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C87: Lo Primero es Lo Primero
Nunca me arrepiento. ¡Aprenderé mucho!
3/3
Tao Mo
sacudió su muslo, mientras Lao Tao trato tocarlo con su mano, pero por el
movimiento falló.
"Lo
siento" susurró Tao Mo.
Lao
Tao siguió masajeando como si nada hubiera pasado.
"Jovencito,
trata todo con normalidad, no hay necesidad de menospreciarte"
Tao Mo
apoyó las manos a ambos lados de su cuerpo, diciendo con cautela:
"Lao
Tao, ¿no me culpas?"
Lao
Tao dijo: "Si te culpará, ¿podría el Joven Maestro cambiar?"
Tao Mo
abrió la boca, inclinó la cabeza y dijo: "Trataré de ser paciente"
Después
de la muerte de su padre, trató a Lao Tao y a Hao Guozi como a su familia.
Los
labios de Lao Tao se mostraron una sonrisa.
"¿Cómo
puede un hombre ser paciente con todo?"
Tao Mo
estaba perplejo.
Lao
Tao le soltó la mano, le dio unas palmaditas en la rodilla enrojecida, le ayudó
a bajarse el pantalón, recogió las medicinas, se levantó y dijo:
"No
es nada. En esta vida, es difícil estar sobrio, pero también es difícil estar
confundido"
Tao Mo
estaba desconcertado.
"¿Difícil
estar sobrio, difícil estar confundido?"
Lao
Tao dijo: "No es malo entender tus emociones y confundirte con el
mundo"
Tao Mo
escudriñó las palabras tres veces antes de caer en la cuenta.
"Tú,
¿ya no te opones?"
"Gu
She, Gu Xianzhi" rio Lao Tao con un suave suspiro "Un hombre así,
debería tener a todos los hombres y mujeres del mundo acudiendo a él,
supongo".
Tao Mo
sonrió con satisfacción, y le dijo con tristeza: "Sí. Debería haber sido
el mundo"
Lao
Tao dijo: "Nadie en el mundo pertenece a este, excepto el emperador, que
se supone que se dedica y vive para el mundo"
Tao Mo
se sorprendió. Era la primera vez que escuchaba a Lao Tao decir una cosa tan
escandalosa.
Lao
Tao dijo: "¿No es cierto? Si el emperador se sentó sobre el mundo, ¿cómo
no va a llevarlo?"
Tao Mo
negó con la cabeza: "No entiendo.”
"Si
no entiendes, no entiendes" dijo Lao Tao "Sólo recuerda que muchas de
las cosas imposibles en este mundo no son tan imposibles como las que se niegan
antes de que puedan lograrse"
Tao Mo
parpadeó. Aunque por un momento no entendió el significado de sus palabras, las
guardó de memoria.
Lao
Tao oyó pasos, se palmeó la barriga y dijo:
"Habiendo
dicho esto, tengo hambre"
Hao
Guozi sonrió mientras entraba con una bandeja.
"Hoy
tenemos agridulce... ¡ah!"
Lao
Tao miró la comida esparcida en el suelo y al Hao Guozi tirado en el suelo... y
sacó lentamente la medicina de sus brazos, tranquilizándolo:
"Está
bien, aún no se ha terminado."
En su
primer día de regreso al condado de Tangyang, Tao Mo estuvo muy ocupado con los
asuntos del gobierno, por lo que no salió de casa.
Al día
siguiente, Tao Mo estaba ocupado como siempre, sin salir de casa.
El
tercer día, en casa.
Cuarto
día, permanecía en casa.
Quinto
día, permanecía en casa.
…
Al
octavo día, el secretario Jin sacó algunos de los papeles al patio para que se
secaran.
Tao Mo
se sentó en un banco de piedra, mirando al cielo.
"¿Su
excelencia no saldrá?" Preguntó despreocupadamente.
Tao Mo
respondió inconscientemente: "Estoy ocupado"
"¿Ocupado
con qué?" El secretario Jin se sentía muy culpable. Cuando el jefe estaba
ocupado, estaba tan ocupado que no dormía lo suficiente.
"Ocupado
con asuntos del Yamen"
El
secretario Jin preguntó con suavidad: "¿Qué asunto?"
¡Se moría
por saber qué otros asuntos tenía que lidiar Tao Mo, además de los que él
manejaba!
"Monopolio..."
Tao Mo respondió con brusquedad y miró al secretario Jin, su cara enrojeció.
"No, no es asunto del Yamen"
El
secretario Jin se sentó frente a él.
"¿Hay
algo en la mente de su excelencia?"
Tao Mo
sonrió y negó con la cabeza.
"Si
quiere ir a ver al Joven Maestro Gu, sólo vaya", dijo el Secretario Jin
"No hay necesidad de mirar hacia adelante y hacia atrás"
Él era
quien le contó sobre los antecedentes de Gu She y se sentía un poco culpable por
ver a Tao Mo en tal angustia.
"¿Cómo
has sabido...?" Tao Mo se sonrojó y le miró.
¿Es
posible que toda la corte sepa lo que tengo en mente?
El
secretario Jin dijo: "Aunque el Joven Maestro Gu es el hijo del Primer
Ministro Xiang, no es famoso, es sólo una sombra de su padre. Además, el Primer
Ministro Xiang ocupa una alta posición de poder y está a diez mil millas de
distancia del condado de Tangyang, así que no hay que preocuparse por ningún rumor"
Tao Mo
se dio cuenta entonces de que se había equivocado y agachó la cabeza.
"No
estaba preocupado por eso"
El
secretario Jin levantó las cejas y dijo:
"¿Así
que le preocupa involucrar al Joven Maestro Gu? La flagelación del magistrado
de la prefectura es un evento único y el magistrado de la prefectura no volverá
a tocar al joven maestro Gu. No sólo eso, si alguien más quisiera tocar al
Joven Maestro Gu, tampoco lo haría"
Si le
pasaba algo al hijo del Primer Ministro Xiang en su territorio, también tendría
problemas.
Tao Mo
dijo: "Tampoco es eso"
Incluso
el secretario Jin, que se consideraba un hombre sabio, no podía adivinar sus
pensamientos.
"Entonces,
¿cuál es su preocupación?"
Si una
persona normal hubiera tenido la oportunidad de entablar una amistad con Gu
Xianzhi delante de él, la habría aprovechado con una sonrisa en la cara, así
que ¿por qué iba a avergonzarse y contenerse?
Tao Mo
suspiró.
"Simplemente
no puedo superar lo mío"
Cuanto
más se acercaba a Gu She, más se sentía atraído por él. Como dijo Lao Tao,
hombres y mujeres de todo el mundo acudirán a él y él es sólo una gota en el
océano. Sin talento, sin apariencia y un hombre. Sólo pensar en ello, le hacía
sentirse mareado y sin esperanza.
Antes,
sin saber que Gu She era Gu Xianzhi, era capaz de engañarse a sí mismo y a los
demás, de confundirse. Ahora que lo sabía, la barrera entre ellos se hizo real.
Aunque Lao Tao decía que no había falta de esperanza y que no había que
menospreciarse, en su opinión, esta esperanza no era diferente de encontrar una
gota en el océano.
…
Si ese
era el caso, era mejor que renunciara a esta fantasía que a su corazón después.
"¡¿Su
excelencia?!" El Secretario Jin observó conmocionado cómo dos lágrimas
caían de los ojos de Tao Mo.
"¿Qué
está haciendo?" Hao Guozi saltó de la nada, mirando fijamente al
Secretario Jin con cara de recelo.
El
secretario Jin extendió sus manos inocentemente.
"No
he hecho nada"
Tao Mo
se secó las lágrimas.
"No
pasa nada, deja al secretario"
Hao
Guozi dijo: "¿Entonces por qué está llorando el Joven Maestro?"
Tao Mo
se cubrió la cara durante un rato antes de decir afligido:
"Acabo
de descubrir algo"
Pensó
que era sólo un delirio, pero después de probarlo, se dio cuenta de que ya era
un sueño inalcanzable.
Después
de enviar a alguien al yamen durante unos días, regresaba diciendo que Tao Mo
estaba demasiado ocupado con sus deberes oficiales para prestarle atención y Gu
Xiaojia se burló una y otra vez. Cuando vio que Tao Mo se acercaba a la puerta
con sus cosas, quiso decir algo sarcástico, pero se sorprendió al ver que sus
dos ojos estaban hinchados y rojos.
Tao Mo
se sobresaltó y titubeó.
No. Al
final, no pudo resistir su deseo y no pudo evitar ver cómo se hundía, sabiendo
que se hundía cada vez más.
Por su
aspecto, evitó las quejas de Gu Xiaojia. Gu Xiaojia alargó la mano y cogió el
regalo, se lo entregó al portero sin mirarlo, se dio la vuelta y entró,
diciendo:
"¿Cuánto
puedes ganar en la corte del condado? ¿Por qué necesitas comprar cosas
inútiles? Tenemos todo en nuestra casa de todos modos"
Tao Mo
sabía que era de voz suave, así que le siguió sin decir nada y no le contestó.
Cuando
vio la puerta de Gu She, Gu Xiaojia redujo la velocidad, llamó dos veces a la
puerta y cuando no pasó nada, entró sigilosamente y saludó a Tao Mo.
Tao Mo
redujo un poco su ritmo.
Gu
Xiaojia bajó la voz:
"El
Joven Amo está tomando una siesta, espera afuera. Iré a hacer la medicina para
el Joven Amo"
Siempre
se había ocupado él mismo de Gu She.
Tao Mo
asintió.
Gu Xiaojia
salió suavemente y cerró la puerta.
Tao Mo
se quedó fuera un rato, pero no pudo evitar entrar en silencio en la sala
interior.
La
cortina cayó y sólo se pudo ver la silueta en el interior.
Tao Mo
tomó asiento en el lado opuesto de la cama, se inclinó sobre la mesa, olió el
tenue aroma de las orquídeas y curvó los labios en una curva de satisfacción.
Si él
y Gu She estuvieran en la misma habitación bajo el mismo techo, oliendo la
misma fragancia, sería infinitamente más feliz, aunque no pudiera verse a
través del velo.
"Agua"
Con
una sola palabra, su mente fue despertada del futuro lejano.
Tao Mo
se levantó asustado, vertió el agua presa del pánico, fue a la cama y levantó
la cortina.
Gu She
seguía durmiendo boca abajo. En la habitación hacía calor y estaba
congestionado, su frente y su cara sudaban, tenía el pelo en la cara, estaba
perezoso de una manera diferente.
"Cuidado"
Tao Mo bajó la taza.
Al oír
su voz, Gu She abrió los ojos.
"Bebe
agua" Tao Mo se inclinó un poco más la taza.
Gu She
se sentó lentamente sobre sus rodillas con las manos en la cama, tomó la taza
de té de sus manos y le dio dos sorbos antes de decir:
"Gracias"
Tao Mo
se congeló, tomó la taza y asintió: "De nada"
Gu She
se acostó de lado.
Tao Mo
se ofreció a arroparlo.
Gu She
lo dejó hacer.
"¿Un
caso difícil en la corte?"
"No"
dijo suavemente Tao Mo "Descansa tranquilo"
Gu She
sonrió y dijo: "No soy miembro del tribunal del condado, así que ¿qué
importa si el tribunal del condado tiene un caso difícil o no si estoy
descansando en paz?"
Tao Mo
se ahogó ante la pregunta y guardó silencio durante un largo rato antes de
susurrar:
"He
estado desconcertado por algo estos últimos días"
"Dejame
escucharlo" Gu She tenía una pasión diferente por la confusión.
Tao Mo
tartamudeó: "Son asuntos del corazón"
Gu She
levantó las cejas.
Tao Mo
no se atrevió a mirarlo, por miedo a que el secreto se filtrara en su rostro.
Gu She
dijo: "¿Has practicado la escritura?"
La
cabeza de Tao Mo bajó aún más y, por un momento, tembló suavemente.
"Ve
al estudio y trae pluma, tinta, papel y piedra de tinta y practica aquí"
dijo Gu She.
"De
acuerdo" Tao Mo salió volando por la puerta, parándose en el pasillo y
dando un enorme suspiro de alivio. Desde que se había enfrentado a lo mismo en
su propio corazón, se había sentido cada vez más avergonzado de sí mismo frente
a Gu She.
Gu She
le estaba haciendo un favor y estaba siendo considerado. Si Gu She se enterará,
se pondrá furioso, ¿verdad? Después de todo, no todos los hombres pueden
aceptar a otro hombre.
Pensó
en Yiyu, aunque llevaba muchos años en la Casa Qunxiang, todavía había un
rincón en su corazón donde tenía el deseo de casarse y tener hijos.
Arrastró
sus pesados pies hasta el estudio, llevando su pluma, su tinta, su papel y su
piedra de tinta, y luego regresó lentamente a la habitación de Gu She.
El
sudor de la cara de Gu She se había secado y estaba apoyado en un cojín leyendo
un libro, cuando le vio entrar:
"¿Recuerdas
las palabras que te enseñaron ese día?"
"Lo
recuerdo" Tao Mo dejó el papel, pulió la tinta y dejó la pluma.
La
mesa era más alta que la cama. Gu She sólo pudo entrecerrar los ojos.
Tao Mo
escribió muy despacio, las manos le temblaban ligeramente y se detuvo por un
largo tiempo.
"Continúa"
Gu She miró el libro, sin levantar la cabeza.
"Sí"
Tao Mo miró las palabras que se meneaban y las encontró horribles, así que añadió
algo de tinta y continuó.
Gu She
levantó la vista hacia él, vio que parecía concentrado, que ya no estaba
confundido y luego volvió a prestar atención al libro que tenía en sus manos.
Después
de una barra de incienso. (1 hora)
Gu
Xiaojia entró con un tazón de medicina, al ver que Gu She estaba despierto,
dejó el tazón y dijo:
"Joven
Maestro, le serviré y le lavaré"
Entonces
Tao Mo se dio cuenta de que estaba tan absorto en la práctica de la escritura
que se olvidó de Gu She al otro lado y se apresuró a decir: "Déjame"
Gu
Xiaojia lo miró con extrañeza.
"Esta
es el Joven Maestro de mi familia, Maestro Tao ¿por qué te preocupas?"
Tao Mo
se quedó sin palabras.
Gu
Xiaojia esperó a que Gu She terminara de lavarse y le entregó el cuenco de la
medicina.
"Joven
Maestro, por favor, bébalo"
Gu She
frunció el ceño.
Tao Mo
dijo: "Hay conservas en lo que he traído hoy"
Gu
Xiaojia respondió: "Al joven maestro no le gusta la fruta confitada"
Inesperadamente
Gu She dijo: "Ve a buscarlo"
"¿Eh?
Oh" Gu Xiaojia salió corriendo a buscarlo.
Tao Mo
no quería que Gu She sostuviera demasiado el cuenco, así que tomó la iniciativa
de hacerse cargo por él.
"No
hay nada malo en no beberlo", dijo Gu She.
Tao Mo
dijo: "Mi padre solía decir, la buena medicina es amarga al gusto, bébela
y te pondrás mejor"
Gu She
dijo: "Hay tres tipos de medicina y no toda la medicina amarga es
buena"
Tao Mo
dijo: "Nunca es malo lo que el médico prescribe"
"Si
los médicos tuvieran razón, no habría curanderos en el mundo"
Tao Mo
percibió el disgusto de Gu She y susurró:
"No
te gusta la medicina, ¿verdad?"
"¿Hay
alguien en el mundo a quien le guste beber medicina?” preguntó Gu She
retóricamente.
Tao Mo
dijo: "Creo que, si es bueno para la salud, deberías beberlo"
Gu She
dijo: "¿Por qué no bebes por mí?"
Tao Mo
suspiró en silencio: "Si tuviera que beber por ti, si tuviera que beber
diez tazas en lugar de una, lo haría"
Le
encantaría que ser su escudo, aunque le costara diez golpes reemplazarlo.
Cuando
escuchó que Gu She no había hablado durante mucho tiempo, levantó la vista y se
encontró con que el otro hombre le miraba en silencio.
"¿Qué...
qué pasa?", preguntó Tao Mo con cargo de conciencia.
Gu She
bajó los ojos y dijo en voz baja: "Nada"
Gu
Xiaojia volvió con la fruta confitada y la medicina estaba fría.
Gu She
se lo bebió todo de un trago, se metió una fruta confitada en la boca y siguió
leyendo.
Gu
Xiaojia volvió a mirar a Ta Mo, que estaba practicando intensamente su
caligrafía, y de repente sintió que era la única persona extra en la sala.
Desde
entonces, Tao Mo se reservaba dos horas al día para ir a la residencia de la
familia Gu. A veces para practicar caracteres chinos, a veces para jugar al
ajedrez.
Las
heridas de Gu She mejoraban cada día y, para entonces, era capaz de sentarse.
Pero
la vida no siempre era fácil.
Para
Tao Mo, al menos, había una cosa que le preocupaba en ese momento.
Era la
segunda vez en tres días que una casamentera acudía a la puerta de Tao Mo,
entusiasmada hablando de las bondades de la señorita Xu. Tao Mo pensaba que no
era digno de la Corte de Magistrados de la Prefectura, ya que era un hombre sin
talento y poco atractivo que donó dinero a la misma, así que ¿por qué lo elegía
la señorita Xu?
Tao Mo
miró a Lao Tao en busca de ayuda.
Lao
Tao dijo significativamente: "Este es un asunto de vida o muerte y es
mejor dejar que el joven maestro decida por sí mismo"
Tao Mo
suspiró y le dijo a la casamentera:
“Gracias,
pero es solo que no he pensado en casarme todavía, así que...“
"No
ahora, sino en el futuro, puedes hacer un contrato de matrimonio con la
señorita Xu primero y luego decidir cuándo quieres casarte".
"¿Eh?"
Tao Mo volvió a mirar a Lao Tao.
Lao
Tao miró hacia el techo. Tao Mo estaba avergonzado.
"Esto...
esto, ¿cómo me atrevo a dejar en pausa a la Srta. Xu haciéndola esperar?"
La
casamentera dijo: "Desde que se enteró de las hazañas de su señor, la
señorita Xu ha quedado prendada y le ha dicho al señor Xu que se casará con usted"
La
frente de Tao Mo se sentía fría y sudorosa.
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