, no niegue su amabilidad".
Jun Shuying lo tomó en
silencio. Gao Fang había agregado polvo medicinal a la sangre para que no se
coagulara, por lo que la botella de porcelana todavía tenía esa sangre roja
brillante con olor a vida frágil.
Guardó la botella y asintió: "Entiendo,
Gao Fang, debes encontrar el antídoto contra el veneno lo antes posible".
"Entiendo, Maestro, no se
preocupe". Gao Fang respondió, de pie al lado de Xin Yunshen, observando
las figuras que se alejaban de Jun Shuying y Chu Feiyang.
Hacía tiempo que la plaza se
había vaciado de todas las sectas, y quedaba poca gente en el escenario, sólo
unos pocos discípulos de la Secta Espada Qingfeng seguían limpiando el
desorden.
Gao Fang giró el anillo de
plata en su muñeca y dijo después de un momento de silencio: "Yunshen,
quiero enviar una carta, envía a alguien a la frontera Miao y que se la entregue
a Sikong Yue, el Rey
del Gu. Me gustaría preguntarle si hay algo que pueda hacer.”
"Oh." Xin Yunshen
respondió obedientemente y luego arrugó las cejas: "Xiao Fang, ¿sigue
siendo superior a tus habilidades médicas?" Recuerda vagamente que el Rey
del Gu no es fácil con Gao Fang. Si no tiene otra opción, Xin Yunshen
definitivamente no quería que se involucrará de nuevo con el Rey del Gu de
Miaojiang.
El Rey del Gu, Sikong Yue, no
sonaba como una persona decente.
"He estado en la Secta de
la Espada Qingfeng todos estos años, sanando a la mayoría de los discípulos y
ancianos de la secta, pero mi vista es limitada". Gao Fang dijo: "él
ha estado en el mundo exterior durante muchos años y siempre investiga cosas
extrañas y únicas, tiene sus propias fortalezas en comparación conmigo".
Xin Yunshen de mala gana
emitió un sonido de acuerdo y llevó a Gao Fang a saltar desde la plataforma que
estaba muy por encima del suelo.
Gao Fang agregó: "Qing
Lang y el señor Chen siguen pensando en formas de rescatar a los ancianos del
clan Lianshan, por lo que no iremos y nos uniremos a la diversión.
Recuerdo que el clan Lianshan tiene un árbol divino, siempre siento que no debe
ser algo simple, voy a echar un vistazo. No tienes que seguirme si tienes algo
que hacer, iré solo".
Decir que había algo que hacer
sería el interrogatorio de la líder de la Villa Wuji y la Santa, ahora Qing
Lang y Cheng Xuexiang vigilaban el lugar, por lo que Xin Yunshen, naturalmente,
tenía que acompañar a Gao Fang.
Después de regresar, Xin
Yunshen les dijo a los dos discípulos de mayor estatus que Gao Fang había
traído suficientes cosas para llenar la bolsa pequeña. Los dos encontraron a un
miembro del clan Lianshan y comenzaron a caminar hacia el lugar donde crecía el
árbol divino.
En la mazmorra, Qing Lang y
Cheng Xuexiang no mantuvieron deliberadamente a la líder de la Villa Wuji y a
la Santa separadas esta vez, las dos tenían sus celdas casi frente a las
puertas de las celdas de la otra, a solo una docena de pasos de distancia la una
de la otra. La líder de la Villa Wuji obviamente ha llegado al límite, lo de Xu
Zhi es la gota que colmó el vaso, la traición de la Santa para ella también es
un cuchillo vicioso. Su propia hija, que estaba a un tiro de piedra, la miraba
con una mirada de indignación y determinación, y Chi Ying no era indiferente.
Qing Lang confiaba en que, en
poco tiempo, la mujer les diría lo que querían saber.
Los dos adoptaron tácticas de
fatiga, turnándose para intimidar y convencer a la líder de la Villa Wuji.
Originalmente, Xu Zhi todavía quería involucrarse, Qing Lang y Cheng Xuexiang
se reunieron y discutieron que él ya había jugado un papel en derribar a la
líder de la Villa Wuji, si ahora lo dejaban salir a andar por ahí, si se
provocaba demasiado a la líder de la Villa Wuji, sólo saldría el tiro por la
culata. Por lo tanto, ¡los dos acordaron unánimemente que no debían dejar
entrar a Xu Zhi!
En este momento fue el turno
de interrogar de Qing Lang, Cheng Xuexiang fue reemplazado por él y salió, algo
cansado sosteniendo a Yǐng rèn (espada de las sombras), apoyándose
contra la pared y fingiendo dormir.
Detrás de él llegó una brisa
fresca, la cabeza de Cheng Xuexiang no volteó. Detrás de él está la celda de la
Santa, en este momento la Santa estaba pisando el costado de la puerta de la
celda para mirar la espalda de Cheng Xuexiang, de repente soltó una risa fría y
baja.
"Quieres a ese Jun
Shuying, ¿no es así?" La Santa miró con frialdad por un momento y de
repente abrió la boca y dijo sin palabras, solo una corriente de aire emanó de
su boca, empujando las palabras claramente a los oídos de Cheng Xuexiang:
"Qué persona tan patética".
Cheng Xuexiang sostuvo a Yǐng
rèn y se alejó de ella, sin escuchar sus locas palabras. La Santa miró la
espalda impasible de Cheng Xuexiang y la odió tanto que rechinó sus dientes de
color concha.
Jun Shuying ayudó a Chu
Feiyang a regresar a la habitación donde los dos se alojaban temporalmente, y
los hermanos Qilin (Chu Qi y Chu Lin) ya los habían saludado desde
lejos.
Los dos ya habían escuchado un
indicio de noticias de otros lugares, y en este momento, corrieron al lado de
Jun Shuying y Chu Feiyang con rostros preocupados.
"Padre, ¿qué te pasa? ¿Te
sientes muy incómodo?" Xiao Shitou se subió al brazo de Chu Feiyang y habló
con una cara a punto del llanto.
Chu Feiyang levantó la mano y le
tocó la parte superior de la cabeza, "Está bien, no te preocupes".
Chu Lin no dijo nada, solo
sostuvo en silencio el brazo de Chu Feiyang.
Las tres personas se agruparon
cargando el peso de Chu Feiyang y caminaron juntas hacia la habitación.
Chu Feiyang los acarició con
amor, la satisfacción que surgió en su corazón no podía describirse con
palabras.
Jun Shuying ayudó a Chu
Feiyang a subir al chuáng (sofá-cama) y se volvió hacia Chu Qi y Chu Lin:
"Su padre está bien ahora, no se preocupen ustedes. Salgan y dejen
descansar un momento a su padre".
Ambos asintieron y, aunque
estaban preocupados y reacios, se fueron obedientemente. Qing Jing había
llegado a la puerta en algún momento y esperó, viendo a los hermanos Qilin
salir de la habitación, los saludó y les dio palmaditas y abrazó, diciendo algo
reconfortante.
Palabras del escritor:
Ganador de la vida Chu Feiyang
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Haaaa q no le pase nada ,es un hombre de familia.
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