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¡¡LEE ESTO PRIMERO!!

C59 - El Extraño Caso en Qiemo


Incluso tengo que agradecerte que lo mates por mí

La mirada de Yu Heng parpadeó y le dijo a Feng Xiao:

"El gran comandante de la Agencia Zuoyue está en mis manos. Si te niegas a dejar ir a Xing Mao, entonces lo mataré. ¡Cuando llegue ese momento, vamos a ver de quién es la pérdida más grande! "

Feng Xiao levantó la frente: "Ya que conoces quien es, entonces seguramente no ya conoces la mía"

Yu Heng se río fríamente: "El Segundo Comandante de la Agencia Jiejian, y Zuoyue, son el brazo izquierdo y derecho del actual Emperador de Sui. Para representarlo y aniquilar a todos los hombres traidores, ¡sus capacidades son de un grado admirable!"

Cuando Xing Mao, Yan Xuexing y el resto oyeron hablar de las verdaderas identidades de Feng Xiao y Cui Buqu, no pudieron evitar mostrar una mirada de asombro.

Feng Xiao: "Parece que estás muy bien informado. ¿Quién es el que te dijo esto?"

Yu Heng: "Tengo mi propia fuente, así que déjenme enseñarles a ambos una lección: que las aguas bajo los Cielos son más profundas de lo imaginable. Este no es un mundo que cumpla con tus palabras. Qiemo no son las tierras del Imperio Sui. Así que, si tenéis la intención de venir aquí y sembrar la disputa, ¡juzga primero tú propia valía!"

Mientras hablaba, las pocas personas que salieron a atacar a Yan Xuexing regresaron. Los arqueros en el techo también se detuvieron para esperar nuevas órdenes. La mansión Duan estaba rodeada por tres líneas de hombres. A pesar de que las habilidades de las artes marciales de Feng Xiao aquí eran incomparables y podría escapar fácilmente, sería increíblemente difícil para él hacerlo si deseaba proteger tanto a Cui Buqu como a Duan Qigu.

Como sus identidades fueron expuestas, Feng Xiao ya no se aferró a su garganta mientras hablaba, volviendo a su voz habitual. Incluso en ese momento, mantenía su habitual carácter juguetón y no parecía nervioso o preocupado en absoluto.

"Ya que conocía nuestras identidades, entonces también debe saber que la Agencia Jiejian y la Agencia Zuoyue siempre han estado en desacuerdo. Esta vez, sólo elegí trabajar con él porque nuestros objetivos estaban alineados. Si lo matas, incluso tendría que agradecerte por ello, por remover a una persona que me causaría problemas, y para evitar un futuro donde tendría que desperdiciar mis esfuerzos constantemente discutiendo y luchando contra este rival."

Yu Heng se burló: "Hablas con facilidad, pero si realmente lo mato ahora, veamos cómo le vas a contar esto al Emperador Sui".

En cuanto terminó de hablar, apretó el cuello de Cui Buqu con una fuerza considerable.

Aunque la cara de Cui Buqu no era muy visible por la noche, se daba por hecho que su tez no se vería bien.

"¡Espera!"

Era Bing Xuan quien habló.

Le preguntó a Yu Heng: "¿Cuáles son tus requisitos para liberarlo?"

Yu Heng: "¡Haz que libere a Xing Mao primero!"

Bing Xuan: "No puedo decidir por él si liberará a Xing Mao o no, pero sé dónde está la bóveda secreta de Duan Qigu, y dónde está situada en la mansión de Duan. ¿Qué dice usted, si la uso para intercambiar la vida de Cui Daochang? Duan Qigu ha gobernado Qiemo por muchos años, su bóveda es ilimitada, ¿esto seguramente sería suficiente?"

Yu Heng se río con frialdad: "Este tonto enfermizo no es nada desafortunado. Pensar que todavía hay alguien que quería salvarlo. ¿Podría ser que te hayas enamorado de él?"

Sólo con esta frase, Feng Xiao sabía que Yu Heng definitivamente no era Yu Xiu. Un estratega que se ganó la confianza del Príncipe Jin no habría sido tan superficial.

Pero si Yu Heng no era Yu Xiu, entonces ¿cómo podía explicar las similitudes entre estos dos hombres? ¿Cómo sabría Yu Heng sus verdaderas identidades?

Feng Xiao de repente sintió una sensación muy incómoda y ansiosa que surgió de la nada.

Yu Heng era sólo un pequeño payaso que valía poco o nada, pero originalmente podría haber tomado toda la situación en su propio beneficio, quien sabría que alguien como Bing Xuan de repente intervino y lo arruinó todo para él.

Bing Xuan dijo claramente: "Justo ahora Cui Daochang nos dio una advertencia, así que estoy en deuda con él, ¿por qué no tiene sentido?"

"Mi corazón está increíblemente conmovido. Pero si quisiera saber la ubicación de la bóveda de Duan Qigu, podría obtenerla de él con tortura, no hay necesidad de que hables, pero tú", Yu Heng la miró de arriba a abajo, "tu aspecto no es malo, si estás dispuesto a entregarte a mí, tal vez pueda considerarlo".

Feng Xiao instó con impaciencia: "Después de decir tonterías durante todo un día, ¿quieres matarlo o no?"

Bing Xuan se aturdió cuando escuchó esto.

Al principio pensó que Feng Xiao y Cui Buqu eran hombres del mismo camino. Como ambos se disfrazaron de pareja, su relación debía ser cercana. Pero ahora, pensó, estaba equivocada.

Cui Buqu no sabía nada de artes marciales, para seguir a Feng Xiao en un peligro como este y aun así ser abandonado en medio, ¿qué debía pensar ahora?

Ella no pudo evitar echar una mirada a Cui Buqu.

El otro hombre parecía muy tranquilo, incluso cerrando ligeramente los ojos, como si lo que estuvieran discutiendo no fuera su propia vida o muerte.

Entre muchas personas que eran hábiles en las artes marciales, su respuesta era diferente a la que ella esperaba, tranquila y pacífica, hasta el punto de llamar la atención de otros que querían saber lo que él estaba pensando por dentro.

Bing Xuan movío sus pies un poco e inmediatamente, su corazón se detuvo.

Originalmente vino aquí como espectadora, queriendo sólo ver el espectáculo, y viendo si podía sacar algo para su propio beneficio, pero ¿no se estaba involucrando ella misma?

Por otro lado, Feng Xiao se río de Yu Heng y dijo:

"¡Si tú no te mueves primero, lo haré yo!"

Mientras hablaba, su mano realmente apretó, y con la otra mano sacó una daga e inmediatamente la clavó en el hombro de Xing Mao. La sangre salpicó y Xing Mao gritó de dolor.

"¡Maestro Yu, sálveme por favor!"

Feng Xiao sostuvo la daga y la giro un poco en su carne. La sangre se derramo rápidamente por todo su hombro mientras Xing Mao continúo gritando, sus ojos se volvieron blancos, sin embargo, Feng Xiao no se detuvo. Sacó la daga y la clavó en su otro hombro.

Yu Heng se queda tieso de miedo. Nunca esperó que Feng Xiao hiciera lo que había dicho, hasta el punto de esta crueldad. No esperaba que Feng Xiao fuera completamente indiferente a la seguridad de Cui Buqu.

¿Tenía que hacer lo mismo con Cui Buqu? Incluso si lo mataba, ¿haría eso que Feng Xiao se rindiera ante él?

Xing Mao ya estaba medio muerto, si esto continuaba entonces podría incluso morir, para entonces, nada valdría la pena ya.

¡Eso no estaba bien!

Una advertencia repentina se filtró en su mente e hizo que toda su conciencia volviera en sí misma.

Justo cuando se enfrentaron, las personas que los rodeaban no respondieron en absoluto, ¡lo cual era anormal!

Él observó cuidadosa e inmediatamente descubrió que no sólo el erudito y el resto, sino incluso los gritos de Xing Mao eran una voz consistente. El tono y el volumen eran los mismos, repitiéndose una y otra vez.

Y Feng Xiao, esa sonrisa suya no cambió en absoluto.

¡Esto era una ilusión!

¡Un conjunto de ilusión increíblemente hábil!

Yu Heng se dio cuenta de que el Cui Buqu en sus manos no se movió, comportándose como si no fuera nada diferente de una marioneta de madera.

En ese momento, si aún no era capaz de darse cuenta de que había caído en una serie de ilusiones y estaba completamente engañado, entonces no merecía llamarse a sí mismo un practicante de las artes marciales.

Inmediatamente se mordió la lengua y una vez que había probado la sangre, el dolor le dio una mente clara. Todos a su alrededor empezaron a moverse de nuevo y sintió el vacío en su mano. Cui Buqu se había ido, pero al mismo tiempo, una ola de energía lo barrió, sus mangas rugieron cuando el viento se levantó, como un águila que empezaba a volar, la fuerza interior rebosaba ferozmente como olas que se mueven, ¡acaeciendo sobre su cabeza como un trueno!

Bajo un ataque tan poderoso, Yu Heng estaba completamente agotado de energía para buscar a Cui Buqu y Xing Mao.

Antes, cuando todos estaban ocupados peleando entre ellos, Duan Qigu ya había subido al fondo del salón y silenciosamente dejó el lugar.

La familia Duan todavía estaba en la mansión como un blanco fácil, pero en ese momento, a los ojos de Duan Qigu, nada era más importante que su propia vida.

La caza de Yan Xuexing para él había sido de muchos años. ¿Cómo le permitiría ser libre, así como así? Una vez que lo viera, inmediatamente iría tras él.

Duan Qigu soltó una risa fría, pero no era porque su cara estuviera completamente desprovista de estupefacción. Al contrario, era como si finalmente hubiera encontrado una vía de esperanza para escapar, y que incluso Yan Xuexing no podía hacer nada al respecto.

Así como Yan Xuexing se preguntaba por qué Duan Qigu le daba una expresión tan extraña, Duan Qigu desapareció de repente.

Una persona completamente viva desapareció en realidad bajo sus ojos, Yan Xuexing se encontró en estado de shock, no le importaron otras cosas e inmediatamente se lanzó a ello, sin embargo sólo llegó a un espacio vacío, y antes de que pudiera siquiera gritar algo, ¡se tiró al suelo!

Utilizando la ventaja de Yu Heng aún bajo el hechizo de Feng Xiao, Bing Xuan utilizó inmediatamente una aguja de plata para pinchar el brazo de Yu Heng y ayudar a Cui Buqu a liberarse.

"Cui Dao, ¿estás herido?" Dio un paso adelante y ayudó a Cui Buqu.

Cui Buqu sacudió la cabeza y miró a su alrededor.

"¿Dónde está Duan Qigu?"

Bing Xuan: "Hace un momento lo vi desaparecer detrás de ese pilar, pero como estaba ocupada aquí, no me acerqué para echar un vistazo. El Maestro Yan ya se ha adelantado."

"¡Ve allí y buscalo!" Si Duan Qigu era atrapado por Yan Xuexing, entonces su única opción era la muerte. No habría oportunidad para Cui Buqu de investigar más secretos de Duan Qigu, así que naturalmente, quería que viviera.

Por otro lado, Feng Xiao no sólo necesitaba luchar contra Yu Heng, sino que también debía ocuparse del erudito Yue Xiafeng y el resto.

Una vez que vio a Cui Buqu irse con Bing Xuan, no pudo evitar exclamar:

"¡Eh! Les estoy ayudando a todos a enfrentar a los enemigos, pero ¿se fugan para ser felices juntos?"

Cui Buqu ni siquiera se dio la vuelta: "El capaz a menudo contribuye más, tu deberías soportarlo".

Xing Mao se arrastró desde el suelo, rechinó los dientes y dijo: "Ni siquiera uno de ustedes puede salir. ¡Arqueros, prepárense!"

"Porque yo, el tigre aquí, no he mostrado el temperamento todavía, ¿realmente me vas a tratar como a un pequeño gato enfermizo?"

Feng Xiao le dio una larga sonrisa mientras su palma chocaba con la de Yu Heng. Este último voló hacia atrás y su cuerpo chocó con un pilar con toda su fuerza.

Las armas de Yue Xiafeng y Hu Yun, una derecha y otra izquierda, atacaron a Feng Xiao, pero bajo una ola de energía, el pelo de Feng Xiao se soltó inmediatamente.

Su largo cabello se balanceó y bailó en el viento. Aunque su maquillaje todavía le hacía parecer una mujer, en este momento su expresión se había vuelto increíblemente salvaje y ambiciosa, su postura era elegante y suave que definitivamente no habría llevado a otros a malinterpretarle.

Esta era sólo la verdadera forma del Segundo Comandante de la Agencia Jiejian.

Esos comportamientos infantiles de los que hacía alarde al principio eran simplemente una estrategia casual de él, pero si los demás lo subestimaban, entonces simplemente buscaban un deseo de muerte para ellos mismos.

Feng Xiao ni evitó ni se alejó. Frente a estos dos artistas marciales, en el movimiento de sus túnicas, la fuerza interior rebosaba de sus palmas y tomó la forma de un ataque increíblemente poderoso. Inmediatamente, cogió el abanico de metal de Yue Xiafeng y el cuchillo dorado de Hu Yun.

Un golpeteo de metales, y Hu Yun no sólo sintió su propio cuchillo dorado clavándose en su propia sangre y carne, ¡también su mano se aflojó y se entumeció antes de que el cuchillo dorado se rompiera por la mitad!

En el momento siguiente, el abanico de metal de Yue Xiafeng también corrió la misma suerte.

Feng Xiao no les permitió la oportunidad de tomar represalias, viendo la situación, inmediatamente atacó de nuevo. Esos pedazos de cuchillos y abanico rotos volaron hacia sus dueños. Yue Xiafeng y Hu Yun se lamentaban e inmediatamente saltaron.

Como el más inteligente, Wuming Jian, Wang Hong vió la situación e inmediatamente dio dos pasos atrás, antes de dar la vuelta y saltar en el aire, ¡corriendo así!

Xing Mao estaba increíblemente enojado. Si Feng Xiao y Yan Xuexing no hubieran llegado esa noche, ya habría aniquilado a la familia Duan con sus propias manos. Mañana, cuando el sol se levantará en el cielo, no habría otra alma en Qiemo que se atreviera a desafiarlo. ¿Quién hubiera esperado que, con este giro de los acontecimientos, su victoria se convirtiera en una derrota?

"¡Suelta las flechas! ¡Mátenlos!" Ya no le importaba que esas flechas hieran a Yu Heng y a los demás, así que dio esas órdenes.

Pero después de un largo momento, esas flechas nunca llegaron.

Xing Mao inmediatamente volteó su cabeza y vio que esos arqueros no se movían, comportándose como si no fueran hombres que él había sacado de su propia casa.

"Todos sus hombres están durmiendo, ¿quién más esperaba que soltara esas flechas?"

Una persona entró desde el exterior. Era Qiao Xian quien tenía la tarea de ir a la ciudad de Liugong para liderar ese ejército de vuelta.

Xing Mao pensó que era el gorrión que esperaba a la cigarra, pero quién podría haber adivinado que detrás de ese gorrión, había un águila.

Feng Xiao movió sus labios y flexionó sus dos manos que se habían entumecido por la lucha.

¡Esa gente de la Agencia Zuoyue realmente sabía cómo presumir con un sello que era originalmente suyo para empezar!

Sin embargo, era una verdadera lástima que Cui Buqu no estuviera aquí para ver su impresionante batalla de uno contra cuatro, de lo contrario habría hecho que el otro admitiera personalmente este enorme favor que le hizo.

Al pensar en esto, levantó la cabeza y miró a su alrededor, dándose cuenta de que Cui Buqu y Bing Xuan habían desaparecido.

...

NOTA DEL AUTOR:

Feng Xiao: Maldita sea, he luchado tanto, pero al final sólo soy un tonto. ¿Dónde está Cui Buqu? ¿Me ha visto a mí y a mi maravilla?

Cui Buqu: No, no lo vi.

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