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C54: El mar es largo y soñador, tú estás triste y yo estoy triste


Salieron de Chang'an y viajaron al sur durante unos días a través de los campos planos, luego cambiaron a los cursos de agua. Todo lo que escucharon en el camino fue que Huainan se estaba asentando cada vez más y que no había más movimientos rebeldes.

Fuera del barco, el cielo y el agua eran iguales, las olas vastas, mientras que dentro de la cabina había una partida de Go en una mesa baja. Su Shiyu le sonrió cortésmente y luego de repente recordó algo y dijo: "¿Qué tan lejos está Xiangyang ahora?"

"Muy cerca, pasaremos mañana, ¿quieres detenerte allí por un día?" La sirvienta, habiendo recibido el permiso de Su Shiyu, se retiró.

De repente, la voz de Chu Mingyun sonó detrás de él: "¿Qué harás en Xiangyang?"

"Una amistad está en Xiangyang ahora, así que lo visitaré como lo prometí". Su Shiyu hizo una pausa y lo miró: "¿Qué estás comiendo de nuevo?"

"Pasteles de frijoles rojos". Chu Mingyun sostuvo un pequeño plato de celadón en una mano y levantó un poco la barbilla: "¿Quieres un poco?"

"No es necesario, solo come." Su Shiyu se rio, sus ojos volvieron al tablero de ajedrez en blanco y negro.

Chu Mingyun colocó casualmente el plato pequeño en la caja e inclinó la cabeza para inspeccionar el juego: "¿Por qué no juego contigo?"

Su Shiyu no levantó los ojos, solo sonrió levemente: "No quiero jugar al Go con aceite en mis manos".

"..." Chu Mingyun arqueó ligeramente las cejas y se sentó directamente frente a él, tomando las piezas negras y jugándolas abiertamente.

"..." Su Shiyu levantó los ojos y le dio una mirada profunda, y después de un momento de silencio, levantó la mano y tomó un trozo de hojaldre de frijoles rojos y se lo metió en la boca también.

"¿Delicioso?" Chu Mingyun lo miró con una sonrisa.

"No está mal” respondió Su Shiyu, bajando los ojos para examinar el juego, "Recuerda lavar las piezas después".

"Sí."

"Tú las lavarás". Su Shiyu agregó con una voz cálida.

"... Está bien."

-.-.-.-

Xiangyang llevaba el nombre de su ubicación en el Yang de Xiangshui, con el río Han atravesando la ciudad y separando sus dos orillas.

El día era soleado, los caminos estaban verdes y el mercado estaba lleno de puestos y restaurantes que aclamaban a gritos a los clientes y el sonido de la música de los guqins y los músicos.

Caminando ociosamente por las concurridas calles, Chu Mingyun miró a Su Shiyu a su lado y de repente sonrió: "El futuro de Huainan no está claro y los asuntos gubernamentales de la corte han sido entregados a los funcionarios, pero ahora tú y yo estamos aquí para robar algo de ocio, me pregunto si se considera un incumplimiento del deber por parte del funcionario imperial".

"Es raro que su Excelencia Chu piense eso", sonrió Su Shiyu, "ya que ese es el caso, definitivamente te acusaré cuando regrese a la corte".

"Tsk." Dijo Chu Mingyun: "¿Realmente ya no estás preocupado por Huainan?"

"Creo que lo que dijo su Excelencia Chu antes es cierto", dijo Su Shiyu a la ligera mientras pasaba la mirada por encima de la mujer que tocaba el guqin en el piso de pintura. "Las noticias que escuchamos en el camino también prueban que la rebelión tiene un significado más profundo, y probablemente no cause ningún problema hasta que tú y yo lleguemos a Huainan. El mismo Rey de Huainan está lleno de sospechas, y no es algo que pueda resolverse de la noche a la mañana, así que ¿por qué no tomarse el tiempo para encontrarse a una amistad?"

Chu Mingyun no pudo evitar fruncir el ceño ligeramente: "¿Suena como una amistad importante?"

Estaba a punto de responder cuando de repente una voz suave sonó detrás de él.

"¡Su’er!"

Se volvieron para mirar, y una hermosa joven que agitaba la mano a la sombra del sauce no muy lejos sonrió de inmediato. Se arremango las faldas y empezó a correr, pero no dio un paso bien y su cuerpo se fue de lado, pero Su Shiyu tuvo los ojos rápidos y extendió sus manos; la joven agarró su brazo para mantenerse firme, el ceño lo tenía retorcido en dolor, pero todavía inclinó la cabeza y sonrió: "Su’er"

"Ten cuidado” dijo Su Shiyu retiró la mano, "¿Por qué no estás enseñando en la tienda de música?"

"Salí a comprar unos hilos de seda de repuesto". La joven dijo: "Pensé que estaba equivocada en este momento, pero no esperaba que Su’er realmente viniera a Xiangyang".

Su Shiyu respondió y volvió a mirar a Chu Mingyun: "Esta es Lan Yi, la  maestra de guqin que enseña en la tienda de música".

"¿La amistad de la que hablabas?" dijo Chu Mingyun sin tono de voz, miró a LanYi.

"Soy yo." Lan Yi le sonrió, y luego miró a Su Shiyu, un poco enojada, "Su’er está ocupado todo el día, ¿ahora tienes tiempo para venir a verme?"

"Sólo me quedaré por un momento." Dijo Su Shiyu.

"¿Tan rápido?" dijo Lan Yi: "Entonces no deambules por la calle, Su’er ven y siéntate en mi casa. Acabo de componer algunas canciones nuevas, así que puedes ayudarme a escucharlas".

"Bien." Su Shiyu asintió, pero cuando vio que Chu Mingyun estaba frunciendo el ceño, vaciló un poco y dijo: "Entonces..."

"¿Soy el tercero en discordia?" Chu Mingyun se rio inaudiblemente.

"Como puede ser." Su Shiyu se rio levemente, "Tengo algunas cosas que preguntarle a Lan Yi, así que, si me disculpas por un momento, su Excelencia Chu también podría dar un paseo en su tiempo libre primero".

"No estoy interesado en ir de compras", Chu Mingyun lo miró, "Solo quiero estar contigo".

El tono era claro y ligero. Cuando se miraron, vieron que no había rastro de risa en sus ojos.

La luz del sol brillaba a través del sauce verde, difuminando la suave luz en sus ojos, y parecía haber una ligera ondulación en sus ojos. Su Shiyu apenas pudo apartar la mirada por un momento, pero no pudo responder, solo para escuchar el sonido largo y delicado del guqin en el edificio de bordado y la delicada voz femenina cantando el otoñal Cailian Nantang.

Pasaban peatones y la extraña atmósfera entre ellos atraía inevitablemente algunas miradas curiosas. La mirada de Lan Yi vagó sobre ellos dos antes de que finalmente hablara con cuidado: "¿Su’er?"

Su Shiyu de repente volvió a sus sentidos y evitó su mirada como de costumbre, mirando a Lan Yi, dijo a la ligera: "Llevaré a Lan Yi de vuelta, volveré más tarde".

"... bien." Dijo Chu Mingyun sin tono, sus ojos se posaron en Lan Yi, las palabras todavía estaban dirigidas a Su Shiyu: "Te esperaré en el barco".

Antes de que pudiera responder, Chu Mingyun se giró y se fue.

La luz y la sombra se deslizaron por sus hombros y cayeron en motas por todo el suelo. Mil pensamientos cayeron en un suspiro, Su Shiyu apartó los ojos y miró a Lan Yi: "¿Todavía puedes caminar sola?"

Lan Yi miró sus propios pies, lo pensó y negó con la cabeza lentamente. En sus oídos, escuchó a Su Shiyu suspirar: "Disculpa", y luego su cuerpo se elevó en el aire con una ligereza. Lan Yi se sorprendió cuando miró por encima del hombro de Su Shiyu y vio al hombre detenerse y mirarlos fijamente.

Su corazón se estremeció y se volvió para evitar la mirada fría y severa.

-.-.-.-

El sonido de la seda, el bambú y la música fue inaudible cuando entraron en la sala de estar en el piso tallado de la sala de música, y la pequeña sirvienta abrió el camino y sirvió el té antes de retirarse con la cara roja, dejándolos solos.

Lan Yi miró a Su Shiyu, que estaba mirando a su alrededor, y tosió con torpeza: "Lo siento, señor, puede dejarme ir ahora".

Su Shiyu la miró y la bajó, enderezando las mangas de su túnica: "No te he visto en mucho tiempo, pero tus habilidades de actuación para romperte la pierna se han vuelto cada vez más exquisitas. Si no supiera que usas este truco cada vez que quieres distraer a otros, incluso a mí me habrías engañado".

"No, no", dijo Lan Yi con modestia, "Lamento no haber caído en tus brazos esta vez".

Su Shiyu se rio: "Si ese es el caso, la próxima vez no te ayudaré".

"No, no, no ¿Cómo puedes hacer eso? Tan admirable caballero de gran nobleza, siento pena por tu cara” dijo Lan Yi descaradamente, después de una pausa, no pudo evitar preguntar: "¿El que estaba allí era el Gran Mariscal Chu?"

"Es él."

"... realmente está a la altura de su nombre." Lan Yi no pudo evitar tener miedo, "Aunque no sé por qué, pero con la forma en que me miró hace un momento, si no hubiera sido un inconveniente hacerlo en el mercado, definitivamente me habría quedado tirada en el piso."

Su Shiyu sonrió gentilmente y no respondió, pero tomó su té y se sentó: "Pongámonos manos a la obra".

Lan Yi enderezó su expresión, se levantó la túnica y se arrodilló, diciendo respetuosamente: "La subordinada se presenta, mi señor".

Hay numerosas formas de cultivar el poder en este mundo, y con los Guardias de la Sombra que había establecido Chu Mingyun, también estaban los de Su Shiyu, que no estaban sujetos a demasiadas restricciones, y todos se mezclaban sin dejar rastro, tejiendo un escondite en el mundo.

"De acuerdo con las reglas, me pondría en contacto contigo cuando pasará por tu casa, ¿cómo es que viniste a buscarme esta vez?" Dijo Su Shiyu.

"No se lo voy a ocultar, pero ya he puesto espías por toda la ciudad, y en cuanto ha aparecido hoy en el puerto, alguien ha venido a informarme, y no me he atrevido a demorar ni medio minuto en venir a verle".

Su Shiyu frunció el ceño levemente: "Tan urgente, ¿hay algo mal en la corte?”

Lan Yi negó con la cabeza. "No hay nada serio en la corte. El mayordomo Su Yi envió una carta antes diciendo que había perdido el contacto con usted y que las personas que envió para entregar el mensaje habían desaparecido, por lo que estaba preocupado que algo le habría sucedido y me pidió repetidamente que me asegurara de que estaba a salvo".

"Pero nunca he recibido una carta desde que partí" Dijo Su Shiyu.

"La carta que me dio el mayordomo también decía que tres personas más habían sido enviadas por el camino para buscarle al mismo tiempo, ¿tampoco las vió nunca?" dijo Lan Yi con asombro.

"... Parecen haber sido interceptados" La respuesta surgió en su corazón con las palabras, Su Shiyu tomó su taza y permaneció en silencio por un momento, al final del cual sonrió suavemente y bebió su té.

Lan Yi lo miró y en la incertidumbre de lo que él pensaba.

"Bien", dijo ella, "fui negligente, pero el mayordomo mencionó algo en su carta. Después de que se fue de la capital, el tribunal nominó a un candidato para ocupar el puesto de ministro de Asuntos del Hogar de Wei Song. El mayordomo no conocía su intención y no se atrevió a actuar sin permiso, por lo que argumentó durante mucho tiempo y finalmente cayó en manos de la facción Chu".

"Ya veo" dijo Su Shiyu con indiferencia: "Arregla a otra persona para que transmita la noticia, yo encontraré la manera de resolver el resto".

"Sí."

Su Shiyu dejó su té y se levantó: "Como no hay nada más, regresaré primero".

Lan Yi se levantó detrás de él y dio dos pasos para despedirlo, pero cuando llegó a la puerta, no pudo evitar hablar de nuevo: "Su Excelencia".

"¿Qué?"

"Esto ..." Lan Yi desvió la mirada y tartamudeó: "Mi señor, ¿por qué Su Bai no te siguió esta vez?"

Su Shiyu la miró y se rio con complicidad, "¿Quieres verlo?"

"No quiero ver a ese hombre sin cerebro", espetó Lan Yi, "Me siento mucho más limpia sin él aquí, así que solo estoy preguntando".

Su Shiyu se rio: "También pensé que probablemente no querrías verlo, así que dejé que Su Bai se quedara en Chang'an".

"¿Qué?" espetó Lan Yi mirándolo, "Excelencia, no, no puedes hacer eso, en realidad no estoy tan molesta con él..."

"Ustedes dos discuten cada vez que se ven, es mejor mantenerse alejados".

Lan Yi lo miró fijamente, un tiempo, trató de hablar, pero no podía: "No ah ..."

Su Shiyu no pudo evitar sacudir la cabeza y reír mientras levantaba los pasos y se iba.

"¡Mi señor!" dijo Lan Yi con urgencia detrás de él.

"Su Bai está atrasado con la caravana, en unos días probablemente estará en Xiangyang" dijo sin volverse, su tono gentil, su figura ya lejana.

-.-.-.-

El río brillaba como oro roto, el agua reflejaba el color de las montañas. Los ojos de Chu Mingyun parecían caer en un lugar inalcanzable, sus dedos blancos golpeaban el costado del barco, perdido en sus pensamientos.

Que inesperado.

O tal vez fue porque Su Shiyu lo había estado mirando durante tanto tiempo con la mente tan clara que se había olvidado de esto. El hecho de que no se hubiera casado no significaba que no tuviera a nadie en mente. Había muchas personas que tenían un compromiso retrasado durante mucho tiempo, sin mencionar el hecho de que la mayoría de los funcionarios de la corte se lo guardaron para mantener a sus familias a salvo y seguras.

El corazón de Su Shiyu estaba mucho más seguro que las paredes de cien pies de Chang'an, y más que eso. Así que no tenía prisa, dijo que tardaría mucho en llegar, que podía no estar preocupado por la codicia de los demás, tenía suficiente paciencia para esperar a que Su Shiyu creyera.

Pero nunca se le había ocurrido que incluso ese hombre con aspecto de piedra pensaría tan bien en una mujer.

Sus dedos cayeron en el costado del barco, inconscientemente agarrándose levemente.

El familiar sonido de pasos sonó de lejos y de cerca, Chu Mingyun se dio la vuelta. Su Shiyu se detuvo y echó un vistazo adentró, luego lo miró de nuevo y sonrió: "¿Todavía no has cenado?"

Chu Mingyun asintió: "¿No dije que te esperaría?"

Su Shiyu sonrió levemente y llamó a las sirvientas para calentar el vino y servir la comida, mientras él y Chu Mingyun se sentaron uno frente al otro en la mesa, pero guardaron silencio sin motivo, cada uno pensando en algo.

Después de mucho tiempo, Chu Mingyun de repente habló: "¿Tienes la intención de quedarte unos días más?"

"Eso no es necesario, podemos continuar nuestro viaje mañana". Su Shiyu sonrió y dijo: "No se preocupe, su Excelencia Chu, no retrasaremos el viaje".

Chu Mingyun apoyó la barbilla y lo miró con la cabeza inclinada, su mirada cayendo cuidadosamente sobre su rostro.

Su Shiyu tosió levemente, incómodo, dejó su taza y se levantó: "Regresaré primero a mi habitación, su Excelencia Chu, descanse temprano".

Fuera de la ventana, el sol poniente caía en el corazón del río, el cielo se oscureció, las lámparas se encendieron y la canción que venía del edificio de bordado al otro lado del río se podía escuchar desde lejos. Era la misma canción otra vez, cantando:

En otoño, las flores de loto pasan por encima de la cabeza y las semillas de loto son tan claras como el agua...

El sueño del mar es largo, el señor está triste y yo también. La brisa del sur conoce mi intención y sopla mis sueños hacia el oeste.

Chu Mingyun se inclinó sobre la mesa y apoyó su brazo como almohada, de repente alcanzó la jarra de vino de Su ShiYu, imprimió sus labios en la boca de la copa y bebió lentamente el vino, ligeramente frío.

...

NOTA DE AUTOR:

Canción Xizhou

Me acordé de la ciruela hasta la Isla del Oeste, la doblé y la envié al norte del río.

Una sola camisa es de color rojo con albaricoques, y dos patillas son de color de los cuervos.

¿Dónde está la Isla del Oeste? Dos remos cruzan el puente.

El viento sopla los árboles de siempre.

Debajo del árbol está la puerta, y en la puerta está la incrustación de esmeraldas.

Cuando la puerta no se abre, salgo a recoger loto rojo.

En otoño, el loto está sobre la cabeza del hombre.

Las semillas de loto son tan claras como el agua.

En la manga del loto, el corazón del loto es completamente rojo.

Recordé que el chico no había llegado, así que miré hacia arriba, hacia la divisoria voladora.

Miro hacia arriba para ver la brecha voladora, y espero que el chico suba a la torre verde.

El edificio es demasiado alto para ver, y la barandilla está al final del día.

Las barandillas tienen doce curvas y las manos son tan brillantes como el jade.

El telón está alto en el cielo y el mar es verde en el cielo.

El mar es largo y soñador, y tú estás triste y yo estoy triste.

El viento del sur conoce mi intención, soplando sueños hacia el oeste

Esta es la más larga de las canciones populares de la Dinastía del Sur, que describe el amargo anhelo por la amada.

 

NOTA DE TRADUCTORA:

¿Quién más ama ver a CMY celoso, además de mí, claro?

muajajajajaja

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