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C102: Diario de crecimiento de los niños
Era un día de invierno muy frío y la nieve
cubría la montaña Langyue.
De madrugada, el gallo canta tres veces y
el cielo se vuelve blanco.
El cielo fuera de la ventana se ilumina
gradualmente, y cuando brillan los primeros rayos de sol, Xiao Shitoutou se
frota los ojos y se despierta.
Parpadeando, vio la figura de Xin Bai en la
ventana y abrió la boca para hablar confundido: "Yéyé (abuelo)..."
Al sonido de su voz, Xin Bai se dio la
vuelta y caminó rápidamente, se sentó frente al catre de Xiao Shitou y dijo con
una voz amable que pondría la piel de gallina a los discípulos de la secta:
"Xiao Shi está despierto. Yéyé te vestirá, ¿de acuerdo?"
"Sí..." Xiao Shitou bostezó con
la boca bien abierta, luego se levantó en su catro con ojos medio dormidos.
Xin Bai recogió la ropa caliente y la puso
suavemente sobre Xiao Shitou, y una vez que finalmente le puso el sombrerito,
llevó a Xiao Shitou hacia abajo: "Oh, Xiao Shi ha vuelto a engordar, yéyé
apenas puede cargarlo más."
"Padre dice que un Xiao Shi blanco y
gordito es el más lindo" dijo Xiao Shitou frotándose los ojos.
"¿Tu padre? ¿Cuál padre?"
Preguntó Xin Bai, sintiéndose incómodo él mismo. Pero Xiao Shitou respondió con
seriedad: "Chu Feiyang".
"¿Cómo puedes simplemente llamar a tu
padre por su nombre? ¿Quién te enseñó eso?" Xin Bai negó con la cabeza y
sermoneó.
"Así es como le dice mi papi cuando
está enojado". Dijo Xiao Shitou con naturalidad.
Xin Bai se sintió aún más incómodo con todo
el asunto: "Así es como tu papá llama a tú padre cuando no está enojado,
también. Tu papá puede llamarlo así, tú no".
"¿Por qué?" Xiao Shitou preguntó
mientras miraba a Xin Bai con ojos grandes e inocentes.
Xin Bai hizo una pausa por un momento y
explicó: "Ellos son tus padres y tú eres su hijo. Entonces, tu padre puede
llamarlo así, pero tú no puedes".
"Uh, ¿por qué es eso?" Xiao Shitou
continuó preguntando, y sin esperar la respuesta de Xin Bai, agregó para sí
mismo: "Oh, ya veo. Debido a que papá es la esposa de padre y Xiao Shitou
es el hijo de papá, entonces papá puede llamarle a padre: Chu Feiyang y Xiao
Shitou no puede."
El rostro de Xin Bai se torció mientras
escuchaba. Esta era la verdad que estaba más reacio a enfrentar, y aunque Xiao
Shitou estaba justo frente a él, podía engañarse a sí mismo, solo para que las
palabras infantiles del niño le recordaran cruelmente la terrible realidad.
Xiao Shitou miró la cara no tan buena de
Xin Bai, abrió su boquita, frunció el ceño y suspiró.
Sin preocuparse más por Chu Feiyang, Xin
Bai preguntó con preocupación: "¿Qué le pasa a Xiao Shi? ¿Qué es tan
molesto? Dile a yéyé que él te ayudará".
Xiao Shitou miró a Xin Bai y dijo con un
puchero: "Ayer, el tío Li le contó una historia a Xiao Shitou".
Era solo una historia, Xin Bai respiró
aliviado y preguntó amablemente: "Qué historia, cuéntasela a yéyé".
"Dijo que solía haber una suegra
malvada en su ciudad que trataba muy mal a su nuera, la golpeaba, la regañaba y
le negaba la comida. El tío Li también dijo que todas las suegras bajo el cielo
son malas" Xiao Shitou habló con una cara triste.
"¿Y.. que hay sobre eso?" Xin Bai
escuchó con desconcierto.
"Yéyé, Xiao Shitou sabe que a yéyé
no le gusta papá. Pero, yéyé, no trates mal a papá. No lo golpees, no lo
regañes, no le niegues comida.” Xiao Shitou habló con lágrimas en los ojos:
"Papá es muy amable, a yéyé no le debe disgustar.”
Los ojos de Xin Bai se abrieron y su barba
se crispó: "¿Por qué debería golpearlo, regañarlo y no alimentarlo?
Feiyang él..." estaba diciendo a mitad de camino antes de reaccionar, Xiao
Shitou estaba hablando de una suegra y una nuera, entonces el papá del que
estaba hablando obviamente era... esa persona...
La cara de Xin Bai se estaba poniendo
verde.
Los ojos llorosos de Xiao Shitou lo
miraron, su carita parecida a un bollo de carne se hinchó, como si fuera a
llorarle si no decía que sí.
"Bien, bien. Oh pequeño ancestro, eres
demasiado ansioso" dijo Xin Bai impotente: "No lo golpearé, no lo
regañaré, está bien, vamos". Volviendo a pensar en su discípulo mayor que
había olvidado su piedad filial por su mismo sexo, volvió a suspirar y se dijo
a sí mismo: "Tendría que atreverme a hacerlo también".
"Genial, Xiao Shitou ama más a yéyé"
Xiao Shitou esbozó una sonrisa, sus cejas se arquearon de una manera bastante
similar a las de Chu Feiyang cuando era niño.
Xin Bai tomó su pequeña mano y la apretó:
"Ven, ven con yéyé a desayunar".
"¡Sí!" Xiao Shitou asintió
pesadamente y se retorció contra el muslo de Xin Bai: “Yéyé, cárgame”.
Xin Bai felizmente levantó a Xiao Shitou y
vio el poco de colorete rojo entre las cejas de Xiao Shitou, que las sirvientas
habían puesto ayer y ahora se había vuelto pálido. Xin Bai no pudo evitar
recordar que Feiyang y Yunshen que también se maquillaron así cuando eran
pequeños. Los dos muñequitos suaves, que lo rodeaban todo el día, ahora en un
abrir y cerrar de ojos, habían girado los codos y olvidado a su padre con sus
amantes.
"A Xiao Shi le gusta yéyé
ahora, pero cuando crezca y tenga una esposa, se olvidará de él" Xin Bai
tocó el rostro blanco de Xiao Shitou y suspiró un poco triste.
"No, Xiao Shitou no se casará, ¡Xiao
Shitou siempre estará con yéyé!" dijo Xiao Shitou con convicción.
"Bien, Xiao Shi siempre estará con yéyé"
Xin Bai respondió, cargando el Xiao Shitou y pisando la nieve.
No había paso del tiempo en las montañas.
Desde el día en que siguió a su maestro
aquí, Chu Lin había arrojado una piedra al estanque de agua clara en la parte
trasera del patio todos los días. Hoy, se había acumulado una pequeña pila de
piedras lisas en el fondo del estanque cerca de la orilla.
Al pie de la colina, junto al bosque, había
una casa grande con solo una puerta estrecha de madera que se cierra
herméticamente. Permaneció allí en silencio desde la mañana hasta la tarde del
sol poniente.
Al final del día, la puerta finalmente se
movió suavemente con un ruido sordo débil e imperceptible. Unos momentos
después, con el sonido de un huso oxidado girando, la pequeña puerta finalmente
se abrió.
Una figura pequeña pero capaz emergió del
interior, Una afilada daga en una mano y una horrible mano cortada en la otra,
bañada en sangre, el pequeño rostro bajo esa mancha de sangre se reveló aún más
blanco y suave.
El niño caminó con paso firme hacia el río,
miró el montón de piedras en el fondo de estanque y permaneció en silencio por
un momento antes de agacharse para lavarse la sangre de la cara y las manos. El
delgado color rojo se extendió en el agua y desapareció lentamente en las
interminables ondas.
Cuando entró por la puerta, vio al anciano
de barba blanca sentado pacíficamente en el pasillo, bebiendo té.
Chu Lin se arrodilló respetuosamente y
colocó la mano cortada en el suelo frente a él, hablando con una voz clara e
infantil, pero con una firmeza que estaba fuera de lugar para su edad: "Shifu,
el discípulo ha tomado la mano de ese hombre malvado como usted solicitó, por
favor mírela".
El anciano terminó su té tranquilamente
antes de caminar hacia el joven y mirar la mano cortada en el suelo.
"No está mal. Le tomó a Feiyang una
hora para su primera práctica real ese día, pero ya era dos años mayor que tú
en este momento, y Lin'er completó su tarea en solo medio día, por lo que es
comparable a tu padre." Dijo el anciano con satisfacción.
El pequeño rostro de Chu Lin reveló una
sonrisa de alegría.
"Pero..." reflexionó el anciano
de nuevo.
"¿Pero qué?" Chu Lin levantó la
cabeza y miró seriamente al anciano con sus ojos blancos y negros.
Estos ojos le recordaron al anciano otro
par de ojos casi idénticos. Las mismas hermosas pupilas, en este momento,
tenían un contenido muy diferente. Aquellos ojos debían de estar llenos de
inocencia, como los de un niño que no ha sido tocado por el mundo,
despreocupados y brillantes como la más bella de las perlas negras. Pero los
ojos que lo miraban, aunque igualmente bellos y apuestos, estaban impregnados
de demasiados colores que no deberían poseer a esta edad. Tenía el color de
haber visto sangre.
"Aun así, tú y tu padre, son
diferentes". El anciano se acarició la barba y habló lentamente.
"¿Diferentes en qué?" Chu Lin se
mordió el labio inferior con reluctancia.
"¿Ese malvado está muerto o
vivo?" El anciano preguntó de repente.
Chu Lin se congeló por un momento antes de
responder: "No lo maté".
El anciano se rio levemente: "Cuando
traje a este hombre, te conté sus diez pecados. ¿Cree Lin'er que debería
morir?"
Chu Lin bajó la cabeza y pensó por un
momento antes de volver a levantar la cabeza: "Se merece morir".
"Entonces, ¿por qué no lo
mataste?"
"Yo... Shifu solo me dijo que tomara
su mano derecha". Chu Lin respondió, bajando la cabeza una vez más.
"La razón por la que la primera
práctica real de Feiyang solo tomó una hora fue porque solo tenía un propósito
de principio a fin: matar a su presa". El anciano se recostó en su silla
de taishi y levantó su té: "Matar a la presa, ya sea que quieras su mano o
su cabeza, no es difícil. No eres tan despiadado como él, por lo que no eres
tan rápido como él es."
Chu Lin se mordió el labio inferior y se
enderezó sobre sus rodillas.
El anciano agitó la manga y una ráfaga de
viento atrapada con energía oscura levantó al pequeño humano.
"Ven aquí". El anciano hizo una
seña, y solo cuando Chu Lin se acercó a él, el anciano lo rodeó con el brazo, le
limpió un poco de sangre de la mejilla con el dedo y suspiró: "No estoy
diciendo que seas inferior a tu padre. Eres más amable que tu padre".
"Mi padre es el más amable de las personas".
Chu Lin miró al anciano y discutió seriamente.
El anciano se rio: "Sí, por supuesto
que es un buen hombre. Si tuviera una pizca de malas intenciones, las diez mil
muertes de tú shifu no serían suficientes para expiar sus pecados".
"¿Qué está pasando? ¿Por qué Lin’er'er
está cubierto de sangre?" En ese momento una voz intervino de repente, y
luego entró por la puerta un apuesto joven, llevando un largo arco, vestido con
un traje fuerte y llevando algunos conejos y pollos en sus manos.
"Xiao Song shixiong" saludó Chu Lin
obedientemente.
"La primera práctica real de Lin’er es
hoy, y solo ha salido a jugar". El anciano se rio y regañó.
Xiao Song dejó la presa en su mano y se
apresuró a tirar de Chu Lin hacia él, tocándolo y pellizcándolo de arriba a
abajo, y dijo con preocupación: "¿Cómo estás? ¿Te dolió en alguna
parte?" Luego se volvió hacia el anciano y dijo: "Todo es culpa de Shifu
por pedirle repentinamente a Lin’er que practique sin decir nada, ¿cómo podría
haber estado preparado? Además, él es solo un niño pequeño, ¿cómo puede lidiar
con esos villanos que tienen dañado al jianghu durante tantos años, ¿qué pasa
si se lastima?"
El anciano se puso de pie, agitó la mano y
se rio: "Está bien, está bien, no puedo decirte que no. Deberías llevar a
tu shidi a lavarse y limpiarse rápidamente, para que pueda descansar
temprano".
Xiao Song respondió y condujo
diligentemente a Chu Lin al patio trasero.
Después de los tres cubos de agua tibia, Chu
Lin se convirtió nuevamente en un muñeco blanco, tierno y fresco, que no
parecía ni la mitad de severo que durante el día cuando estaba empapado en
sangre.
Mientras Chu Lin yacía boca arriba en la
cama, Xiao Song usó sus manos, que estaban empapadas en esencia aromática, para
presionar y frotar hábilmente varios de sus acupuntos.
"¡Shixiong lanzará un hechizo para ti,
para que Lin’er crezca alto y poderoso en el futuro!" Xiao Song controló
cuidadosamente la fuerza mientras sonreía con Chu Lin.
"¿Igual que mi padre?" Chu Lin
preguntó con curiosidad.
"Sí, como tu padre y mi shixiong".
Xiao Song asintió hacia su pequeña nariz y sonrió mientras respondía: "Fue
el propio Shifu quien presionó a shixiong en ese entonces. De lo contrario,
¿cómo podría haberse convertido en un hombre tan grande y tonto cuando
practicaba artes marciales a tan corta edad?"
"Mi padre no es estúpido..."
susurró Chu Lin, abriendo su pequeña boca roja y bostezando cuando comenzó a
quedarse dormido poco a poco.
Xiao Song relajó todo el cuerpo de Chu Lin
y terminó de empacar sus cosas antes de apagar la lámpara y retirarse en
silencio.
Chu Lin abrió los ojos en la oscuridad y
buscó a tientas con su pequeña mano debajo de la almohada, buscando tres granos
de durazno, dos un poco más grandes y uno un poco más pequeño, y los colocó
frente a su rostro por un momento en silencio, diciendo suavemente: "
Padre, Papá, gege, buenas noches".
Mientras tanto, muy lejos en la Montaña Langyue…
Xiao Shitou, que obviamente se había
quedado dormido obedientemente hace mucho tiempo, de repente se despertó en ese
momento y gritó, con lágrimas claras derramándose de sus ojos y corriendo por
sus mejillas blancas y claras: "Quiero a Lin'er, quiero a Lin'er..."
Xin Yunshen en el estudio escuchó el sonido
y se apresuró con unos pocos pasos, encendió la vela y tomó a Xiao Shitou en
sus brazos y lo azuzó de todo corazón, pero no pudo hacerlo bien.
"Dámelo". Con el sonido de
algunas campanas melodiosas, una voz clara pero suave apareció detrás de él y
Xin Yunshen le entregó a Xiao Shitou.
Xiao Shitou se calmó lentamente en ese
abrazo delicadamente perfumado, ambas manos agarrando el cabello largo y negro
que colgaba frente a sus hombros, y gradualmente volvió a caer en un sueño
profundo.
"Lin'er, Xiao Shitou te extraña
mucho..." Las mejillas de Xiao Shitou aún colgaban lágrimas, y un dedo
largo y delgado las limpió suavemente.
Un par de manos grandes y huesudas
envolvieron esas manos.
"Gao Fang, eres tan hermoso, hueles tan
bien..." Xin Yunshen murmuró fascinado, llevándose esas manos a los labios
y besándolas suavemente.
Gao Fang se acercó a la cama y colocó a Xiao
Shitou sobre ella, cubriéndolo con las sábanas, antes de girar la cabeza con
una sonrisa.
" Ve a tu habitación temprano
esta noche".
NOTA DE TRADUCTORA:
Weeee, mi cora....
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Son muy diferentes esos niños uno te puede matar literal y el otro también puede matarte pero morirás feliz. Jejeeeee
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