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C77: Primer Ataque
El mundo del melocotón y la ciruela de Gu Xiang, ¿qué tiene que ver conmigo?
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La cara del
magistrado de la prefectura estaba roja y azul por el
interrogatorio. Antes de arrestar a Tao Mo, envió a alguien para averiguar
sobre sus antecedentes. Le dijeron que era de una familia de comerciantes,
ahora en declive, sus padres estaban muertos y no tenía parientes en
la corte.
¿Por
qué un tipo así, que a cualquiera le parecía débil, le aparecería de repente un
litigante agresivo en pro suya?
Miró
a Gu She, sus ojos se posaron en el Consejero Principal.
El
Consejero Principal tosió, se levantó y se acercó al Magistrado de la
Prefectura.
"Mi
señor, este Gu She tiene algo de fama en el condado
de Tangyang, pero escuché que nunca ha estado en la corte"
La fama
de Gu She en el condado de Tangyang se difundió de
boca en boca por el Sr. Yichui y sus seguidores, pero no había hecho
nada de gran importancia. Fuera del condado de Tangyang, el
nombre de Gu She se perdió en la multitud y cuando se le menciona, sólo se
mencionaba como el discípulo del señor Yichui que nunca había ido a
la corte. Eso era todo lo que sabía el Consejero Principal.
"¿Nunca
has estado en la corte?"
El
espíritu del magistrado de la prefectura se levantó y Gu She finalmente
encontró algo de claridad en su mente confusa por la serie de preguntas que
acababa de hacer.
"Es
solo un pequeño mocoso"
El
consejero principal dijo: "Es mejor ser rápido que lento, hágalo rápido y
mate al pollo por la mañana, cuando todavía no hay espectadores, no sea que, si
se retrasa lo suficiente, haya un alboroto en su captura matando el pollo de un
vecino.”
El
magistrado de la prefectura también era de esa opinión y al oír esto, tomó el
mazo y dio un fuerte golpe a la mesa diciendo:
"¡Bien,
musaraña de dientes afilados! ¡Cómo te atreves a calumniar y desacreditarme
abiertamente en público! ¿Sabes dónde está? ¿Cómo puede un ciudadano ignorante
como usted decir tal cosa? Es tu primera ofensa, así que lo dejaré pasar. ¿Por
qué no te vas rápidamente? ¡O de lo contrario no tendré piedad de ti!"
Gu She dijo
con calma: “¿Por qué tienes que pensar en ello? Ve al grano"
El
pecho del magistrado de la prefectura estaba apretado por la ira y la madera fue
golpeada dos veces fuertemente:
"¿De
verdad crees que no me atrevería a ponerte una mano encima?"
Gu She
dijo: "No decimos en la corte si nos atrevemos o no, pero si debemos o no
debemos de acuerdo con la ley. ¿No sabes con cuál de las leyes de nuestra
dinastía quieres atacarme?"
El
magistrado de la prefectura se puso de pie, furioso: "¡Demandarme a mí que
soy un oficial de cuarto rango, por un simplón como tú!"
Gu She
lo miró fríamente.
El
magistrado de la prefectura sintió un escalofrío en su corazón, pero no pudo
mirarlo más.
Gu
She: "En ese caso, así es"
Gu
Xiaojia gritó sorprendido: "¿Joven maestro?"
Gu She
levantó la mano y le hizo un ligero gesto.
Gu Xiaojia fulminó
con la mirada al magistrado de la prefectura.
El
magistrado de la prefectura no se dio cuenta de que el hombre frente a él parecía
impulsivo e imprudente, pero él era... ¡en realidad
tranquilo y calculador!
Estaba
en un capullo ahora mismo. Si el magistrado de la provincia peleará, sería un
gran problema. Si no peleará, ¿cómo salvaría la cara del magistrado de la
prefectura?
El
Consejero Principal se acercó a él despacio y susurró:
"Señor,
¿por qué no le propina unos cuantos golpes como ejemplo? Me temo que la delgada
piel de un erudito mataría su espina dorsal en unos pocos golpes. ¿No sería más
magnánimo que le propinara los golpes en la espalda?"
El
magistrado de la prefectura se sintió razonable. Cuando conoció a Gu She, se
sintió intimidado por su comportamiento, pero ahora que sabía su intención,
sólo podía pensar en cuánto quería darle una paliza.
"¡Hombres!"
El magistrado de la prefectura cogió el mazo de castigo rojo "20 Golpes".
Gu
Xiaojia y los demás estaban confundidos.
Gu She,
por su parte, se arrastró por el suelo sin esperar a que los alguaciles se
acercaran.
Sólo
cuando el alguacil levantó su bastón, Gu Xiaojia despertó de su aturdimiento,
gritando:
"¡¿Quién
en este lugar tan vulgar se atreve a tocar al joven maestro de mi familia?! El
maestro de mi familia es Oficial de la Corte Imperial, el Ministro Gu Xiang,
¡quien se atreve a tocar a su hijo!"
El
Magistrado de la prefectura originalmente estaba mirando la cara de Gu She,
preguntándose a cuantos golpes se rendiría, pero el desgarrador rugido de Gu
Xiaojia lo confundió de repente y sólo cuando el alguacil golpeó por tercera
vez recobró la conciencia, gritando:
"¡Para...
para... para!"
Tenía
la cara blanca, miró a Gu Xiaojia, luego a Gu She y dijo después de un rato:
"Acabas
de decir... ¿Quién es tu señor?”
Gu Xiaojia era
detenido afuera por los alguaciles y solo decir entre dientes:
“¡Perro
ciego! ¡El joven maestro de mi familia es Gu Xianzhi!"
Obviamente,
fue Gu She quien fue golpeado, pero el rostro del Magistrado
de la Prefectura se veía aún más pálido que el suyo:
"Tú,
no, ¿pensé que habías dicho que tu nombre era Gu She?"
Gu She abrió
lentamente la boca, se había mordido el labio inferior para soportar
el dolor, la sangre que manchaba su labio era tan hermosa que el
magistrado de la prefectura se horrorizó, pero aún más horroribles
fueron las siguientes palabras de Gu She:
"El
apellido es Gu, el primer nombre es Xianzhi..."
El
magistrado de la prefectura se desplomó en su silla.
El
Consejero Principal vio que el magistrado de la prefectura estaba angustiado, por
lo que ordenó a los alguaciles que liberaran a Gu She, dejaron que
Gu Xiaojia y los demás lo sacaran y luego les indicó a los
alguaciles que encontraran al mejor médico de la ciudad.
Si
algo le sucediera a Gu She en la prefectura de la ciudad de
Tang, entonces no solo el magistrado de la prefectura, sino también todos en
esta sala y más allá, estarían involucrados. Cuanto más pensaba en ello,
más lamentaba sus palabras y quería tragarse las palabras que habían instigado
al magistrado de la prefectura a golpear a Gu She. Pero este no
era el momento de arrepentirse, era el momento de pensar en cómo hacer las
cosas bien.
Estaba demasiado
ocupado presionando al magistrado de la prefectura.
El
magistrado de la prefectura se había vuelto loco de miedo y fue empujado
durante mucho tiempo antes de hablar temblorosamente:
"Hombre,
¿dónde está el hombre?"
"Se
lo han llevado" dijo el consejero principal "y he enviado a buscar un
médico"
"¿Cómo
está su herida?" El magistrado de la prefectura lo miró con los ojos
muy abiertos.
El
Consejero Principal: "Todavía no lo sé"
El
magistrado de la prefectura se golpeó la cabeza y gritó: "Estamos jodidos,
jodidos... acabados..."
"Mi
señor, todavía no sabemos si ese Gu She es el real o no" dijo el
Consejero Principal.
El
magistrado de la prefectura miró hacia arriba, brilló un destello de esperanza
en sus ojos, luego otra vez sombras.
“Si se
atrevió a decirlo en la plaza pública, me temo que no es falso”
“Incluso
si no es falso, el que no sabe no es culpable. No creo que el
ministro Xiang necesariamente… ” el consejero se tragó el resto de sus palabras
ante la mirada desesperada en el rostro del magistrado de la prefectura.
El
magistrado de la prefectura se llevó las manos a la frente y suspiró:
“Todo
el tiempo que he estado disparando a los gansos, ahora han venido a picotearme
los ojos. Es karma"
El
Consejero Principal se puso ansioso cuando vio que solo podía suspirar.
"Mi
señor, este no es momento para la autocompasión, deberíamos pensar en
contramedidas"
“¿Contramedidas? ¿Qué
otras contramedidas podría haber? Incluso si el ministro Xiang es un buen
hombre y no le importa, ¿me dejarán ir los estudiantes de litigio del
mundo?”
Gu
Xianzhi era un modelo a los ojos de todos los estudiantes de litigio, sin
mencionar los tres cánones que escribió, incluso tres golpes suyos
probablemente harían que innumerables estudiantes saltaran sobre él y lo
ahogaran en su propia saliva.
El
Consejero Principal sintió un escalofrío en su espalda. Pensó para sí mismo y
dijo:
"Ese
no es necesariamente el caso. ¿No vino ese Gu She a pedir algo? Démosle lo que
quiere y entonces podremos pedirle perdón"
El
magistrado de la prefectura preguntó atónito:
"¿Pedir?"
El Consejero
Principal señaló al lado: "Tao Mo"
Esos
tres golpes no fueron en vano. Cuando los alguaciles vieron a Gu She y al
magistrado de la prefectura hablando, se entusiasmaron, para no molestar al
magistrado de la prefectura con golpes ligero, pegaron con enjundia.
Cuando
Gu She volvió a la posada, estaba un poco desorientado.
Gu
Xiaojia entró en pánico, llorando a gritos en el borde de la cama y ni siquiera
respondió a la llegada del doctor. Fueron Hao Guozi y el Secretario Jin los
únicos que lo sacaron.
Debido
al lugar de la herida de Gu She (el trasero) se les pidió a todos que se
fueran.
Al
rato, el médico salió sudando y entregó dos recetas, una de uso externo y otra
de uso interno.
Gu Xiaojia ni siquiera
se secó las lágrimas, tomó la receta y salió corriendo.
Hao Guozi lo
vio tropezar y lo siguió inquieto.
Lao
Tao y el secretario Jin se miraron, ambos moviendo la cabeza
para sus adentros.
El Secretario Jin sólo
se acababa de enterar de que el solitario Gu She del Condando de
Tangyang era en realidad Gu Xianzhi, pero se sorprendió
rápidamente por la forma en que Gu She hirió a mil enemigos y se hirió a sí
mismo ochocientas veces. De hecho, con el estatus familiar de Gu Xianzhi, si
negociaba con el magistrado de la prefectura personalmente, el magistrado de la
prefectura no necesariamente no vendería su cara, pero con Gu She haciendo
esto, el magistrado de la prefectura se dio vuelta y le demandó respuestas.
Temía
que el magistrado de la prefectura estuviera buscando una cuerda para colgarse.
Cuando
pensó en la cara del magistrado de la prefectura, el Secretario Jin tuvo ganas
de regodearse. ¡Había estado en la burocracia durante tanto tiempo y era raro
ver algo tan conmovedor!
Lao
Tao empujó la puerta de la habitación.
Gu She
abrió los ojos.
"¿Por
qué molestarse?" Lao Tao suspiró en voz baja. "Hay más formas de
resolver esto"
Gu She
cerró lentamente los ojos y por un momento dijo: "Nunca pido nada"
Para
él, es la mejor solución. No puede usar el nombre del Ministro Gu para asustar
al Magistrado de la Prefectura. Y puede que ellos tampoco se lo crean. Es mejor dejar que lo molesten primero, y
luego rogarle y arrastrarse.
Lao
Tao dijo: "Sufres en carne y piel"
Gu She:
"Vale la pena"
¿Vale
la pena para Tao Mo, o vale la pena ser capaz de resolver el problema de esta
manera?
Lao
Tao miró fijamente la frente de Gu She, que estaba arrugada por el dolor y se
preguntó esto en secreto.
Gu She
dijo: "Si Tao Mo vuelve, no dejes que venga"
Lao
Tao: "¿Tienes miedo de que llore?"
Gu She:
"No quiero hablarle boca abajo"
Lao
Tao: "¿No estás así y hablándome ahora mismo?"
Gu She dijo
suavemente: "No hay daño contigo"
Lao
Tao estaba perplejo: "¿Por qué es eso?"
"No
te importa" Las cejas de Gu She se tensaron de nuevo.
(N/T: no quiere
que Tao Mo lo vea sufrir... honestamente, con Tao Mo viéndolo así, lloraría)
Cuando
Lao Tao escuchó los temblores en su voz, supo que era doloroso, así que se
sentó y lo distrajo con algunas palabras.
Gu She no lo
ahuyentó, pero escuchó en silencio lo que tenía que decir.
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