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C26 - Fuertes Vientos A Las Afueras de la Capital
Llámame "papá" tres veces, y luego te levantaré
Feng
Xiao, por supuesto, no escribiría una respuesta. Aunque Pei Jingzhe era
incapaz, seguía siendo miembro de la Agencia Jiejian. No permitiría que un
extraño lo castigara.
Así
que Feng Xiao ordenó a unos espías que vigilaran los alrededores de la mansión
Lu, sin permitir que nadie de los que estaban dentro saliera, mientras él traía
a Cui Buqu y se dirigía a las afueras del bosque Huling.
Cui
Buqu tenía curiosidad.
"Si
querías salvar a Pei Jingzhe, ¿por qué me llevas contigo?"
Feng
Xiao: "Con un rehén en la mano, no tienen miedo, en tal situación, podría
perecer en la batalla o perder la idea de qué hacer. Con un hombre astuto como
tú, podrías ser capaz de dar algunas estrategias."
Cui
Buqu lo miró fijamente. No importaba cómo se veía, Feng Xiao no parecía que
fuera a "perecer".
Por
supuesto, la siguiente frase del otro era:
"Por
si acaso nos encontramos con algún peligro, contigo aquí, me siento un poco más
seguro".
Cui
Buqu respondió fríamente: "Apuesto a que quieres usarme como escudo".
Feng
Xiao: "Inteligente".
Sus
pasos eran como el viento, sus qinggong [1] ya eran suaves como el agua que
fluye y las nubes. Para evitar que Cui Buqu lo retrasara, Feng Xiao le agarró
la cintura y lo lanzó al aire también.
Cui
Buqu sólo sintió que sus dos pies estaban flotando en el aire, sin necesidad de
usar ninguna fuerza, y de repente ya había llegado a su destino.
La
luna brillaba a través de nubes grises, trayendo luz al mundo mortal. Bajo la
luz de la luna, el bosque de Huling parecía estar prácticamente
resplandeciente, dando una especie de calma y paz que no existía durante la
mañana.
Pero
esta paz era sólo una ilusión. Tal vez Cui Buqu no podía sentirla, pero Feng
Xiao podía sentir el habitual movimiento en el aire.
Se
detuvo.
"Ya
que me invitaron, ¿por qué se esconden?"
Desde
el césped, se veía pacífico y salvaje con arena por todas partes, pero Cui Buqu
ni siquiera oyó nada, sin embargo, mirando hacia arriba, un hombre ya estaba de
pie bajo un árbol no muy lejos.
Era
ese hombre de Goguryeon, Gao Ning.
Aunque
Gao Ning usaba el apellido del país, Gao, y también era uno de los mejores
luchadores de las Llanuras Centrales, su atuendo parecía gastado y viejo, casi
como un mendigo.
Se
vestía de gris por todas partes, y parecía más bien un sirviente, pero le
importaba menos. Mantuvo los ojos en Feng Xiao en el momento en que se mostró y
ni siquiera echó un vistazo a Cui Buqu.
Por
supuesto, esto no es porque Feng Xiao fuera guapo, es porque había decidido que
Feng Xiao era su único y verdadero némesis y quería derrotarlo.
Feng
Xiao: "¿Qué pasa con el hombre que atrapaste?"
Gao Ning
fue directo al respecto: "Ninguno".
Su
chino no era fluido, sus palabras eran estoicas y desconocidas, incluso más
frías que la brisa helada que bramaba.
Feng
Xiao sonrió: "Sabía que Pei Jingzhe no habría sido tan estúpido,
permitiéndole tomar su ficha y aun así no poder escapar. Habla, ¿quiénes son
tus cómplices? El alto y poderoso luchador número uno de Goguryeo, usando estos
métodos solapados. ¡Parece que los Goguryeon son simplemente gallinas y perros,
cobardes y fantasmas!"
El
rostro de Gao Ning mostraba un asomo de ira, sus manos descansaban sobre su
espada, pero a su lado, alguien más hablaba.
"La
técnica de provocación, no hay necesidad de prestarle atención".
Otro
hombre apareció detrás de una gran roca y Gao Ning se calmó, inmóvil, que ni
siquiera Feng Xiao podía sentir dónde estaba.
No
había mucho espacio para adivinar quién podía ser, cuando un artista marcial de
alto nivel que podía rivalizar incluso con Feng Xiao y casualmente apareció en
la Ciudad de Liugong.
"¿No
es este el luchador número uno de Göktürk? ¿Se te ha caído algo? ¿Quieres que
te lo busque?" Feng Xiao se burló de él.
Fo Er:
"Esta noche, no te lo tomabas en serio cuando peleaste conmigo. Quiero la
revancha".
Cui
Buqu: "Esta es la primera vez que veo a alguien que ha perdido, hablar tan
orgulloso. No son de las Llanuras Centrales, así que apuesto a que no sabrán
escribir las palabras sucias, solapadas, desvergonzadas y calculadoras."
Su voz
era insípida, pero había dicho todo de una sola vez, obviamente en tono de
burla.
Por la
forma en que Gao Ning y Fo Er los miraban, apenas podían entender lo que quería
decir.
Feng
Xiao se alegró en secreto.
"QuQu,
nunca te he visto ser tan adorable y encantador".
Cui
Buqu: "Feng Langjun, por favor absténgase de ser tan egocéntrico. Continúe
dirigiéndose a mí como Cui Daochang, no me llame nada que haga que mi corazón
se sienta asqueado."
"¡Hombres
de la Llanura Central ¡Hmph!" Gao Ning se rió fríamente, interrumpiendo su
conversación, "¡Sólo saben luchar con las palabras!"
Después
de hablar, sacó su espada y voló hacia Feng Xiao.
El
resplandor de la espada era cegador, casi como las ondas de un arcoíris, unas
cuantas veces más rápido comparado con el que acaba de tener como rehén a Pei
Jingzhe.
Al
mismo tiempo, Fo Er atacó desde el otro lado. Con uno a la izquierda y otro a
la derecha de Feng Xiao, parecía que tenían la intención de matar en el acto.
Pero
Feng Xiao no mostró ningún miedo. No se movió hasta que ambos estuvieron a su
alcance, sólo se levantó del suelo con el pie y se elevó en el aire, evitando
los movimientos combinados de ambos.
El
guqin salió de su mano y cayó al suelo, el viento cooperó con este y envió un
ataque hacia los otros dos. Sin embargo, Gao Ning y Fo Er también pudieron
evitarlo con facilidad.
Aunque
Cui Buqu no se llevaba bien con Feng Xiao, a partir de ese momento, estaban en
el mismo barco. Si Feng Xiao era derrotado, tampoco estaría en un buen lugar.
Fo Er
y Gao Ning unidos eran realmente poderosos, pero Feng Xiao definitivamente
tampoco era fácil de vencer. Entre los tres era imposible saber quién ganaría.
Incluso si Feng Xiao aprovechaba todas las oportunidades que se le daban, podría
no ser capaz de derrotarlos.
Después
de que Cui Buqu observara por un momento, se relajó y comenzó a caminar hacia
una roca cercana para sentarse en ella antes de continuar observando
lentamente.
Pero en
ese momento, sintió de repente sus pelos de punta y le bajo un sudor frío, como
si alguien le soplara detrás de la nuca.
En
realidad, detrás de él, solo era le instinto natural humano que respondían al
peligro. Cui Buqu no sabía nada sobre el combate físico, pero como su cuerpo se
enfermaba a menudo, había consumido varios tipos de medicina, sus cinco
sentidos se volvieron más alerta y sensibles, en ese momento, ni siquiera dudó
y se inclinó hacia adelante para tirarse al suelo.
En el
momento en que se tiró al suelo, algunas cosas pasaron por su cabeza, y luego,
Cui Buqu descubrió que no muy lejos de él, había unas largas agujas que
sobresalían del suelo.
No
hace falta decir que las agujas estaban cubiertas de veneno.
Cui
Buqu sintió que, al hacer ese movimiento repentino, se había golpeado, le dolía
la espalda y las rodillas.
No
tenía suficiente fuerza para volver a ponerse de pie, y la amenaza que se
cobraría su vida ya estaba detrás de él.
Sólo
pudo rodar hacia un lado para salvarse.
Una
vez que lo hizo, dos hombres vestidos de negro se pararon, uno al frente y otro
atrás, y se abalanzaron sobre él.
Las
espadas brillaban en sus manos, y aunque pudo escapar del ataque anterior,
definitivamente no pudo escapar de éste.
¡No
sirve de nada estar cerca de la adelfa!
Cui
Buqu había considerado todo acerca de su muerte, pero al final, ni sería asesinado
por sus propios enemigos, ni lo mataría su propia enfermedad, sino que su
muerte sería a causa de Feng Xiao.
No
tuvo tiempo de abrir la boca para gritar malas palabras, pero ya lo estaba
haciendo en su corazón, maldijo a los ancestros de Feng Xiao hasta el principio
de su herencia.
Entonces
cerró los ojos, como si estuviera aceptando el destino.
No
sabía si era porque había maldecido a Feng Xiao, pero, de repente esas espadas
cayeron al suelo, y el dolor que anticipaba nunca ocurrió. El silencio llenó
sus oídos, Cui Buqu abrió los ojos y vio que Feng Xiao había logrado llegar a
tiempo, deteniendo a los dos asesinos que querían matarlo.
En ese
momento, el número de enemigos se había multiplicado por dos. Se convirtió en
una batalla de uno contra cuatro.
Feng
Xiao ni siquiera tenía la fuerza para burlarse de Cui Buqu, se podía ver que su
fuerza se estaba agotando.
Una
vez que estuvo fuera de peligro, Cui Buqu dijo: "Estos dos hombres son de
las Trece Historias de Yunhai, ¡incluso tienen agujas envenenadas!"
Las
Trece Historias de Yunhai habían aparecido una vez esta noche, pero se habían
ido cuando la mujer de amarillo, Bing Xuan, los expuso. Nadie sabía que
volverían a aparecer tan pronto y se unieran a Fo Er y Gao Ning.
Feng
Xiao: "¿Por qué no sabía que las Trece Historias de Yunhai no sólo
asesinan a la gente ahora, sino que también se habían extendido al robo?"
Por
supuesto, esos dos hombres no le respondieron, pero le infundieron toda su
fuerza y atención al atacar a Feng Xiao. Ni siquiera miraron a Cui Buqu,
pareciendo que su objetivo desde el principio siempre había sido Feng Xiao.
Era
tarde en la noche, los vientos y la tormenta de arena eran cada vez más
grandes. Mientras las pocas sombras luchaban entre sí, ni siquiera se dieron
cuenta de que habían llegado a un acantilado. Mirando hacia abajo, aunque no se
consideraba muy profundo, seguía siendo peligroso, lo suficiente como para
reclamar la vida de un hombre si se caía.
Un
bocado de arena le llenaba la boca y la nariz, Cui Buqu casi la tosió, pero se
abstuvo de hacerlo. Sabía que, entre las batallas de los artistas marciales
altamente cualificados, incluso un error no estaba permitido.
Si
Feng Xiao perdía por una distracción, entonces el destino que le esperaba
definitivamente no sería bueno.
Mientras
se movía lentamente hacia un punto oscuro en la esquina donde nadie lo notaría,
usando la gran piedra para esconder su persona, junto con los vientos de arena
que bramaban en el aire. Todo el mundo estaba decidido a rodear a Feng Xiao,
nadie se dio cuenta de que Cui Buqu había desaparecido.
Desde
que los dos asesinos de "Las Trece historias de Yunhai" participaron,
la situación había empeorado. Con cuatro luchadores excepcionalmente hábiles a
tope al mismo tiempo, incluso si Feng Xiao es el número uno bajo el cielo, era
imposible que escapara completamente ileso.
Aparte
de eso, dos de estos hombres no eran de las Llanuras Centrales, y los otros dos
eran asesinos, definitivamente no seguirían las reglas de los artistas
marciales dentro de las Llanuras Centrales. Con más en número, y después de
unos cuantos intercambios de puños más, el estómago y los hombros de Feng Xiao
fueron finalmente heridos y sus movimientos se hicieron más lentos.
Fo Er
vio la oportunidad y la aprovechó, golpeando con la palma de la mano en el
pecho para que rodara por el acantilado. Gao Ning pateó su guqin en la otra
dirección.
Feng
Xiao cayó por el acantilado y se perdió rápidamente en la oscuridad. Las Trece
Historias de Yunhai eran asesinos que lo perseguirían hasta el final. No
dudaron antes de saltar por el acantilado.
En ese
momento, las tormentas de arena volaron por todas partes, mezcladas con un poco
de lluvia y nieve, incluso los luchadores de alto nivel no habrían sido capaces
de soportarlo.
Gao
Ning y Fo Er originalmente no se conocían, pero gracias a Feng Xiao, habían
acordado convertirse en aliados temporales. Sin embargo, una vez derrotado el
enemigo, rápidamente mantuvieron la guardia entre ellos, y viendo lo terrible
que era el clima, no estaban tan obsesionados como los asesinos, así que ambos
se marcharon, uno al oeste, el otro al este, y desaparecieron en la tormenta de
nieve.
Cui
Buqu esperó un momento y salió a investigar después de sentir que esos dos
estaban lo suficientemente lejos.
Su
vista no era mala, pero, aun así, era difícil ver algo en esta obscuridad.
Aunque
Feng Xiao estuviera vivo cuando cayó, no podía decir qué pasaría si esos dos
asesinos le hubieran encontrado.
Cui
Buqu suspiró en su corazón.
Sentía
que era una lástima que alguien con tan buen aspecto se fuera para siempre,
pero al mismo tiempo se alegraba de que Feng Xiao se hubiera ido.
La Agencia
Jiejian sería aburrida por un tiempo, y esa sería la oportunidad para la Agencia
Zuoyue para levantarse.
Mientras
el pensaba, una voz muy tenue lleno el silencio.
"Súbeme".
Cui
Buqu se movió al lado del acantilado y se puso en cuclillas, extendiendo su
mano para tocar sobre el borde.
Mientras
tocaba aquí y allá, ¡realmente encontró una mano!
Esa
mano se agarró rápidamente a él, prácticamente arrastrando a toda su persona
hacia abajo con ella. Este último se agarró rápidamente al borde para evitar
ser derribado.
"¡Levántame!"
La voz
de Feng Xiao era débil, era obvio que no quería que los demás la escucharan, pero
también parece que estaba bastante malherido.
"¡Tienes
mucha suerte!" Cui Buqu le gritó.
Feng
Xiao sonrió: "Para alguien con la gracia, la apariencia y la elegancia
como yo, naturalmente, los cielos me sonrieron. ¿Cómo podrían esos pequeños don
nadie ser capaces de herirme?"
Cui
Buqu: "Pero ahora quieres que te salve".
Feng
Xiao: "Cuando volvamos, reinstalaré tu libertad y te dejaré ir a donde
quieras."
Cui
Buqu dijo en su corazón: Si quisiera irme, no podrías ni siquiera detenerme.
"Esto
no es nada. Si aceptas hacer algo por mí, entonces te subiré."
Feng
Xiao dijo con impaciencia: "Aceptaré cualquier cosa, ¡sólo súbeme
primero!"
Mantuvo
su voz baja para que los asesinos Yunhai no pudieran oírlo.
Cui
Buqu: "Llámame 'papá' tres veces, y te subiré.
Feng
Xiao: "..."
...
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